Andrew Scott Pierson se dedicaba a armar las piezas de armas automáticas para venderlas a cárteles de México. Cayó gracias a la “Operación Martillo de Thor”.
Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo/La Opinión).- Andrew Scott Pierson, de 47 años, se declaró culpable en Estados Unidos por participar en el tráfico de armas para abastecer a los integrantes de dos cárteles mexicanos.
El sujeto, señalado por entregar armas al Cártel del Noreste (CDN) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cayó gracias a la “Operación Martillo de Thor”, llevada a cabo por autoridades estadounidenses para desarticular organizaciones delictivas que se dedican a mover armas entre México y Estados Unidos.
Andrew se dedicaba a armar las piezas de armas automáticas para venderlas a cárteles de México.
“La investigación inició en mayo de 2017, cuando un residente de Arkansas recibió un cargamento de componentes de armas de fuego para realizarles cerakoting, un proceso en el que se agrega un recubrimiento polímero-cerámico a un arma de fuego o sus partes para mejorar la durabilidad”, de acuerdo con información de Aristegui Noticias.
“El residente de Arkansas reconoció estas piezas de armas de fuego como falsificadas y dio aviso a la policía, quienes rastrearon la cadena de producción hasta una organización en Laredo, Texas, que a su vez transportaba los elementos a Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde finalmente se armaban los rifles de asalto”, señala el medio.
Andrew Scott quedó bajó la tutela de autoridades estadounidenses en diciembre de 2018.
“El 3 de septiembre de 2019, un jurado federal acusó a Pierson y a otras siete personas por su participación en conspiraciones para traficar con productos falsificados y violar la Ley de Control de Exportación de Armas. Cinco coacusados se han declarado culpables anteriormente y un coacusado sigue prófugo en México”, apunta Aristegui Noticias.
El hombre podría alcanzar hasta 20 años de prisión y tendría que pagar una multa de no más de 1 millón de dólares.
“Este caso es el primer enjuiciamiento exitoso en el país de la exportación y fabricación de armas de fuego que usan los cárteles mexicanos“, declaró el Fiscal federal interino Jonathan D. Ross.
“Estamos orgullosos de que esta investigación haya dificultado que los cárteles violentos obtengan armas de fuego, y tenemos la intención de procesar cualquier caso que ayude a mantener las armas fuera de las manos de estas organizaciones criminales”, añadió.
OTRO CASO
Un caso reciente de tráfico de armas en la Corte federal de El Paso en Texas muestra una de las formas más comunes de realizar la compra y venta que estimula el tráfico de armas entre Estados Unidos y México.
No se trata de un tráfico masivo que requiere transporte comercial terrestre o aéreo, sino de un tráfico en pequeña escala realizado por individuos.
Un hombre fue detenido y juzgado recientemente en El Paso, Texas, porque compró 49 pistolas y rifles de 12 distribuidores y fue detectado conduciendo hacia México poco después de las compras. Los cañones incluían Berettas de 9 mm y rifles semiautomáticos.
José Luis García Jr., de 34 años, fue sentenciado a tres años y medio en prisión por comprar cerca de 50 armas en Estados Unidos y llevarlas a México, informó este jueves el Departamento de Justicia (DOJ).
En ese lapso García vivía en México y llamó la atención de agentes federales porque a menudo cruzaba la frontera hacia Estados Unidos por sólo unas horas para comprar armas de fuego y luego regresaba a suelo mexicano.
García incluiría su dirección como 226 Holy Cross en El Paso en los formularios de Licencia Federal de Armas de Fuego, pero realmente vivía en Juárez, México, durante ese periodo, dijeron funcionarios federales.
Los funcionarios mexicanos dicen que esas armas están contribuyendo al aumento de las tasas de homicidio en el país y al empoderamiento de las organizaciones criminales transnacionales a las que se culpa por la mayoría de los 120 mil asesinatos reportados en México en los últimos tres años.
“Estimamos que medio millón de armas se trafican desde Estados Unidos a México cada año. El problema es que todo este armamento está llegando a las organizaciones criminales, dándoles una potencia de fuego muy fuerte para cometer todo tipo de delitos”, dijo Mauricio Ibarra Ponce de León, Cónsul General de México en El Paso a BorderReport.com.
Ibarra dice que México tiene leyes estrictas sobre armas y su única tienda de armas administrada por el ejército sólo emite un par de cientos de licencias de armas por año. Prácticamente todas las armas que se utilizan para cometer un delito provienen del extranjero, y siete de cada 10 llegan de Estados Unidos, según muestran los registros.
El 8 de agosto de 2020, García fue entrevistado por agentes federales que investigaron si tenía en su poder alguna de las 49 armas de fuego que había comprado. García respondió que no tenía armas de fuego en ese momento.
El pasado 11 de agosto, un jurado federal declaró a García culpable de un cargo de tráfico de armas de fuego sin licencia.
La Corte condenó a García a pasar 41 meses en una cárcel federal, indicó el DOJ.
La Fiscal federal Ashley C. Hoff dijo en un comunicado que el DOJ procesa agresivamente las violaciones relativas de armas de fuego, “particularmente cuando las armas de fuego se colocan en manos de personas prohibidas o se trafican a México”.
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Por su parte Taekuk Cho, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en El Paso, advirtió que “el tráfico ilegal de armas de fuego y municiones en Estados Unidos a menudo resulta en que las armas caigan en manos de Organizaciones Criminales Transnacionales en México”.
“Esta actividad ilícita no sólo alimenta el crimen, sino que también ayuda a provocar violencia en ambos lados de la frontera”, agregó.
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