Leylah Fernández podría darle a Canadá apenas su segundo título del U.S. Open en la rama de mujeres.
NUEVA YORK, 10 de septiembre (AP) — La primera semifinal de Grand Slam de Leylah Fernández, en el Abierto de Estados Unidos, apenas días después de cumplir 19 años, empezó a los tumbos.
La canadiense salió del hoyo para irse al frente, pero su rival Aryna Sabalenka llevó el partido al límite, en un electrizante tira y afloja en el tercer set. Fernández no se inmutó.
¿Para qué hacerlo a esta altura? El aplomo de la tenista de padre ecuatoriano parece infinito, al igual que su potencial. Y no hay oponente, sin importar su palmarés o ránking, que le resulte imposible de doblegar.
Veloz de piernas y creciéndose en los momentos decisivos, Fernández derrotó 7-6 (3), 4-6, 6-4 a la bielorrusa Sabalenka — la segunda cabeza de serie — la noche del jueves en el estadio Arthur Ashe y ahora irá por un título de Grand Slam.
Su adversaria será otra adolescente.
La británica Emma Raducanu, de 18 años y ubicada en el número 150 del ranking, se impuso más tarde sobre la griega Maria Sakkari (17ma preclasificada), por 6-1, 6-4.
Número 73 del escalafón, Fernández encadenó su cuarta victoria seguida en tres sets frente a una rival preclasificada. Primero dio cuenta de Naomi Osaka (3ra), la campeona del torneo en 2018 y 2020. Luego superó a Angelique Kerber (16ta), la monarca de 2016. Después dejó en el camino a Elina Svitolina (5ta) y ahora a Sabalenka.
“Son años y años de trabajo duro, lágrimas y sangre”, dijo Fernández al referir el secreto para el despegue de su carrera. “Hay que hacer sacrificios dentro y fuera de la cancha”.
Ahora, podría darle a Canadá apenas su segundo título del U.S. Open en la rama de mujeres. El primero llegó recién en 2019, con Bianca Andreescu.
Jorge, el padre de Fernández, es también su entrenador, aunque no está con ella en Nueva York, sino que le brinda consejos durante sus conversaciones telefónicas diarias. La madre es canadiense de raíces filipinas, y la familia reside actualmente en la Florida.
Será desde luego una final inédita. De hecho, ninguna de las cuatro semifinalistas había disputado jamás un duelo por un cetro en torneos del Grand Slam.
La última vez que dos adolescentes se midieron en una final de un major fue en el US Open de 1999. En aquel entonces, Serena Williams, de 17 años, derrotó a Martina Hingis, de 18.
Raducanu es la primera tenista en la era profesional que ha llegado a una final de un certamen del Grand Slam tras disputar la fase clasificatoria. Apenas en su segundo major, ganó los 18 sets que disputó en tres duelos clasificatorios.
Luego, ganó seis duelos en el cuadro principal.
“El tiempo ha avanzado muy rápido aca en Nueva York. Simplemente me he concentrado en un día a la vez”, dijo Raducanu. “Y sin darme cuenta, estoy en la final. No lo puedo creer”.
Nadie puede.
Fernández, quien cumplió los 19 años recién el lunes ganó una semifinal de vaivenes, en que el público no dejó de alentarla con coros y aplausos.
“Me alegro que, sin importar lo que estoy haciendo en la cancha, a la gente le encanta. Y a mí también”, dijo Fernández. “Digamos que ha sido algo mágico”.
Al final del primer set y de nuevo en el tercero, fue Sabalenka quien permitió que se le escapara el control del partido. En el último game, cometió dos faltas dobles seguidas, para ceder un match point. Luego, su tiro de derecha se fue muy largo.
“Esto es lo que conocemos como presión”, reconoció.
El sábado, Fernández y Raducanu chocarán por vez primera en un partido al nivel de la gira de la WTA. Su más reciente duelo se remonta a la categoría juvenil de Wimbledon en 2018.
Raducanu ganó aquel encuentro de segunda ronda. Poco más de tres años después, volverá a ver a Fernández, con mucho más en juego.