En México, donde cuatro de cada 10 personas vive en situación de pobreza, ocho millones de trabajadores ganan el salario mínimo de 80.04 pesos al día. Sin embargo, el salario mínimo real –que ya considera el aumento en los precios de bienes y servicios– fue de 63.50 pesos en junio, un 20.66 por ciento menos, de acuerdo con datos de la Conasami e Inegi.
La Coparmex, que ha solicitado un incremento del salario, expuso que si se aumenta a 92.62 pesos el próximo año, se cubriría el 98.6 por ciento de la línea de bienestar (canasta básica y servicios) establecida por el Coneval, es decir, mil 856 pesos en la zona rural y dos mil 857 pesos en la zona urbana al mes por persona. Con el actual solo se cubre el 85 por ciento.
Ciudad de México, 10 de septiembre (SinEmbargo).– El salario mínimo nominal que ganan ocho millones de trabajadores es de 80.04 pesos en este año, el tercero más bajo en América Latina, pero el salario mínimo real –que considera el incremento en la tasa de inflación durante este año– fue de 63.50 pesos en junio, un ingreso por debajo de la línea de bienestar, de acuerdo con las cifras más actualizadas de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En junio de 2016, cuando el salario mínimo nominal era de 73.04 pesos diarios, el real era de 61.73 pesos considerando los precios de bienes y servicios, esto es, 11.31 pesos menos (15.48 por ciento). Este año la diferencia es de 16.54 pesos (20.66 por ciento).
«Tenemos el salario mínimo deprimido desde 1990 y ha perdido su poder adquisitivo en un 80 por ciento. Es alarmante que los aumentos salariales no se han hecho de acuerdo a la inflación; no se ajustan para alcanzar la paridad», dijo el economista Sergio Saldaña. «A nadie le dicen ‘te hemos reducido tu salario’, pero al no realizar los aumentos salariales proporcionalmente a los inflacionarios, te lo reducen. ¿Dónde están los sindicatos y los partidos populares para defender el ingreso?».
Existen tres vías de aumento de competitividad: la innovación científica y el desarrollo tecnológico, aumento de infraestructura productiva, y la reducción de salarios. Pero en México esta tercera fuente es predominantemente la que más han usado las empresas, con lo cual se castiga a los trabajadores y al consumo, consideró.
Luego de los gasolinazos y la depreciación de la moneda frente al dólar en los primeros meses del año, la inflación –el aumento generalizado y continuo en los precios de bienes y servicios– se ubicó en una tasa anual de 6.66 por ciento en agosto, la más alta desde 2001. Los especialistas consultados por el Banco de México (Banxico) estiman que termine el año en 6.24 por ciento, pero con tendencia a la baja en 2018. Aunque el economista Sergio Saldaña Zorrilla no lo descarta, destacó que es año electoral y el gasto público, que es inflacionario, se desatará.
«Una elevada inflación afecta en mayor medida a los grupos de población con menores recursos que, por lo general, tienden a mantener la mayor parte de sus ingresos en efectivo. Además, tiende a estar asociada con un deterioro en los salarios reales», expuso el Gobernador de Banxico Agustín Carstens Carstens a finales de agosto.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) presentó este verano a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) una propuesta que tiene como meta que hacia el 2030 el salario mínimo general sea entre 162.35 y 194.68 pesos diarios, lo que según sus estimaciones permitirá cubrir el ingreso necesario para satisfacer las necesidades del trabajador y su familia.
De acuerdo con la iniciativa privada, aproximadamente 428 mil personas que laboran en la economía formal reciben un salario mínimo general trabajando más de 40 horas a la semana, en tanto que en la economía informal 2.5 millones de personas reciben un salario mínimo, lo que representa un total de dos millones 928 mil.
Como primer paso, la Coparmex propuso a la Conasami que se estudie a fondo la posibilidad de aumentar a 92.62 pesos el salario mínimo el próximo año, con el fin de que recupere su poder adquisitivo real. El líder empresarial, Gustavo de Hoyos Walther, justificó que con ese incremento se cubriría el 98.6 por ciento de la línea de bienestar del Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo (Coneval) a julio de 2017.
Con el nivel actual de 80.04 pesos diarios sólo puede cubrirse el 85 por ciento de la línea de bienestar, la cual incluye una canasta de alimentos, bienes y servicios básicos. En la zona rural está en mil 856 pesos y en la zona urbana dos mil 857 pesos al mes por persona.
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BRECHA SALARIAL EN EL TLCAN
Respecto al salario de los 19 millones 172 mil trabajadores formales afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), fue de 337.37 pesos al día durante julio, de acuerdo con datos del IMSS.
A pesar de que en mayo, junio y julio se han registrado incrementos salariales contractuales de 4.7, 5.4, y 5.8 por ciento respectivamente, el salario contractual real ex post –que toma en cuenta la inflación anual– ha caído un -2.1, -1.8 y -1.9 por ciento en los meses referidos, revelan datos de Banxico.
Durante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las partes estadounidenses y canadienses han propuesto incluir un capítulo laboral por el tema de los bajos salarios en México, lo cual implica una ventaja competitiva para el país por los menores costos de mano de obra que implica para las empresas trasnacionales.
Al cierre de la segunda ronda celebrada en la Ciudad de México, el jefe de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer, reiteró que el nuevo TLCAN deberá beneficiar a los «más perjudicados» por el convenio trilateral, como los obreros, y mejorar las condiciones laborales en los tres países.
«Tenemos que atender las necesidades de aquellos perjudicados por el TLCAN actual, especialmente los trabajadores de manufactura», afirmó Lighthizer en un mensaje a medios. Confió en que «eleve los estándares de vida de los trabajadores de México y Canadá».
El Secretario de Economía, Ildelfonso Guajardo, dijo que «el objetivo de toda negociación comercial es tener un impacto favorable en la calidad de los empleos generados y en el nivel salarial». Pero ha recalcado que el tema salarial es un asunto interno.
El economista Sergio Saldaña dijo que además de no tener «autoridad» para negociar, las autoridades económicas mexicanas «no persiguen el beneficio nacional», en este caso caminar hacia la convergencia de salarios de los tres países, y son «piezas débiles» frente a los otros dos socios comerciales.
Por el momento, la brecha salarial entre los tres socios comerciales es marcada. Un trabajador en Canadá gana un salario mínimo de alrededor de 10 dólares canadienses la hora (aunque puede ir aumentando con la antigüedad), un trabajador en Estados Unidos gana el mínimo de 7.25 dólares la hora y un trabajador en México, donde cuatro de cada 10 habitantes vive en la pobreza, obtiene 80.04 pesos al día.