Tras revisar el diario con tácticas de combate que encontraron el domicilio del agresor, los agentes han concluido que el autor del ataque «obviamente tenía algún tipo de delirio».
Dallas (AP).- El hombre que mató a cinco policías de Dallas se mofó de las autoridades durante dos horas de negociaciones, se reía de ellos y cantaba, e incluso llegó a preguntar a cuántos agentes había matado, informó el jefe de la policía el domingo.
Micah Johnson, de 25 años de edad, y veterano del ejército, insistía en hablar con un negociador negro y escribió con sangre en las paredes del garaje donde los agentes lo acorralaron y más tarde lo mataron mediante un explosivo a control remoto, precisó David Brown en declaraciones al programa «State of the Union», de la cadena CNN.
Johnson, quien al parecer resultó herido en un intercambio de disparos con la policía, escribió las letras «RB» y otras marcas, pero se desconoce su significado. Los investigadores están buscando pruebas en la casa de Johnson, en los suburbios de Dallas, para tratar de averiguar qué podrían significar esas letras, agregó Brown.
El jefe policial defendió la decisión de matar a Johnson mediante una bomba colocada por un robot, al afirmar que las negociaciones no avanzaban y que los agentes no podían acercarse más sin ponerse en peligro.
Durante el asedio de aproximadamente dos horas en el garaje, Johnson mintió y se burló de los negociadores de la policía, precisó Brown.
Por otra parte, el fundador y principal instructor de una escuela privada de autodefensa, Justin J. Everman, reveló que Johnson se entrenaba de manera militar en su propio patio así como en la escuela, que enseña tácticas especiales como «disparar en movimiento», una maniobra que consiste en disparar y cambiar de posición antes de volver a hacerlo.
Everman precisó que Johnson recibió hace dos años entrenamiento en la Academy of Combative Warrior Arts (Academia de Artes Guerreras Combatientes) en Richardson, un suburbio de Dallas.
La declaración de Everman fue corroborada por un informe policial del 8 de mayo de 2015, cuando alguien en un negocio a corta distancia denunció la presencia de gente sospechosa en una camioneta deportiva.
El agente investigador cerró el caso minutos después de llegar a un centro comercial, donde habló con Johnson, quien dijo que acababa de salir «de una clase en una escuela de autodefensa cercana».
Johnson le dijo al agente que «esperaba a su papá» a fin de recoger luego a su hermano. Aparentemente no se interrogó a nadie más.
El viernes, el alcalde de Dallas, Mike Rawlings, describió a Johnson como alguien capaz de «disparar en movimiento» y autor de panfletos sobre cómo «disparar y moverse».
Las autoridades dicen que el asesino de 25 años llevaba un diario personal sobre tácticas de combate y tenía un arsenal en su casa, con materiales para la fabricación de explosivos, fusiles y municiones.
La página web de la academia califica a uno de sus cursos de «programa de aplicaciones tácticas», TAP por sus siglas en inglés.
«La realidad es altamente dinámica, sacas tu arma, te desplazas, disparas en movimiento, reparas desperfectos, etcétera, todo en un alto nivel de estrés», dice el texto. «La mayoría de la gente no adquiere estas destrezas que generalmente no están permitidas en el polígono de tiro estático».
En entrenamiento TAP incluye «disparar desde distintas posiciones», «sacar el arma bajo estrés», «extraer un arma oculta». Everman no quiso decir qué clases tomó Johnson.
«No sé nada sobre Micah. Lo lamento. Se ha ido. Para nosotros es el pasado. Tengo miles de personas», dijo Everman a The Associated Press el sábado.
Sin embargo, los dos hombres mantenían una relación cordial y conversaron a través de Facebook en agosto de 2014. Everman sabía que Johnson había estado fuera del país. Oficiales militares dijeron que estaba en Afganistán en esa época.
Everman le dijo a Johnson, «avísame cuando vuelvas por aquí».
«Me encanta tenerte de regreso en la academia», dijo Everman, de acuerdo con un comentario salvado por la AP antes de que se borrara el perfil de Johnson en Facebook.
«¡De acuerdo!», respondió Johnson.