«La acumulación de bajo crecimiento y la suma de recortes a un presupuesto austero y subejercicios harán que el 2021 sea un año mucho más difícil para el gobierno, pero si hay una desaceleración en Estados Unidos el escenario crítico podría adelantarse», indicó Ariane Ortiz-Bollin, analista soberana de Moody’s.
Ciudad de México, 10 de septiembre (Economía Hoy).– Si el 2019 ha sido un año complicado y para el 2020 pinta el mismo panorama, de acuerdo con la calificadora Moody’s el 2021 sería un año aún más crítico para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
«La acumulación de bajo crecimiento y la suma de recortes a un presupuesto austero y subejercicios harán que el 2021 sea un año mucho más difícil para el Gobierno, pero si hay una desaceleración en Estados Unidos el escenario crítico podría adelantarse», indicó Ariane Ortiz-Bollin, analista soberana de Moody’s.
A través de una conferencia telefónica la analista explicó que el Gobierno va a preferir realizar recortes y subejercicios antes que aumentar deuda, «sabemos que es una prioridad muy importante para el Gobierno evitar el aumento de la deuda».
Dijo que el crecimiento económico y el nivel de la deuda son los principales elementos que están evaluando para recortar la calificación crediticia de México.
La analista dijo que los supuestos de crecimiento económico y de producción de petróleo incluidos en el Paquete Económico 2020 son optimistas lo que implica una sobreestimación de los ingresos gubernamentales para el próximo año.
Ortiz-Bollin explicó que la austeridad del gobierno puede ocasionar que se quede sin espacio fiscal para realizar más recortes al gasto, además como han anunciado que planean utilizar los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) para resarcir la caída de ingresos de este y el año que sigue, por lo que la analista indicpo que sería necesario tomar más deuda.
Moody’s estima que el siguiente año México crecerá 1.5 por ciento, esa estimación está en el límite del rango estimado por parte del gobierno que es de 1.5 por ciento a 2.5 por ciento.
Además, a pesar de que el gobierno recortó su meta de superávit de 1.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a 0.7 por ciento, la analista prevé que es muy similar al establecido para este año, lo que implica un ejercicio fiscal austero que difícilmente permitirá acelerar la actividad económica.