Anna Ruiz es una chef especializada en la decoración de pasteles con fondant que cuenta con una trayectoria de 26 años en los que la paciencia, constancia, el esfuerzo y la pasión han sido la clave para alcanzar el éxito y trabajar con marcas como Louis Vuitton o Disney.
Ciudad de México, 10 de agosto (SinEmbargo).- Anna Ruiz es una reconocida chef mexicana especializada en la decoración de pasteles con fondant que siempre busca innovar y hacer su trabajo con mucha creatividad y pasión.
La Chef Anna Ruiz platicó a Mundano cómo fue que comenzó en el mundo de la pastelería, la docencia en su carrera y la situación actual de la decoración y la gastronomía en nuestro país.
Anna comenzó a la joven edad de 16 años a adentrarse en el mundo de la repostería cuando en busca de apoyar a su familia decidió hacer paletas de chocolate y brownies en su casa para venderlas en la escuela. «Empiezo en mi casa en el comedor de mis padres, una tía muy querida me presta dinero para invertir en mis primeros moldes de paletas, no sabía hacer una sola paleta, me quedaban terribles», cuenta la chef que además gregar que después aprendió «cómo hacer paletas bien hechas».
En casa de Ruiz su abuela y madre hacían pasteles para las fiestas familiares y ya usaban el fondant para decorarlos pero a ella nunca le atrajo sentarse a aprender con ellas.
«Empecé a tomar muchos cursos en Estados unidos y empiezo a ver que mi pasión es decorar pasteles, el detalle, la perfección, esta idea de crear cosas nuevas, innovar, todo esto lo descubro a los 16-17 años. Claro ya como ya sabía hacer paletas, allí empiezo a hacer mi propio negocio en casa de venderlas y bueno la gastronomía allí me empezó a gustar y la pastelería viendo todos los detalles que tiene como un arte, ya en decoración mejor para mí, entre más retos de decorar era mejor. Así empiezo y así descubro este mundo lleno de arte».
Lo que comienza como un tipo hobbie y una idea de ayudar se convirtió a su corta edad aquello que quería hacer y a lo que se quería dedicar.
Anna explica que a la par trabajó durante 14 años en Banco de México que le proporcionaba un sueldo fijo para poder invertir en los materiales que necesitaba para crear pasteles.
«Este Banco de México fue, como yo le digo, mi papá económico porque fue el que me ayudó a invertir en todos mis materiales, tenía un sueldo fijo, trabajaba yo en relaciones públicas y fue también mi motor y mi base y el complemento eran los pasteles por las tardes».
El amor por la decoración la llevó a estudiar pastelería, para poder tener las bases, en una escuela llamada Letty Gordon, de la que comentó ya está cerrada.
«Empecé al revés primero tuve el negocio y después la parte de la escuela, me salí del Banco de México después de 14 años porque ya llevaba yo 14 años haciendo pasteles a la par que ir al banco, aunado obviamente a eso recibía en eventos privados de bodas a personas, invitados, era edecán y yo tenía amigos que tenían trabajaos y yo iba a todos los trabajos, vendía ropa vendía pasteles, de todo; siempre he sido muy empresaria y siempre me ha gustado mucho compartir y los negocios y aprender desde muy chica», contó.
ANNA RUIZ STORE Y EL DECORADO
Después de dejar de trabajar en el Banco de México Anna comienza con la idea de Anna Ruiz Store, «ya de allí empieza el quiero poner mi tienda, ya quiero hacer mis cosas ya más en forma».
Después de usar el comedor de sus padres, el cuarto de servicio decide rentar un departamento abajo del departamento de sus padres donde tiene su primer equipo de trabajo, su primer empleado y su primera becaria, allí empieza a crecer su empresa, y posteriormente decide irse a Estados Unidos durante dos años a impartir clases.
«Es una trayectoria tan larga de mucho esfuerzo que me lleva a descubrir que mi pasión es esto, la decoración».
Anna Ruiz Store es el sueño materializado de la chef y ¿qué lo hace especial? «La creatividad y la ilusión y la pasión que se tiene por lo que hace, si no hay pasión no hay nada», explica Ruiz.
«El decorado significa para mi creatividad y pasión, si no hay eso no hay nada y creo que la pastelería es eso, tiene que salir de adentro o sea amor, si no tienes tampoco esa sensibilidad de proyectar lo que tú eres, porque también es mucho de esencia, habrá muchos pasteleros, muchos panaderos pero cada uno tiene su esencia y hay que respetarlos».
La chef Ruiz disfruta cuando le dejan elegir el tema porque le permite hacer volar su imaginación y creatividad pero, incluso, cuando le piden realizar el trabajo con ciertos colores o una temática en específico ella lo realiza con mucho gusto. Entre los pasteles que más recuerda se encuentran uno que realizó para Disney con muchos detalles y «garigoleado» u otro de una pirámide enorme; «yo creo que más te acuerdas cuando se te caen, cuando tienes más problemas, los dolores de cabeza que le daba a mis padres que no me quedaban al principio y eran unos dramas en la casa, esa es la verdad eran dramas porque eso nadie lo vive hasta que lo haces».
«Que me acuerde de Disney, de Louis Vuitton , que le hacía muchas cosas a ellos y hace poco hice unas roscas de las pistas de Porsche y estuvo divertido, hay proyectos muy divertidos que son mis grandes retos porque es creatividad tu cabeza sigue creando y te sigues moviendo, no te quedas allí».
LA DOCENCIA
Después de tomar diversos cursos se le da la oportunidad en nuestro país de dar clases en casa de sus padres y en una tienda a la que acudía a comprar las materias primas para sus creaciones a partir de allí otras tiendas la invitan a dar clases como en Belle Cuisine.
«Me ofrece una tiendita en Coyoacán dar clases, yo nunca había dado clases, pero empecé también a dar clases en el comedor de mis padres porque las mismas personas te iban diciendo ‘¿no sabes hacer paletas?’ pues ya sabía y después me empezaron a pedir clases de decoración de pasteles».
Actualmente Anna imparte diplomados y diversos cursos en Anna Ruiz Store, donde busca que sus alumnos comprendan la importancia de la dedicación y la paciencia para hacer lo que les apasiona. «Trato todos los días de dedicarles una frase que dice ‘con dedicación y paciencia encontrarás un mundo lleno de arte’, y yo lo he encontrado a base de mucho esfuerzo, 26 años de trabajo constante», dijo.
«Todos los días a mis alumnos trato de transmitirles estas tres cosas: dedicación, paciencia y esfuerzo, o sea sin dedicación no hay nada, sin pasión tampoco, si no te gusta lo que haces no hay nada. A veces nos arden los pies, nos arden las manos de trabajar y claro, nos quejamos y duele, pero eso cuando te apasiona no te pesa, y no es trabajo es un gusto».
Además, para ella es importante «que no pierdan el foco por lo que quieren» ya que para ser el mejor en lo que se desea realizar la mejor forma es con constancia.
Respecto al boom que han tenido los programas de televisión dedicados a la gastronomía Anna señala que esto ha ayudado a dar más visibilidad ala carrera pero también a hecho que muchas personas quieran estudiar esto sin sentir la pasión necesaria. «Yo tengo muchos becarios que llegan a hacer sus practicas y he descubierto que del 100 por ciento yo creo un 50 de verdad le apasiona la gastronomía y el otro 50 de verdad lo hace porque cree que la carrera es como jugar a la casita… ellos deben de entender o enseñarles que la gastronomía o cualquier carrera es un proceso largo, todos escalonamos día a día y creo que no están entendiendo».
LA PASTELERÍA EN MÉXICO
Respecto a la situación de la pastelería en nuestro país, la chef refirió que ahora existen opciones para aprender a decorar no sólo con crema sino con fondant, que es algo que hace años no existía lo que ha abierto las puertas a la creatividad.
«La pastelería ha sido muy avanzada sobre todo hoy en decoración, cuando yo empecé no había nada de fondant, todo era a base de crema, que no es mala y es muy rica pero no era fondant, ahora todo el mundo ha implementado el fondant, más creatividad, más manual, hay muchas personas que no han estudiado pastelería pero son grandes arquitectos que ahora son muy buenos pasteleros creando cosas muy bonitas y han descubierto su pasión, mucha gente viene aquí a tomar clases y yo les plasmo que cuando yo empecé no había nada y que ahora hay mucho».
Sin embargo, destacó que tras participar en diversas exposiciones de decoración que se realizan en Europa ha podido notar que aún hace falta perfección en cada creación y en los pasteles mexicanos.
«Yo veo la pastelería muy al día aunque nos falta perfección, que a mí me gusta mucho, yo digo bueno si todos hacemos pasteles de fondant por qué no los hacemos perfectos o por qué no los hacemos bien, finos».
Anna Ruiz explicó que es importante la vanguardia en la decoración y no sólo es hacer pasteles «es tener creatividad y estilo y esta sensación feeling, esta onda de que si no tienes buen gusto tienes que aprender a combinar colores por ejemplo, los colores son básicos en un pastel, yo soy muy visual, tú llegas y si un pastel no te atrae de impacto, es como cuando te gusta alguien, una pareja, te gusta y te gustó de un inicio, es lo mismo con un pastel entonces debes tener mucho arte, mucha paciencia también para los colores».