El Presidente electo de Estados Unidos declaró que la postura del Presidente Donald Trump, de no reconocer su victoria en las elecciones, es «vergonzosa»; aseguró que eso no impedirá hacer una transición del Gobierno, que tomará a partir del próximo 20 de enero.
Washington, Estados Unidos, 10 de noviembre (EFE).- El Presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, tachó este martes de «vergonzoso» que el mandatario saliente, Donald Trump, se niegue a reconocer la derrota y pronosticó que eso será una mancha en el legado de su predecesor, pero no dificultará el proceso de transición.
En su primera rueda de prensa desde que se confirmó el sábado su victoria en las elecciones de Estados Unidos, Biden criticó la postura de Trump, quien no admite que perdió los comicios y sigue enzarzado en una fútil estrategia legal para disputar el resultado en varios estados clave.
«Simplemente creo que es vergonzoso, para ser muy franco. No ayudará al legado del Presidente (Trump)», dijo Biden.
Preguntado por si tenía un mensaje para Trump, el Presidente electo respondió: «Señor Presidente, espero hablar pronto con usted».
Today, the Trump Administration is in court, attempting to eliminate the Affordable Care Act. Tune in as I discuss how my administration will expand access to quality, affordable health care. https://t.co/JB5uwBTKnd
— Joe Biden (@JoeBiden) November 10, 2020
Sin embargo, Biden opinó que la negativa de Trump a reconocer la derrota «no tendrá muchas consecuencias» en el proceso de transición, y que él podrá desarrollar sin problemas los preparativos para su llegada al poder, prevista para el 20 de enero de 2021.
«Vamos a hacer exactamente lo mismo que estaríamos haciendo si él (Trump) hubiera reconocido» la derrota, afirmó el exvicepresidente.
Beginning on January 20th, Vice President-elect Harris and I are going to do everything in our power to ease the burden of health care on you and your families.
— Joe Biden (@JoeBiden) November 10, 2020
Aseguró que podrá arreglárselas sin tener acceso a información clasificada de inteligencia, como es la tradición para todos los presidentes electos, algo que describió como «útil» pero no imprescindible, porque todavía no tiene el poder necesario «para tomar decisiones sobre esos asuntos».
Biden no confirmó las informaciones de prensa que indican que su equipo estudia medidas legales para sortear el bloqueo impuesto por Trump al equipo de transición.
También afirmó que tiene los fondos necesarios para hacer frente al proceso sin la ayuda de la Administración de Servicios Generales (GSA), un organismo que depende del Gobierno federal.
La certificación rutinaria del ganador de las elecciones por parte de la GSA, que aún no ha reconocido la victoria de Biden, permite al equipo del Presidente electo acceder a recursos y a las agencias gubernamentales para preparar la transición.
La rueda de prensa de Biden fue improvisada y se produjo después de que el Presidente electo diera un discurso para defender la reforma sanitaria de 2010 conocida como Obamacare, horas después de que el tribunal supremo de Estados Unidos escuchara argumentos en un caso que pretende invalidarla.
«Este intento (de los republicanos de tumbar Obamacare) es, en mi opinión, simplemente cruel», aseguró Biden sobre la audiencia de este martes en el Supremo, en la que la mayoría de los jueces insinuaron que no están a favor de derogar esa ley.