Los grupos criminales de México muchas veces obtienen estas armas mediante “compras por parte de terceros”, personas sin antecedentes penales reclutadas para comprar las armas.
Por Zachary Goodwin
Ciudad de México, 10 de septiembre (InSightCrime).– Un reciente informe de las Naciones Unidas muestra que los traficantes transportan armas de Estados Unidos a México en pequeñas cantidades, incluso una sola arma por vez, en contravía con las tendencias globales de tráfico de armamento.
En su nuevo informe anual sobre tráfico global de armas de fuego, la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito (ONUDD) señaló que los datos de decomisos de 2016 a 2017 indican que el flujo de armas de fuego en la frontera mexicano-estadounidense “parece presentarse en lotes individuales de menor tamaño que el patrón global general”.
En todo el mundo, los decomisos excepcionalmente grandes —que se definen como decomisos de 18 o más armas— representan cerca de la mitad del total incautado en las fronteras. Sin embargo, en la frontera entre México y Estados Unidos, las incautaciones inferiores a seis armas constituyen entre el 60 y el 70 por ciento del total. El de mayor tamaño fue de una de 60 armas, mientas que los demás fueron de menos de 20, y casi la mitad comprendían una sola arma.
Este movimiento de armamento en cargamentos constantes y pequeños se conoce como “tráfico hormiga”. Aunque los contrabandistas parecen no tener relación con grupos criminales, la gran escala del tráfico hormiga entre Estados Unidos y México y la evidencia de que muchas veces las armas se adquieren de un proveedor centralizado, pero luego se dispersan para su transporte, indican que hay participación de grupos mexicanos de crimen organizado.
Un análisis de los comunicados de prensa de la Patrulla de Aduanas y Fronteras (CBP) de Estados Unidos entre los meses de mayo y julio indican que los decomisos de una a dos armas de fuego fueron comunes, principalmente en los puntos de ingreso y salida de Yuma, Arizona y Del Río, Texas.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
El flujo constante de pequeños cargamentos de armas adquiridas en Estados Unidos hacia México es resultado de diversos factores, incluida la facilidad de adquisición de armas de fuego en los estados del sur y el movimiento masivo de vehículos por la frontera.
Según Eugenio Weigend Vargas, director asociado para la Prevención de Violencia Armada en el Centro para el Mejoramiento de la Vida de los Estadounidenses (Center for American Progress), la condición de la frontera mexicano-estadounidense como centro de tráfico facilita que los traficantes escondan cantidades pequeñas de armas en vehículos que se dirigen hacia el sur.
“Es muy fácil cruzar de Estados Unidos a México sin tener que responder preguntas, en ocasiones incluso sin mostrar un pasaporte”, declaró Weigend Vargas en diálogo con InSight Crime.
Además de eso, las tiendas de armas son muy numerosas en el suroeste estadounidense. Existen más de siete mil distribuidores de armas con licencia federal sólo en Texas, frente a uno en todo México.
“En otros lugares el mundo en los que no hay ese tipo de vendedores al por menor, los grupos armados se ven obligados a recurrir a los mercados negros, donde es más probable que los vendedores hagan transacciones por cantidades mayores”, anotó John Lindsay-Poland, coordinador del proyecto No más armas estadounidenses hacia México (Stop US Arms to Mexico), en intercambio con InSight Crime, y agregó que las leyes y la cultura de Estados Unidos hacen del “tráfico hormiga el método más viable para conseguir estas armas”.
Los grupos criminales de México muchas veces obtienen estas armas mediante “compras por parte de terceros”, personas sin antecedentes penales reclutadas para comprar las armas.
Una investigación del Houston Chronicle, de agosto de 2020, rastreó 27 armas usadas en un tiroteo del Cártel de Coahuila hasta el sur de Texas. Allí, las autoridades descubrieron que un comprador reclutado había comprado 156 armas en la misma tienda de armas en un lapso de seis meses. Por lotes, este vendió las armas a los traficantes, quienes las pasaron ilegalmente por la frontera y las revendieron a los carteles con un margen de ganancia del 300 por ciento.
Según el Centro para el Mejoramiento de la Vida de los Estadounidenses, los estados fronterizos también han presentado un incremento del robo de armas de tiendas con licencia.
En el último tiempo, el tráfico fronterizo diario en la frontera entre México y Estados Unidos se ha ralentizado por causa de la pandemia del coronavirus, lo que tendría un efecto moderador temporal en el movimiento transfronterizo de armas. Al mismo tiempo, en el primer semestre de 2020, ha habido un incremento repentino de los robos a mano armada, suicidios con arma de fuego y delitos perpetrados con armas.
“Se observan los problemas que suelen estar asociados con mayores volúmenes de compras de armas en Estados Unidos”, comentó Weigend Vargas a InSight Crime. “Así que hay razones para creer que el tráfico de armas aumentará”.