Los primeros 100 días de gobierno de López Obrador han estado marcados por la desaceleración económica del país y entre la incertidumbre por parte del resultado que tendrán las políticas oficiales hacia adelante, además, la relación comercial de México está altamente ligada a Estados Unidos; sin embargo, los primeros primeros avisos apuntan hacia una mejoría en los vínculos entre México y China.
Por Edna Alcántara y Luis Rojas
Cidad de México, 11 de marzo (Xinhua).- El gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México debe afinar la relación estratégica que el país mantiene con China desde 2013, como una vía para resolver algunos rezagos económicos en materia de infraestructura, sugirieron expertos mexicanos.
A cien días de que comenzara la administración de López Obrador, los primeros avisos apuntan hacia una mejoría en los vínculos entre México y China.
«Por lo que se ha escuchado, me parece que hay buena disposición para acercarnos mucho más a China», consideró la ex directora general para Asia, Oceanía y Organismos Multilaterales de la gubernamental Secretaría de Economía, Cristina Hernández.
La ex funcionaria, que dejó el gobierno en diciembre de 2018, indicó que «México tiene una posición geográfica estratégica», la cual, en su opinión, aún no se ha aprovechado al máximo «por falta de inversión, por falta de recursos». «Creo que se abren posibilidades», abundó la ex funcionaria.
Hernández dijo que la mejor vía para estrechar lazos sería que México se sumara a la iniciativa de La Franja y la Ruta que el país asiático emprendió desde 2013, y cuyo propósito es construir una red de comercio e infraestructura que conecte a Asia con Europa y Africa, a lo largo de las antiguas rutas comerciales de la seda.
La experta dijo que «México no debe quedarse fuera de la Franja y la Ruta y debe construir confianza y una asociación cercana para encontrar los términos satisfactorios y llevar a cabo esto en México».
«Inversión en almacenaje, puertos, carreteras, ferrocarril, nuestro país necesita también una cadena de ferrocarriles que sea eficiente, no la tenemos, y me parece que aquí la iniciativa de la Franja y la Ruta abre grandes posibilidades para México», agregó.
Antes de comenzar la presente administración, el 1 de diciembre de 2018, el actual canciller mexicano, Marcelo Ebrard, realizó en noviembre una visita a China, un país al que consideró como «clave» en la estrategia de diversificación económica que se ha trazado el presidente López Obrador.
La relación comercial de México está altamente ligada a Estados Unidos, su vecino y principal socio de negocios en el tratado comercial que ambos sostienen junto a Canadá, conocido como USMCA, antes denominado Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Una delegación mexicana, en la que también estuvo la actual ministra de Economía, Graciela Márquez, participó el pasado noviembre en la primera Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), la primera en su tipo a nivel mundial.
El consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular China, Wang Yi, extendió en esa ocasión la invitación a México para formar parte de la iniciativa de la Franja y la Ruta.
Para el coordinador del Centro de Estudios China-México de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Dussel, es claro el interés de la actual administración de acercarse más a China, en una relación «cualitativamente nueva».
«En abril del 2019 se realizará el segundo foro de la Franja y la Ruta en donde será importante que haya un cambio cualitativo por parte de la nueva administración, por parte de México, ‘bis a bis’ China, es decir en el corto plazo», dijo Dussel.
Agregó que «en el mediano plazo, lo que hay que hacer es mejorar la calidad de las instituciones bilaterales».
En el 2013, México y China acordaron elevar su vínculo hacia una Asociación Estratégica Integral.
Los primeros 100 días de gobierno de López Obrador han estado marcados por la desaceleración económica del país y entre la incertidumbre por parte del resultado que tendrán las políticas oficiales hacia adelante.
En las últimas semanas, varios organismos e instituciones recortaron sus expectativas para el crecimiento de México debido a la incertidumbre externa e interna.
Para el economista en jefe del Grupo Financiero Ve por Más (BX+), Alejandro Saldaña, el hecho de que la economía de China siga creciendo a tasas del 6 por ciento es una señal positiva para la demanda externa del mundo, incluyendo a México.
Además, el anuncio reciente de China para reducir las cargas fiscales y las contribuciones de las empresas a la seguridad social en casi 2 billones de yuanes (298.000 millones de dólares) este año, podría ser benéfico para México de cierta forma, consideró.
«Los inversionistas chinos podrían contar con más recursos para invertir y en dónde los coloquen es un tema propio, pero algunos de ellos claro que podrían venir a México. Todo dependerá de las condiciones de nuestro país, y algo que podría atraer a los inversionistas son las tasas de interés que son muy atractivas», agregó.
López Obrador se ha propuesto alcanzar un crecimiento económico del 4 por ciento en los próximos años, básicamente impulsando proyectos productivos con recursos derivados del combate a la corrupción. En el 2018, la economía mexicana se expandió un 2 por ciento.
AMLO LIBRA LOS 100 DíAS: EXPERTOS
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha librado de manera positiva los primeros 100 días de gobierno, en buena medida, porque ha destapado la «caja de Pandora» de la corrupción que aqueja al país, dijeron expertos a Xinhua.
Al evaluar los tres meses de la nueva administración, analistas y académicos mexicanos coincidieron en que en este «periodo de gracia» hay un reconocimiento de los mexicanos hacia el esfuerzo de López Obrador por lograr un mejor futuro y un país menos violento.
En México «hay muchas cosas inéditas que estamos viendo», como «la velocidad con que lleva el ataque frontal a la corrupción», expuso la politóloga Ivonne Acuña.
Por su parte, el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Carlos Sánchez y Sánchez apuntó que «de acuerdo con el valor metodológico, estos 100 días, en términos generales, están coincidiendo en el beneficio de la duda», en el que la sociedad, «espera pueda cumplir la agenda establecida y las promesas de campaña en lo económico y lo social».
López Obrador, que asumió el pasado 1 de diciembre, ejerció desde el primer día de trabajo un recorte a los salarios de altos funcionarios, incluyéndose a él mismo, además de que desapareció las dependencias oficiales poco funcionales dentro y fuera del país para dirigir los recursos a programas sociales.
Entre sus primeras iniciativas al Congreso destaca la reforma constitucional para que el presidente pueda ser juzgado por corrupción y su proyecto se ha centrado en combatir ese problema atacándolo por varios frentes, como el robo de combustible, un ilícito que genera pérdidas millonarias a la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Para los especialistas, al menos en los 100 días subsecuentes las acciones deberán reflejarse en la reducción de la inseguridad y la ola de violencia en las entidades del país más golpeadas por los criminales.
«Ojalá que en lo subsecuente se vea al menos una reducción de la inseguridad y violencia», confió Acuña, académica e investigadora del departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.
En ese renglón, el gobierno desplegó a partir del 7 de febrero pasado 10.200 policías militares, navales y federales en 17 regiones del país para reforzar la seguridad, mientras que el Senado discute la iniciativa presidencial para dar vida a la Guardia Nacional, un cuerpo de fuerzas armadas y civiles.
Desde el punto de vista de Sánchez y Sánchez, independientemente del trabajo gubernamental, la habilidad en el manejo mediático ha sido «clave» en los primeros 100 días de López Obrador, quien de lunes a viernes ofrece temprano una conferencia que la gente puede seguir por redes sociales.
Ello, apuntó, «le permite demostrar que está trabajando» y también «ayuda a temperar» algunas acciones emprendidas que incluso han afectado a la población.
A manera de ejemplo, expuso, López Obrador obtuvo «comprensión» de la sociedad cuando en enero pasado su plan contra el robo de combustibles generó escasez de gasolina y diesel por varios días en importantes ciudades del país.
El mismo respaldo hacia el presidente se pudo percibir después de la explosión de una fuga en una toma clandestina en un ducto de Pemex en el central estado de Hidalgo, que cobró la vida de 131 personas, entre ellas niños y mujeres, agregó Sánchez y Sánchez.
Las víctimas, que murieron por quemaduras o calcinación, estaban en torno a la fuga que ladrones de combustibles provocaron para llevarse gasolina en recipientes a sus casas.
López Obrador, político de carrera y con 65 años de edad, comenzó a definir una agenda de Estado desde su campaña con la participación de sociedad y sector privado de cara a atender problemas específicos en busca de fortalecer la economía y reducir la pobreza, principalmente en el sur de México.
Los gobiernos anteriores también intentaron resolver dichas dificultades pero no es alejado de la realidad que se logre avanzar, comentó Acuña, la académica de la Universidad Iberoamericana.
Aclaró que para que el gobierno actual consiga hacer la diferencia en los siguientes años es necesario «dinamizar el mercado interno, hacer más infraestructura y generar más y mejores empleos».
Para el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, el gobierno de López Obrador «ha tomado las primeras medidas» para «atender las necesidades más esenciales de la población», como un aumento al salario mínimo para trabajadores formales que desde hace 40 años no se registraba.
En su opinión, en los siguientes meses la administración «va a tener que centrarse en el fortalecimiento del mercado interno» a fin de evitar un descalabro ante una desaceleración, prevista este año principalmente por las condiciones internas y externas.
«Es evidente una desaceleración, sobre todo en la parte industrial, y ello puede provocar que la economía mexicana crezca sólo entre 1 y 1.5 por ciento para 2019. Me parece que tanto por condiciones internas y externas sí va a existir una desaceleración que provocará una crecimiento modesto al menos en este año», indicó.
López Obrador ha prometido elevar el crecimiento económico del país mediante el combate a la corrupción en el gobierno, para destinar hacia proyectos productivos recursos que dice que antes eran desviados.
De la Cruz confió que el gobierno, que se ha planteado el objetivo de «crecer más vigorosamente» para los años subsecuentes, buscará transformar la base productiva de México y eso, dijo, «va a ser importante como parte del plan nacional de desarrollo».
López Obrador, que ganó los comicios del pasado 1 de julio con el 53.7 por ciento de sufragios, ahora a tres meses de gobierno mantiene un nivel de aceptación de más de 70 por ciento según encuestas divulgadas por la prensa mexicana. Al mismo tiempo, mencionan una polarización política y social, por lo que el mandatario ha llamado en repetidas ocasiones a la «reconciliación».