La ONU dice que 4.5 millones de sirios están viviendo en áreas sitiadas o de difícil acceso y que requieren desesperadamente ayuda humanitaria, puesto que los civiles están imposibilitados para salir del lugar y trabajadores de asistencia impedidos para entregar víveres.
DAMASCO, Siria (AP) — Caravanas de ayuda entregaron el lunes los muy necesitados alimentos, medicinas y otros suministros a tres comunidades sitiadas, como parte de una operación apoyada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para ayudar a decenas de miles de civiles aislados durante meses debido a la guerra en Siria.
Reportes de inanición e imágenes de niños sumamente desnutridos han suscitado preocupaciones a nivel mundial y subrayado la urgencia de nuevas negociaciones de paz que espera la ONU albergar en Ginebra el 25 de enero.
Samantha Power, embajadora de Estados Unidos ante el organismo internacional, dijo que éste reportó en una breve sesión informativa a puertas cerradas ante el Consejo de Seguridad que más de 400 personas en el sitiado poblado de Madaya «están al borde de la muerte y necesitan evacuación inmediata por razones médicas».
La ONU dice que 4.5 millones de sirios están viviendo en áreas sitiadas o de difícil acceso y que requieren desesperadamente ayuda humanitaria, puesto que los civiles están imposibilitados para salir del lugar y trabajadores de asistencia impedidos para entregar comida, medicina, combustible y otros suministros.
Tomará varios días distribuir la ayuda en Madaya, cerca de Damasco, y en las villas chiíes de Foua y Kfarya en el norte de Siria, y es probable que los suministros duren un mes, señalaron agencias de asistencia.
«Es realmente desconsolador ver la situación de la gente», dijo el vocero de la Cruz Roja Pawel Krzysiek, quien supervisa la distribución en Madaya. «Hace poco se me aproximó una niña pequeña y su primera pregunta fue: ‘¿trajo comida?»’.
Sajjad Malik, un representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados que participó en la operación, agregó: «Hace frío y está lloviendo, pero existe emoción porque estamos aquí con algo de comida y cobertores».
La operación marcó un pequeño desarrollo positivo en un conflicto amargo que está ahora en su quinto año y ha costado la vida a un cuarto de millón de personas, ha desplazado a millones y dejado el país en ruinas.
Rebeldes opositores al presidente sirio Bashar Assad tienen el control de Madaya, un poblado de montaña ubicado aproximadamente 24 kilómetros (15 millas) al noroeste de Damasco.