Anna Kendrick revela la razón por la que sufrió durante el rodaje de la primera cinta de Crepúsculo

10/06/2020 - 11:38 am

La candidata al Óscar por Up in the Air apareció, aunque solo en pocas escenas, en todas las entregas de la saga vampírica, lo que da a entender que, pese a ser una experiencia «horrible», fue lo suficientemente soportable para estar en toda la saga.

Madrid, 10 junio (EuropaPress).- Mucho han sorprendido los comentarios de Anna Kendrick definiendo su experiencia en el rodaje de la primera película de la saga Crepúsculo como «traumática». La actriz de Dando la nota ha revelado que, nada más comenzar la grabación, sentía que tenía «ganas de asesinar» al resto del reparto. Pero, ¿qué era lo que la intérprete sintió para expresarse así?

Kendrick tuvo el papel de Jessica, la mejor amiga de Bella en el instituto. La candidata al Óscar por Up in the Air apareció, aunque solo en pocas escenas, en todas las entregas de la saga vampírica, lo que da a entender que, pese a ser una experiencia «horrible», fue lo suficientemente soportable para estar en toda la saga.

Entonces, ¿a qué vienen sus palabras? No fue la relación con el resto de sus compañeros de reparto, tampoco fue un problema creativo con la directora, Catherine Hardwicke, sino algo tan simple y sencillo como el gélido clima de Oregón, donde se rodó la primera entrega que protagonizaron Kristen Stewart y Robert Pattinson.

«La filmamos en Portland y sentí que era muy fría y miserable. Recuerdo que solo llevaba mis Converse y estaban completamente caladas por el agua», comienza a explicar la actriz en una entrevista para Vanity Fair. «Me sentía en plan que sabía que estaba en un grupo grande de personas y que seguro que acabaríamos siendo todos amigos después, pero en ese momento solo tenía ganas de matarlos», añade.

Parece que la inclemente lluvia de Oregón fue el principal motivo de la mala experiencia en el set de la actriz. Y todo apunta a que la artista no se equivocó, puesto que se logró formar un fuerte vínculo entre el reparto.

«Hubo un lazo de unión, como si hubiésemos vivido un suceso traumático. Como cuando te imaginas a personas que han sobrevivido a una situación similar a la de los rehenes, uno de esos vínculos que marcan el resto de tu vida», agrega.

Sin duda, el diseño de producción de la cinta fue más que certero, puesto que el frío glaciar que se sentía en la película, que estaba situada en Forks, Washington, llegó a estar inclusive fuera de la pantalla.

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Europa Press
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