Robert Plant no ha decepcionado, pero el concierto de hoy no era de Led Zeppelin sino de Plant, que ha alternado los temas clásicos con los de su último disco con la Sensational Space Shifters, que incorpora sonidos africanos.
Ciudad de México, 10 julio (SinEmbargo/eldiario.es).- Robert Plant no ha salido al escenario con el torso desnudo ni saltando como cuando era joven, pero ha demostrado que sigue siendo un rockero de raza que conserva una voz poderosa y que, aunque se niega a resucitar a Led Zeppelin, disfruta de aquellas viejas canciones tanto como sus seguidores.
Aunque no salte, el autor de himnos legendarios como Stairway to Heaven sabe como hacer saltar al público, que lo ha hecho esta noche hasta extenuación con Rock and Roll, el tema que ha cerrado el concierto del festival Cruïlla de Barcelona.
Hay que tener en cuenta que Robert Plant fue por última vez a Barcelona hace veinte años y que Led Zeppelin nunca llegó a pisar la ciudad, por lo que entre los presentes había más ganas de pasado que de presente.
Robert Plant no ha decepcionado, pero el concierto de hoy no era de Led Zeppelin sino de Plant, que ha alternado los temas clásicos con los de su último disco con la Sensational Space Shifters, que incorpora sonidos africanos.
El público ha disfrutado del buen sonido de la banda y de sus aportaciones a las canciones de Plant, pero las guitarras eléctricas han sido más bien recibidas que los instrumentos africanos. Cosas de la nostalgia.
Justo antes ha tenido lugar otro de los conciertos multitudinarios de la noche, el de Alabama Shakes, que ha presentado un nuevo disco que lleva el blues y el soul al siglo XXI.
Con su aspecto de matrona afroamericana y su guitarra eléctrica colgada al cuello, Brittany Howard, ha lanzado su voz desgarradora hacia el infinito y ha cortado la respiración de los presentes.
Una voz que recuerda a Janis Joplin y que es capaz de conmover al más frío, pero no a algunos seguidores de Robert Plant, que han optado por darle la espalda para poder coger sitio en el escenario principal y esperar la aparición del rey de la noche.
Heavies de toda vida, veteranos que ya han perdido la melena y jóvenes se han apostado en las primeras filas, entre ellos un padre y un hijo que jugaban a las cartas sentados en el suelo, esperando a oír la llamada de las guitarras eléctricas para levantarse.
En el mismo escenario principal, pero horas antes, ha actuado la banda James y su carismático cantante Tim Booth, que ha empezado el concierto lanzándose sobre el publico.
De vuelta al escenario, los británicos han tenido problemas técnicos, han intentado tres veces interpretar To My Sorprise y finalmente ha desistido contrariados.
Pero se ha sobrepuesto rápidamente y Booth ha dado rienda suelta a sus dotes de bailarín, mientras el trompetista bajaba del escenario y recorría la zona de los espectadores de punta a punta, aprovechando los claros entre el publico, numeroso pero sin excesos.
La segunda jornada del festival Cruïlla, que acaba mañana, ha empezado cuando el sol todavía apretaba y los ocho músicos de Snarky Puppy han salido al escenario con tres teclados, guitarra, bajo, percusión y trompetas, dispuestos a hacer bailar al publico con su jazz-funk dinámico y sensual, cosa que han conseguido, sobretodo al final de la actuación, cuando el sol ha dado un poco de tregua.
La música llegada desde Latinoamérica también ha tenido su espacio hoy en el Cruilla, con el hip hop brasileño de Emicida, que ha lanzado sus versos al aire antes de la puesta del sol, y Ana Tijoux, la respuesta chilena a Lauryn Hill, que actuará a ultima hora.
También de madrugada, pero ayer, los colombianos Bomba Estéreo desbordaron energía con su electrónico ritmo latino.
La representación española también ha sido numerosa hoy, con nombres de peso como Love Of Lesbian, Fermin Muguruza, Xoel López, Egon Soda, Animal y 091, que se ha reunido este año tras separarse en el 96.