Según destaca el texto enviado al Gobierno mexicano, en 1997, quedaban 567 vaquitas en la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, hoy solo quedan unos 10 ejemplares.
México, 11 enero (EFE).- Activistas e intelectuales como Homero Aridjis o Elena Poniatowska pidieron este lunes al Gobierno de México y al de China cumplir con la prohibición de captura y comercialización del pez totoaba, causa principal de la muerte de la vaquita marina, cetáceo que está en peligro de extinción.
«Hoy te escribo para pedirte ayuda para la vaquita marina, que se encuentra hoy en inminente peligro de extinción debido a su captura incidental en las redes de enmalle y agalleras utilizadas en la pesca ilegal de la totoaba y de camarones en el Alto Golfo de California», reza la carta enviada este lunes por el llamado Grupo de los Cien a la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martha Delgado.
La misiva está firmada por intelectuales y activistas como la escritora Elena Poniatowska, el exsecretario de Relaciones Exteriores de México Jorge Castañeda, la compositora Lucia Álvarez, el poeta y activista ambiental Homero Aridjis o el defensor de Wildlife en México Juan Carlos Cantú, entre otros.
«Es imprescindible que siga la colaboración de Sea Shepherd (ONG ecologista), y que las instancias de Gobierno den su apoyo total a la labor de eliminar inmediatamente y permanentemente el uso y la presencia de las redes ilegales en el hábitat de la vaquita marina y la totoaba», sentencia el Grupo de los Cien.
La vaquita es el cetáceo más pequeño del mundo, cuya sobrevivencia depende 100 por ciento de México, porque no se encuentra en ninguna otra parte del planeta.
Según destaca el texto enviado al Gobierno mexicano, en 1997, quedaban 567 vaquitas en la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, hoy solo quedan unos 10 ejemplares.
El cetáceo que más cerca está de la extinción, es la vaquita marina, tras haberse convertido en víctima colateral de la captura en aguas de México de la totoaba, un pez cuyo buche es comprado por sumas exorbitantes en China, pese a que su exportación es completamente ilegal.
Los destinos de uno y otro se han cruzado en los últimos años, cuando la pesca de la totoaba en el Alto Golfo de California ha provocado la captura incidental y la muerte de vaquitas -como también de tiburones, delfines, tortugas, entre otras especies- atrapadas en las redes.