A César Duarte Jáquez, ex Gobernador de Chihuahua y ahora perseguido incluso por la Interpol por prácticas de corrupción y desvío de recursos públicos, el PRI le está dando “trato preferencial”, acusan priistas de la corriente interna Solidaridad.
La solicitud de expulsión de Duarte Jáquez –que este grupo de priistas presentó hace ya casi un año– prescribe el próximo 22 de julio, y esta omisión, afirman, promueve aún más el deterioro de la imagen del tricolor.
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Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).– El ex Gobernador priista de Chihuahua, César Duarte Jáquez, no sólo es el único de los ex mandatarios perseguidos penalmente que todavía continúa prófugo de la justicia. Al mismo tiempo, en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) está por cumplir un año sin resolución una solicitud de expulsión presentada en su contra desde el 22 de julio de 2016.
“Hay negligencia de parte de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria para resolver la suspensión y la expulsión de César Duarte”, dijo Armando Barajas Ruiz, integrante del actual Consejo Político Nacional del PRI y autor de la solicitud de expulsión contra el ex mandatario chihuahuense.
“Se le está dando un trato preferencial, porque, con los elementos que existen, desde que se presentó la solicitud de expulsión el 22 de julio del año pasado, a los que existen este momento –que son públicos y notorios, como las órdenes giradas por los jueces para su detención, lo mismo que la ficha roja que presentó la Interpol para su detención–, son suficientes para demostrar la falta de probidad que establecen los estatutos para su suspensión como militante, y no lo han hecho”, agregó Barajas, también presidente de la corriente interna denominada Solidaridad.
El abogado explicó que, de acuerdo con las reglas del partido, la solicitud de expulsión contra el ex mandatario chihuahuense prescribirá al cumplir un año el próximo 22 de julio, por lo que, el pasado 5 de julio, presentó un escrito ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria con el fin de denunciar la omisión y advertir que ésta promueve el deterioro de la imagen del tricolor.
“Como se puede apreciar, esta H. Comisión Nacional en el presente asunto deja de observar dichos principios (acceso a la justicia) y, con ello, como ya se ha manifestado, sólo contribuye a que la imagen del Partido se deteriore día con día, ya que deja de sancionar las conductas contrarias a los principios y ejes rectores de nuestro instituto político y del país”, dice Barajas en su carta.
La expulsión de César Duarte fue parte de una serie de peticiones de procedimientos internos en el partido contra los entonces todavía mandatarios priistas con las mayores denuncias de corrupción, como el veracruzano Javier Duarte de Ochoa y el quintanarroense Roberto Borge Angulo, ambos ya expulsados del PRI.
Entre sus argumentos para pedir la expulsión, Barajas mencionó que las prácticas de corrupción atribuidas a los tres ex mandatarios –que además dejaron las deudas públicas más abultadas del país– fueron causa de las derrotas del tricolor en junio de 2016.
“Constituyen un hecho público y notorio y que influyeron negativamente en las elecciones constitucionales locales en perjuicio de nuestro instituto político”, dice el texto de la demanda.
El primero en ser expulsado fue Duarte de Ochoa, cuyo procedimiento concluyó en la Comisión de Justicia Partidaria desde septiembre, mientras que Borge Angulo fue expulsado oficialmente el pasado mes de junio.
Cuestionado desde octubre por la falta de avances en el caso de Duarte Jáquez, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, dijo desde entonces ante los medios que los procedimientos estarían resueltos antes de que acabara 2016.
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CÉSAR DUARTE SE ESCABULLE
El ex mandatario, sin embargo, no sólo ha logrado evadir dos órdenes de aprehensión otorgadas por tribunales mexicanos –una por peculado solicitada por la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, y otra por probables delitos electorales promovida por la Procuraduría General de la República (PGR)–, sino que también permanece intocado en sus derechos como militante priísta.
“Si nosotros estamos poco a poco librándonos de los malos funcionarios emanados del partido, y hemos dado un mensaje a la sociedad civil de que se está actuando, pues esto nos frena de que la sociedad civil en un momento dado tome en cuenta lo que ya se ha venido realizando con otros personajes”, dijo Barajas.
Luego de estar al frente del Ejecutivo estatal de Chihuahua entre octubre de 2010 y octubre de 2016, Duarte Jáquez se convirtió en prófugo de la justicia desde marzo pasado, cuando el Gobierno estatal actual, a cargo del panista Javier Corral Jurado, obtuvo una orden de aprehensión en su contra por el delito de peculado en perjuicio de la Administración pública que, de acuerdo con la Fiscalía estatal, “le generó ganancias ilícitas por más de 400 millones de pesos”.
La investigación del estado es parte de la “Operación Justicia para Chihuahua”, que ha llevado ante tribunales a diez presuntos cómplices del ex mandatario estatal. También, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) de la PGR informó el 30 de junio pasado que había obtenido otra orden de aprehensión contra el ex mandatario, ante indicios de desvío de recursos públicos del estado para actividades y campañas del tricolor.
Datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por su parte, indican que el ex mandatario dejó pendiente de aclarar el destino de más de mil millones de pesos.
Tanto Duarte de Ochoa como Duarte Jáquez y Roberto Borge fueron elogiados en mayo de 2012 por el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto, que los mencionó como ejemplo del proceso de “renovación interior” que vivía el PRI.
“Tú observas hoy los gobernadores de la gran mayoría de las entidades son jóvenes o actores de la nueva generación política: el Gobernador de Quintana Roo, Beto Borge; el Gobernador de Veracruz, Javier Duarte; César Duarte, Gobernador de Chihuahua…”, dijo Peña Nieto en mayo de 2012, cuando, en una entrevista de televisión, se le pidió poner “nombres” a su afirmación de que el partido se estaba renovando.