Estas medidas se encuentran en el marco del plan de ahorro energético propuesto por la Unión Europea, que busca que los países de Europa reduzcan su consumo energético en un 15 por ciento, a excepción de España y Portugal, que deberán reducirlo en un siete por ciento por la llamada «excepción ibérica».
MADRID, 10 de agosto (Ediziones).– Las medidas del plan de ahorro energético aprobadas por el Gobierno español, y que han entrado en vigor este miércoles, consisten en la regulación de los termostatos y del alumbrado.
A partir de hoy, el aire acondicionado en grandes superficies, comercios y edificios públicos no podrá estar por debajo de los 27 grados centígrados. En invierno, la calefacción también estará sometida a restricciones en estos lugares, y la temperatura no podrá superar los 19 grados. Para contribuir a preservar estas medidas, los edificios y los locales estarán obligados al cierre automático de las puertas a partir del 30 de septiembre.
Por otra parte, la iluminación de los comercios y sus escaparates pasa desde hoy a estar limitada hasta las 22:00 horas, momento en el que deben apagarse. Los espacios y edificios públicos deberán apagarse cuando no estén en uso.
¿A QUIÉNES AFECTAN?
Con carácter general, esta medida se aplicará a los edificios y espacios públicos, comercios y locales al estar sujetos al reglamento de instalaciones térmicas y al código de alumbrado, dependientes de las comunidades autónomas.
La normativa contempla excepciones para lugares donde sea necesario mantener una temperatura adecuada, como hospitales, gimnasios, centros educativos, industrias, cocinas o supermercados.
¿A QUÉ TERRITORIOS AFECTA?
Las medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno estarán vigentes en todo el territorio nacional.
¿DURANTE CUÁNTO TIEMPO ESTARÁN EN VIGOR?
Estas medidas en principio estarán vigentes hasta noviembre de 2023.
¿A QUÉ SANCIONES SE ENFRENTAN QUIENES NO LAS CUMPLAN?
Aquellos espacios que incumplan la normativa de ahorro energético aprobada por el Gobierno se enfrentarán a multas que podrán alcanzar los 60 mil euros en la inmensa mayoría de los casos, e incluso de entre seis y 100 millones de euros para las faltas más graves.
La Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, sin embargo, ha asegurado que se abre ahora un periodo transitorio en el que no habrá sanciones por el momento.
¿CUÁLES HAN SIDO LAS REACCIONES A ESTAS MEDIDAS?
La oposición al Gobierno se ha opuesto desde el primer momento a estas medidas. El PP ha solicitado al Ejecutivo una serie de informes que justifiquen las medidas y que explique el impacto que tendrán sobre la economía. También los gobiernos regionales del Partido Popular se han mostrado reticentes a aplicarlas, destacando la Comunidad de Madrid, donde el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso las recurrirá ante el Tribunal Constitucional por considerar que invade competencias autonómicas.
Por otra parte, comerciantes y hosteleros también han criticado el plan de medidas de ahorro energético, cuestionando su alcance real y alegando que supondrá una pérdida inevitable de clientes e ingresos.
¿SE ESTÁN LLEVANDO A CABO MEDIDAS SIMILARES EN OTROS PAÍSES?
Estas medidas se encuentran en el marco del plan de ahorro energético propuesto por la Unión Europea, que busca que los países de Europa reduzcan su consumo energético en un 15 por ciento, a excepción de España y Portugal, que deberán reducirlo en un siete por ciento por la llamada «excepción ibérica».
La situación de España, que no es tan dependiente del suministro de energía de Rusia, es diferente de la de otros países, que aunque han adoptado diferentes medidas, aún no tienen una normativa definida.
Francia ha decretado la prohibición de carteles luminosos a partir de la 1 de la madrugada, mientras que en Alemania (que recibe un tercio de su gas desde Rusia) ha instado a que se cumplan una serie de recomendaciones, como limitar la temperatura, mientras que las ciudades y regiones del país teutón están ya tomando sus propias medidas. Otras naciones directamente dependientes de la energía rusa como Italia, República Checa o Polonia, aún no tienen una estrategia definida para ahorrar energía.