Ciudad de México, 27 de julio (SinEmbargo).– En el artículo 3 de la Ley de Industria Eléctrica, en la sección de energías limpias, en su inciso ‘i’, los senadores incluyeron de último momento, con el apoyo de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y del Revolucionario Institucional (PRI), a la energía nuclear como una fuente limpia, denunciaron Greenpeace y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
La semana pasada, en una jornada maratónica, el Senado avaló con la Ley de Hidrocarburos el uso del fracking para la extracción del gas y petróleo de lutita y la figura de “ocupación temporal” para los casos en que las empresas trasnacionales requieran extraer hidrocarburos en el subsuelo de ejidos, propiedades indígenas o pequeños productores. Asimismo, al aprobar la Ley de la Industria Eléctrica permitió que la fracturación hidráulica y la energía nuclear sean consideradas como “energías limpias”.
En comisiones, la Cámara de Diputados hizo lo propio y aprobó las dos leyes con el apoyo del PRI, PVEM y Acción Nacional (PAN). Este lunes, en el pleno iniciará la discusión de los siete dictámenes de leyes secundarias de la Reforma Energética. En este contexto, Greenpeace lanzó la campaña #CambiemosMéxico para exigir a los legisladores frenar «estos abusos» e impulsar energías que no contaminen a nuestro país.
“Nosotros hemos peleado contra el fracking, pero resulta ser que de último momento en el Senado incluyeron en el dictamen de la Ley de Industria Eléctrica, en la definición de energías limpias, una seria de supuestos que no estaban en la iniciativa original, ni en el dictamen que habían trabajado las comisiones unidas de energía en el Senado y que metieron en el pleno y ahí nos metieron un golazo», dijo en entrevista para SinEmbargo Alberto Rojas, vocero de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace.
Rojas indicó que “en realidad en ese artículo 3, en su definición de energías limpias hicieron un cochinero. Ese artículo debe ser el más limpio y se convirtió en el más puerco de todo la Ley. Y es un artículo que nadie salta, es el artículo de una definición […] por eso la gente no lo ha advertido”.
Aclaró que no se trata de un párrafo que diga en el interior del artículo: «‘se fomentará la energía nuclear’. No, lo tiene en una definición de energía limpia. En el segundo paquete de las leyes verdes, tendrá una definición de energía limpia y va a decir: ‘el gobierno mexicano estará obligado a cumplir las metas del cambio climático al 35 por ciento en el 2024 con energías limpias ¿Qué te están diciendo de manera indirecta? fomenta nuclear, fomenta gas».
«Nos metieron la energía nuclear y nos metieron un gol, porque nosotros estábamos seguros de que el enemigo fundamental que teníamos enfrente era el fracking, que sigue siendo un enemigo que no hemos podido vencer, que sigue estando presente, que sigue siendo un problema muy grande para este país, pero ahora tenemos otro adicional que es la energía nuclear”, dijo el integrante del grupo ambientalista internacional.
Y agregó: “Estoy seguro que nadie queremos un pozo de fracking o petrolero en nuestra casa, en nuestro patio trasero, en el terreno de junto, pero de lo que sí estoy completamente seguro es de que nadie quisiera una planta nuclear en su población”.
Por su parte, Carlos Tornel, analista de Políticas Públicas del Cemda, detalló que en esta definición de energías limpias que se presenta en la Ley de Industria Eléctrica se genera un concepto muy amplio «porque incluye muchos conceptos que no necesariamente se deben considerar limpios».
«La energía limpia en realidad no existe. Lo que existe es energía renovable y tecnología limpia. El hecho de que generen un nuevo término que se llama ‘energía limpia’ habla de que están creando algo nuevo. En este nuevo término se incluye la energía nuclear que dice: ‘la generación de electricidad a partir fuentes limpias podrá generarse a partir de nucleoeléctricas’. También incluye la captura y el secuestro de carbono que es sumamente preocupante porque básicamente se permite generar energía a partir de cualquier fuente fósil siempre y cuando exista un secuestro de carbono y se inyecte en el subsuelo para evitar las emisiones», explicó Tornel.
El analista del Cemda comentó que el PRI propuso esta iniciativa, la cual se mantuvo en secreto «muy por debajo del agua». En tanto, Alberto Rojas dijo desconocer quién fue el que impulsó este cambio aunque señaló que sí fue apoyado por el PVEM y el partido tricolor.
“Nunca pensamos que a alguien se le fuera ocurrir meter la energía nuclear […] sabemos nada más que el PRI y el PVEM la han apoyado”, dijo el integrante de Greenpeace.
“Yo asumo que es el PRI y digo que es el PRI porque cuando tratamos de impulsar la Ley de Transición Energética, la cual las organizaciones de la sociedad civil estuvimos muy involucradas en su desarrollo, pues fue el Partido de la Revolución Institucional (PRI) y el gobierno federal quienes no quisieron discutir el paquete de transición en este momento, sino dejarlo hasta septiembre. Nos dicen esto y luego sale este último dictamen de iniciativa de la industria eléctrica con estas adiciones y modificaciones que vienen a ser un fuerte retroceso en la política de materias renovables”, refirió Carlos Tornel.
Tornel dijo que al incluir la energía nuclear y el secuestro de carbono se pasó a otras energías como el gas de lutitas. Refirió que se está echando para atrás la definición de energías renovables que ya queda como secundaria y que aún esta vigente en la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética (Laerte).
«Ésta define específicamente cuáles son las energías renovables a partir de las que se tiene que generar y cumplir la meta de transición de energética para el 2024 que es el 35 por ciento de energías renovables», refirió Tornel.
En noviembre de 2008 el Congreso aprobó la Laerte, la cual preveía la creación e implementación de un Programa Especial de Aprovechamiento de Energías Renovables, el cual fue anunciado por el gobierno federal en agosto de 2009, y que presuponía el establecimiento de una Estrategia Nacional para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, la cual fue emitida por la Secretaría de Energía (Sener) en enero de 2011.
El pasado 19 de mayo, titular de la Sener, Pedro Joaquín Coldwell, presentó el Programa Especial de Aprovechamiento de las Energías Renovables 2014-2018, el cual pretende democratizar el acceso a este tipo de energías.
Éste señala: «La participación de las fuentes de energía consideradas como limpias para la generación de electricidad (incluidas las energía renovables, la nuclear y las carboeléctricas con captura y confinamiento de CO2) se ubicarían en 22.81% en el año 2018, incrementado su participación a 24.61% y 26.49% en el año 2024 y 2027, respectivamente. Sin embargo, no sería suficiente para alcanzar las metas establecidas en Ley. Este Programa Especial se propone establecer las políticas que permitan modificar estas prospectivas».
A su vez, en la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027, que fue propuesta por el Jefe del Ejecutivo federal y aprobada en marzo y abril de 2013 por el Senado y la Cámara de Diputados respectivamente, se plantea incrementar en un 35 por ciento la generación de electricidad a través de energías renovables para el año 2024.
Sin embargo, ya en esta estrategia se mencionaba que para alcanzar esa meta era necesaria la eliminación de barreras y promoción de la energía renovable, «así como la consideración de otras tecnologías no fósiles como la energía nuclear».
«Esta última representa una opción factible para cumplir con los compromisos de incrementar los porcentajes mencionados. Este tipo de procesos de transición energética no son exclusivos del sector eléctrico, pero es ahí en donde se manifiestan de manera significativa los retos que tendrá que enfrentar el sector energético».
Esta decisión fue respaldada por el Centro Mario Molina, el cual consideró que la ENE tiene suficiente flexibilidad para que el país pueda transitar los próximos años hacia una matriz energética de bajo carbono de una forma eficiente y sobre todo para poder administrar los costos de hacerlo.
«Busca aprovechar todas las oportunidades incluyendo el gas de lutitas (shale gas), la geotermia y el gran potencial de energías renovables. También incluye la opción nuclear, y de manera destacada, reconoce la importancia de aumentar la eficiencia energética».
Sin embargo, Alberto Rojas recuerda que el origen y el motivo de la lucha ecologista en el planeta fue la energía nuclear que genera una serie de residuos que todavía hoy no tienen mecanismos para ser tratados de manera segura. «Duran miles de años esos residuos sin perder su capacidad de daño porque siguen emitiendo radiación en grandes cantidades. Es decir, la energía nuclear es sucia por definición».
EL PAQUETE DE LEYES VERDES
Carlos Tornel indicó que cuando en septiembre se discuta el siguiente paquete de leyes secundarias, el paquete de renovables, «lo que probablemente suceda es que quede muy laxo, porque ya estamos legislando toda la cuestión de la generación eléctrica en el país y al incluir nuclear y fósiles como principal fuente de generación pues al momento de tratar de legislar o de incluir las energías renovables en el paquete de septiembre va quedar una legislación muy laxa o de plano va a quedar fuera la parte de energías renovables».
El integrante del Cemda comentó que lo más importante que debe contener la Reforma Energética son las energías renovables porque son la única forma de vincular la política energética nacional con la política climática, de reducción de emisiones y de sustentabilidad.
«Si seguimos dependiendo de hidrocarburos estamos previendo que en unos 20, 30 años cuando la única opción sean las energías renovables vamos ir muy atrasados en ese proceso”, sentenció
Por su parte, el vocero de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace afirmó que lo que se está haciendo es «un entramado legal que les permita justificar el fomento del fracking, el fomento de la energía nuclear y el fomento de otro tipo de energías que no son limpias para cuando presenten el siguiente paquete tengan un mecanismo que les permita vincularlo de otra forma no lo podrían hacer».
«Es una forma muy mañosa de no poner un artículo que diga: ‘se fomentará la energía nuclear, se fomentará el gas shale’. No, mejor lo ponemos como parte de una definición y luego lo que vamos a fomentar energías limpias”, agregó.
A principios de este mes, el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Senadores, el priista David Penchyna Grub, comentó a la prensa que en agosto de este año se abordará un paquete de siete legislaciones pendientes, denominado “Paquete Verde” , y que tiene que ver con la Ley de Transición Energética y con las diferentes leyes en diversos potenciales de desarrollo energético sustentable que hay para colocar los incentivos correctos.
Indicó que se pretende que para inicios del próximo periodo ordinario, en septiembre, se apruebe este paquete, de manera adicional a las 21 iniciativas del legislativo en materia energética.
En días posteriores, Penchyna Grub ya no habló de un plazo aunque aseguró que el «Paquete Verde» se deberá discutir en este año con el objetivo de aprobarlo.
MÉXICO NO ESTÁ PREPARADO PARA LA ENERGÍA NUCLEAR
Tanto Alberto Rojas de Greenpeace como Carlos Tornel del Cemda coinciden que México no está preparado para la energía nuclear. Manifestaron que muestra de ello es que la planta nuclear de Laguna Verde, en Veracruz, no ha demostrado ser rentable. Además mencionaron la tendencia que existe a nivel mundial de echar para atrás esta fuente de energía.
“México es un país en el cual tenemos poca experiencia con energía nuclear. Tenemos efectivamente una planta nuclear con dos reactores. No somos como Japón o como Francia […] donde tienen mucha experiencia en el manejo, la operación, los cuidados. Obviamente al tener poca experiencia, tenemos poca capacidad para responder a un riesgo de este tipo. Incrementar la capacidad en un país con poca experiencia en la materia es un riesgo”, comentó Rojas.
A su vez, Tornel opinó que «con base a la experiencia internacional, para generar un alto porcentaje o que sea rentable la generación de energía nuclear, México no sólo tendría que tener una planta sino varias para solventar las necesidad que hay en el país de energía y satisfacer esas necesidades y al mismo tiempo ser rentable en la energía, sino es muy cara la generación porque hay que traer y procesar el uranio y a partir de eso generar electricidad, pero tiene que ser un alto porcentaje».
«Estados Unidos que tiene todavía una gran capacidad instalada de energía nuclear, pues sólo genera el 10 por ciento de su energía a partir de energía nuclear. Estados Unidos tiene más de 20 plantas. Entonces si sólo tenemos una planta nuclear nos va a salir más caro el caldo de que las albóndigas. Lo que va a pasar es que vamos a invertir mucho dinero y no necesariamente va haber un rendimiento suficiente para abastecer la red. Esto además traerá consecuencias sociales y ambientales”, agregó.
En este sentido, Rojas indicó que desde que se construyó Laguna Verde ha habido una serie de reacciones en contra. Para empezar, dijo, los modelos de reactores que tiene son modelos viejos, pero se ha intentado darle un incremento a la vida útil de este tipo de modelos de 25 a 30 años, que ya pasaron, a 50 años. «En el caso mexicano sabemos que ha habido una serie de riesgos que se han manejado internamente”.
“Nosotros hemos denunciado muchos hace años. Hemos tenido varias campañas en contra de Laguna Verde, en contra de mantenerla abierta. Estamos por reactivar un observatorio que habíamos mantenido activo durante muchos años, hasta el año pasado, que se llamaba el Observatorio Nuclear, en donde estábamos informando todo lo que pasaba a nivel global y a nivel México relacionado con energía nuclear y que consideramos desactivarlo el año pasado porque México a pesar de tener Laguna Verde ya no representaba un riesgo porque esa planta estaba para cierre. Ahora con esto lo vamos a reactivar porque no sólo está para cierre sino que la van ampliar”, refirió.
El representante del organismo internacional ambientalista dijo que no estamos preparados ante ante un evento tipo Fukushima. Dijo que además de no estar preparados, se pone en riesgo a una población que no lo tenía.
“Qué necesidad de ampliar este problema, cuando tenemos energías renovables […] que le estemos apostando a otras pues son negocios […] No estamos viendo más allá del enriquecimiento del corto plazo, estamos viendo en realidad cosas que no son el objetivo y que no son la solución”, refirió.
En este sentido, el especialista del Cemda afirmó que el gobierno federal está pensando a muy corto plazo.»Está pensando en hacer una reforma que va a propiciar y fomentar la extracción de hidrocarburos. No está pensando a 20, 30 años. Porque en el momento que se acaben las reservas de fácil acceso del petróleo, en el momento en que haya una explotación a gran medida de gas shale y los impactos ambientales y conflictos sociales se incrementen vamos a estar vislumbrando una situación muy conflictiva en el país».
Tornel dijo que en otros países como EU, China, Alemania tienen una inversión muy grande en energías renovables porque a pesar de que todavía son países de que dependen de energías fósiles progresivamente están fomentando la transición energética.
«Y esto no se ha asimilado, no ha entrado en la ‘psique’ de las y los legisladores e incluso de la población mexicana. Hay una falta de información muy fuerte propiciada por el mismo Congreso que no ha fomentado la participación, el debate, la discusión pública y la difusión de la información hacia la sociedad en general”, indicó.