Teherán, 10 oct (EFE).- La República Islámica de Irán jamás ha impedido la presencia de los inversores estadounidenses en el país, afirmó hoy el presidente iraní, Hasan Rohaní, y recordó que los obstáculos han sido por parte de EU, así como el embargo que comenzaron a imponer al país.
En una conferencia internacional sobre las políticas industriales y comerciales para el desarrollo de las exportaciones y el empleo, Rohaní apostilló que «jamás Irán ha impedido la presencia de los inversores estadounidenses en el país y siempre han sido ellos quienes han comenzado con las sanciones», informó la agencia local iraní de noticias, ISNA.
Explicó que durante su ultimo viaje a EU, que se llevó a cabo en septiembre para asistir a la Asamblea General de la ONU, invitó a los inversores estadounidenses «a invertir en Irán» en caso de que puedan «eliminar sus trabas internas».
Cuando se habla de los problemas de la presencia de los emprendedores estadounidenses en el país, las dificultades no son de parte de Irán sino que surgen de «la otra parte», dijo Rohaní.
A este respecto, reiteró que la meta de Irán con el histórico acuerdo nuclear con las grandes potencias mundiales ha sido crear un nuevo ambiente tanto en la región como en el mundo.
«No hemos buscado el acuerdo nuclear para solucionar solo el problema nuclear, sino que buscábamos crear un nuevo ambiente en la región y en el mundo», dijo Rohaní.
El pasado 1 de octubre, el Gobierno iraní informó de que había aprobado un nuevo modelo de contratos para la industria petrolera del país diseñado para atraer a empresas de todo el mundo, entre otras las de EU, aunque aclaró que no será revelado hasta noviembre, cuando está prevista una conferencia a la que están invitadas las mayores compañías petroleras del mundo.
Con la puesta en marcha del acuerdo sobre el programa nuclear iraní alcanzado entre el país asiático y las potencias del Grupo 5+1 (EEUU, Francia, Rusia, China, Reino Unido y Alemania), que prevé eliminar las sanciones que lastran su economía, Irán pretende presentar bajo los nuevos contratos hasta 50 proyectos de inversión por unos 40.000 millones de dólares.
Delegaciones de numerosos países ya pasaron por Teherán para expresar su interés, entre ellas los responsables de empresas petroleras como Repsol, ENI, Total, Lukoil y Statoil, que están reabriendo sus oficinas en el país, mientras que la anglo-holandesa Shell también expresó su deseo de volver a Irán.
