Kolésnikova, que hoy está siendo interrogada en el centro de reclusión en el que se encuentra, fue arrestada seguidamente por intento de abandonar ilegalmente Bielorrusia y posteriormente convertida en sospechosa en un caso abierto por «llamamientos» contra la seguridad nacional y la desestabilización del país.
Moscú, 10 sep (EFE).- La líder opositora bielorrusa María Kolésnikova, actualmente en prisión preventiva, pidió hoy al Comité de Investigación que abra un caso penal contra los servicios de seguridad por haberla amenazado con quitarle la vida y con una condena de prisión de hasta 25 años si no abandonaba el país.
La abogada de Kolésnikova, Ludmila Kazak, entregó este jueves una declaración de su clienta al responsable del Comité, Iván Noskévich, para que abra un caso por el secuestro por personas desconocidas de la líder opositora, la presión psicológica que se ejerció sobre ella, las amenazas a su vida y el intento de expulsarla forzosamente del país, de acuerdo con la oficina del exbanquero opositor Víktor Babariko.
La dirigente opositora, miembro del presídium del Consejo Coordinador para el traspaso del poder, fue secuestrada el lunes en el centro de Minsk por varios enmascarados que la subieron a un minibús y la llevaron a un destino desconocido.
Al día siguiente fue llevada a la frontera con Ucrania junto a otros dos opositores para obligarla a abandonar el país, según denuncia, pero para evitarlo rompió su pasaporte.
Kolésnikova, que hoy está siendo interrogada en el centro de reclusión en el que se encuentra, fue arrestada seguidamente por intento de abandonar ilegalmente Bielorrusia y posteriormente convertida en sospechosa en un caso abierto por «llamamientos» contra la seguridad nacional y la desestabilización del país.
La líder opositora ha sido una de las últimas caras visibles del Consejo Coordinador en las protestas pacíficas que cada día exigen en las calles de Bielorrusia la dimisión del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, que ganó las elecciones del pasado 9 de agosto con un 80,1 % de los votos, resultado considerado fraudulento por la oposición y buena parte de la comunidad internacional.
En su declaración remitida por su abogada al Comité de Investigación, la líder opositora identifica a empleados específicos del KGB y del Grupo de Lucha contra el Crimen Organizado y la Corrupción (GUBOPik), del Ministerio del Interior, como los autores de los delitos «de secuestro, encarcelamiento ilegal y amenazas a la vida» estipulados en el Código Penal bielorruso.
«Estas personas amenazaron con quitarme la vida. En particular se dijo que si yo no abandonaba voluntariamente el territorio bielorruso aún así me expulsarían viva o a pedazos. Hubo también amenazas de encarcelamiento de hasta 25 años y de organizar problemas para mí en centros de detención», afirma.
«A la vista de que no di el consentimiento requerido, fui metida en una celda, donde me mantuvieron durante una hora», añadió.
Posteriormente agentes del KGB le cubrieron la cabeza con un saco, la introdujeron en un minibús y la llevaron a la frontera para expulsarla de Bielorrusia. Cuando Kolésnikova rompió su pasaporte fue metida de nuevo en un coche y trasladada a un puesto de control hasta la tarde del miércoles.