El defensa de origen senegalés, Patrice Evra, acuerda con el Olympique de Marsella rescindir su contrato tras la sanción de la UEFA debido a la agresión en contra de un aficionado durante un partido de la Liga Europea en Portugal.
París, 10 nov (EFE).- El Olympique de Marsella anunció la rescisión amistosa «con carácter inmediato» del contrato del defensa Patrice Evra, tras haber sido sancionado hasta final de temporada por la UEFA por propinar una patada a un aficionado antes de un encuentro de la Liga Europa.
El club, que destacó el papel desempeñado por Evra en la recuperación del equipo desde su llegada en enero de 2017, aseguró que el jugador cometió en Guimaraes un error «irreparable» que no se justifica por «las provocaciones indignas de un puñado de individuos».
El Marsella señaló que, por su experiencia, Evra debía tener un comportamiento ejemplar «que inspirara a los jóvenes».
«En ese contexto ya no se daban las condiciones para que Patrice Evra pudiera cumplir su misión de forma serena y, sobre todo, eficiente. Las dos partes acordaron cesar su colaboración de común acuerdo», agregó.
El Marsella también criticó la actitud de un grupo de aficionados que «insultaron y amenazaron verbalmente con una inusitada violencia al jugador y a su familia, después invadieron el campo en contra de la reglamentación».
«Estos comportamientos, que exponen al club a sanciones, no tienen espacio en las tribunas de un estadio de fútbol y, en particular, en el del Olympique de Marsella, donde el amor por su equipo y el apoyo a sus jugadores convierten a su afición en el mejor jugador número 12 de Francia y una referencia europea», agregó.
El lateral fue sancionado hoy por la Comisión de Control y Disciplina de la UEFA, que le suspendió por el resto de la temporada para toda competición europea de clubes y le impuso una multa de 10 mil euros.
Evra fue expulsado el pasado día 2 antes del duelo de la cuarta jornada de la Liga Europa jugado en Portugal contra el Vitoria (1-0), ya que al escuchar los comentarios de un aficionado de su equipo se dirigió hacia donde estaba situado éste, tras una valla de publicidad en uno de los fondos del estadio Afonso Henriques de Guimaraes, y le dio una patada en la cabeza.
El jugador fue conducido después a los vestuarios y a continuación el árbitro le mostró la tarjeta roja por su acción.
