La Relatoría Especial de la CIDH y la Unesco pidieron a las autoridades mexicanas que investigan el asesinato de la periodista veracruzana Anabel Flores. Asimismo, manifestaron su preocupación por la violencia que viven periodistas e informadores en México, en especial en el estado de Veracruz.
Ciudad de México, 11 de febrero (SinEmbargo/EFE).- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) condenaron este día el asesinato de la periodista Anabel Flores Salazar y pidieron a las autoridades mexicanas a actuar rápidamente para identificar y castigar a los responsables.
“Condeno el asesinato de Anabel Flores Salazar”, dijo Irina Bokova, directora general de la Unesco. Agregó que “este crimen ha privado a la población de una voz que alimentaba el debate público e informado y contribuía a la libre circulación de la información.En nombre de la justicia y para promover condiciones de trabajo más seguras para los periodistas, pido a las autoridades que investiguen este crimen y procesen a sus culpables”.
De acuerdo con un comunicado de la Unesco, el caso de Anabel Flores ha sido incluido en la lista de «Condena de la violencia contra los periodistas”, adoptada por la Conferencia General del organismo desde 1997.
La Relatoría Especial de la CIDH también manifestó, a través de un comunicado, su «especial preocupación por la reiteración de este tipo de ataques contra periodistas y trabajadores de los medios de comunicación en México, donde uno de los lugares más peligrosos es el Estado de Veracruz».
El organismo dependiente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) recordó que ocho periodistas fueron asesinados en México en 2014 por motivos presuntamente vinculados al ejercicio de su profesión, en 2015 hubo otros seis casos y que en este año ya van dos con la muerte de Anabel Flores.
Anabel Flores Salazar era reportera del diario local El Sol de Orizaba y colaboraba en otros dos medios locales, El Buen Tono y El Mundo de Orizaba, en Veracruz. Fue secuestrada el pasado 8 de febrero de su domicilio por sujetos armados, con uniformes militares, chalecos antibalas y pasamontañas. Su cadáver fue hallado en el vecino estado de Puebla el 9 de febrero.
La CIDH indicó que dos de los asesinatos del año pasado tuvieron lugar en Veracruz, José Moisés Sánchez Cerezo y Juan Mendoza Delgado, y que ha habido numerosas denuncias de hostigamientos a otros reporteros en ese estado.
La situación de violencia contra los periodistas en México «ha sido motivo de preocupación especial» para la Relatoría, que recordó la obligación de las autoridades de «conducir la investigación con debida diligencia y agotar todas las líneas lógicas de indagación».
El organismo indicó que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión (Feadle) y la Fiscalía del Estado de Veracruz han anunciado que se encuentran investigando el asesinato de Flores.
Pero consideró que es «fundamental evaluar de forma urgente» si deben ser las autoridades federales mexicanas las que se hagan cargo de investigar y procesar este tipo de casos.
«Cuando tales delitos quedan impunes, esto fomenta la reiteración de actos violentos similares y puede resultar en el silenciamiento y en la autocensura de los y las comunicadoras», aseguró.