«Ni deseo ni tengo intención de volver a trabajar con ese grupo de gente», dijo David Gilmour.
Sao Paulo, 10 dic (EFE).- El guitarrista y cantante David Gilmour dijo hoy en Sao Paulo que no tiene «ningún interés en volver a trabajar» con los ex integrantes de Pink Floyd, la mítica banda de rock que lo lanzó al estrellato.
«Ni deseo ni tengo intención de volver a trabajar con ese grupo de gente», dijo Gilmour durante una rueda de prensa en Sao Paulo, donde el músico iniciará su primera gira suramericana.
«Tenemos una historia muy dolorosa», agregó Gilmour, quien presentará este mes en Sao Paulo, Curitiba, Porto Alegre, Buenos Aires y Santiago de Chile su nuevo álbum, «Rattle that Lock».
El último proyecto conjunto de la banda británica, para muchos una de las más influyentes del Siglo XX, fue «The Endless River», un disco lanzado en 2014 en homenaje al fallecido teclista y exmiembro del grupo Rick Wright.
Entonces Gilmour informó que esa sería el último trabajo que harían juntos.
También se cumplió este año una década del último concierto de la banda, un espectáculo que «cerró el círculo» y que no se libró de «muchos momentos de tensión», los mismos que el músico declaró que se niega a repetir.
«En esta etapa de mi vida lo que me interesan son los incentivos comerciales», comentó, aunque a sus 69 años, a la leyenda del rock aún le motiva salir de gira.
«Lo que hace especial el tour es que todavía estoy aquí para hacerlo», señaló antes de agregar: «Es increíble estar en Suramérica porque hace años venir no parecía posible debido a las complicaciones del viaje y a las dificultades que suponía ir con otras personas».
Gilmour reconoció no saber mucho de música suramericana, salvo «lo que se oye en la radio en Inglaterra y lo conectado con los festivales de la calle».
Si «The Endless River» recuperaba el legado psicodélico de la década de los noventa, su nuevo trabajo, en cambio, absorbe influencias de otros estilos, como el jazz.
«Puede parecer que me siento más libre para experimentar ahora que he dejado Pink Floyd atrás, pero no es así», declaró el músico, para añadir que el cambio de registro musical «no ha sido nada deliberado» y que no hay en ello «ni misterio ni magia».
Con la excepción de «Push the sky away», del australiano Nick Cave, no supo mencionar cuáles son sus álbumes musicales preferidos, pero confesó tener muchas ganas de presenciar un concierto del cantautor canadiense Leonard Cohen.
El «romance» de Gilmour con Pink Floyd data de finales de los sesenta, cuando lo llamaron para sustituir a Syd Barrett.
Junto a Roger Waters, entonces líder del grupo, encumbraron los legendarios discos «The dark side of the moon» y «The wall» y se convirtieron en iconos de una generación que llevó al rock a la cumbre.
«No se puede predecir (si habrá otra generación igual). Sólo queda esperar que ocurra, aunque no hay nada que indique que vaya a pasar ahora. Pero también podría y me gustaría estar equivocado», concluyó Gilmour, artífice en «Comfortably Numb» del considerado uno de los mejores solos de guitarra de la historia. EFE