Un quinta caravana migrante de personas procedentes de Centroamérica fue detenida por Policías Federales en Chiapas, estado al que se acercaron para bordear el puente fronterizo Talismán, conocido también como Suchiate II, porque es el segundo puente que atraviesa ese río, frontera natural entre México y Guatemala.
Los migrantes escogieron la ruta de El Carmen Malacatán –y no la de Tecún Umán, por donde habían estado pasando las primeras tres caravanas migrantes– porque esta zona, hasta ahora, había tenido una menor vigilancia por parte de autoridades mexicanas que buscan detener el éxodo centroamericano.
Organizaciones civiles señalan que la presencia de agentes de seguridad que vigilan la migración de miles abona a la criminalización de las personas migrantes y refugiadas, y al detrimento de su estado anímico.
Por Ángeles Mariscal
Chiapas/Ciudad de México, 10 de noviembre (Chiapas Paralelo/SinEmbargo).– Una quinta caravana de personas migrantes entró ayer a México, pero no logró estar en el país más de tres horas. Policías Federales los interceptaron y retuvieron, para luego trasladarlos a la ciudad de Tapachula, Chiapas, desde donde, de no tramitar una solicitud de refugio, los deportarán a sus países de origen.
Se trata de unas 250 personas centroamericanas, la mayoría provenientes de El Salvador. El grupo está conformado por hombres, mujeres, niños y niñas, quienes llegaron a la ciudad de El Carmen Malacatán, del departamento San Marcos, en Guatemala, esta es una ciudad fronteriza con México.
Desde ese lugar, bordearon el puente fronterizo Talismán, conocido también como Suchiate II, porque es el segundo puente que atraviesa ese río, frontera natural entre México y Guatemala.
Los migrantes escogieron la ruta de El Carmen Malacatán –y no la de Tecún Umán, por donde habían estado pasando las primeras tres caravanas migrantes– porque esta zona, hasta ahora, había tenido una menor vigilancia por parte de autoridades mexicanas que buscan detener el éxodo centroamericano.
Lo que sería la quinta caravana migrante bordeo la zona por el paso de extravío denominado La Canastilla, y alrededor de las 7:30 horas de ayer cruzaron y emprendieron el viaje por las carreteras de Chiapas.
Sin embargo, cuando apenas llevaban unas tres horas de viaje sobre la carretera Panamericana, al menos un centenar de policías federales les cerraron el paso, impidiendo que avanzaran y que se escaparan por las laderas.
Bajo el argumento de que la vida de los migrantes corría peligro por transitar por la carretera, los obligaron a subirse a camiones para trasladarlos a la ciudad de Tapachula, en donde está la Estación Migratoria Siglo XXI.
Los policías y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) les dijeron que podían buscar entrar de manera documentada al país, es decir, hacer una solicitud de refugio, que en los hechos les impediría salir del estado de Chiapas.
De negarse, los integrantes de lo que sería la quinta caravana migrante serán deportados a su país de origen.
El pasado jueves, el cónsul de México en Tecún Uman, Mauricio Ituarte, les informó a los migrantes que no había paso libre en México.
Apenas el jueves pasado, organizaciones que conforman el Grupo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en Chiapas, entre ellos el Servicio Jesuita a Refugiados y el Servicio Jesuita a Migrantes, dio a conocer que agentes de la Policía Federal, Gendarmería Nacional, Secretaría de Marina, del INM y policías municipales, mantienen retenes y multiplicaron la vigilancia en la zona fronteriza donde han cruzado las caravanas.
La presencia de todos estos cuerpos de seguridad –señalaron– abona a la criminalización de las personas migrantes y refugiadas, y al detrimento de su estado anímico.
También informaron que pese a que el Presidente Enrique Peña Nieto a los migrantes adscribirse al programa “Estás en tu Casa”, y por esta vía ofrecer empleo a migrantes que solicitaran refugio, no hay claridad sobre la puesta en marcha del proyecto, el monto salarial que recibirían, la jornada de trabajo que deberán cubrir y el tiempo de duración del empleo.