El Inmujeres lamentó la falta de perspectiva de género en el tratamiento del caso de Mireya y urgió a analizar el funcionamiento de las instituciones de procuración e impartición de justicia ante la violencia que viven las mujeres.
Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).- El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) expresó su consternación por los hechos ocurridos el pasado jueves en la delegación Magdalena Contreras de la capital, cuando una madre decidió suicidarse y matar a sus hijos. Aseveró que juzgar con perspectiva de género debe ser obligación de las instituciones.
De acuerdo con la dependencia federal, los hechos evidencian las «dificultades que enfrentan las mujeres cotidianamente en las instancias de procuración e impartición de justicia, y las desigualdades de género que aún prevalecen».
Lamentó la falta de perspectiva de género en el tratamiento del caso de Mireya y urgió a analizar el funcionamiento de las instituciones de procuración e impartición de justicia ante la violencia que viven las mujeres.
«Esta tragedia obliga a reflexionar no solo lo mucho que nos falta avanzar para lograr el pleno respeto a los derechos humanos, sino sobre todo una urgente necesidad de analizar el funcionamiento de nuestras instituciones de procuración e impartición de justicia ante los complejos casos de violencia contra las mujeres».
El Inmujeres explicó que las mujeres muchas veces son revictimizadas por las instituciones que tendrían que ayudarlas. «Cuando las mujeres acuden ante la justicia en divorcios o custodias, enfrentan una cadena de obstáculos que van desde leyes que las discriminan, hasta enraizados patrones misóginos, prejuicios y sesgos de género.»
Un ejemplo de ello son los fallos por la custodia de los hijos, «los cuales con frecuencia son utilizados como instrumentos de control, dominación y perpetuación de la violencia machista», manifestó el Inmujeres.
El Instituto hizo un llamado a la sociedad a no sólo lamentar lo ocurrido, sino a reflexionar que «las leyes y las instituciones deben garantizar la solución a estos asuntos sin que nadie vea conculcados sus derechos, mucho menos aun que las mujeres que atraviesan por estos procesos, encuentren en la muerte la única salida ante las resoluciones del sistema de justicia».
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Este día, el diario Reforma reveló que, según Leopoldo, el padre de los niños, Mireya tuvo dos intentos de suicidó anteriormente y, añadió, se negó a hacerlos públicos. Debido a esta negativa, a Mireya le fue girada una orden de arresto y multas.
Ayer, Joaquín González Rivas, abogado de Mireya, acusó en entrevista con Radio Fórmula, al sistema de Justicia capitalino de “arcaico y deshumanizado”.
De acuerdo con González, Mireya había recurrido a él en la asociación Desarrollo Integral de Personas Violadas A.C., donde denunció que el padre de sus tres hijos abusaba física y sexualmente de ellos.
La mujer de 38 años decidió quitarse la vida con sustancias tóxicas, mismas que dio a sus dos hijas de 6 años y su hijo de 8 tras perder su custodia.
Los padres de Mireya, Enrique y Rosa María, a quienes también les habrían prohibido ver a los niños, ingirieron las sustancias, sin embargo, la abuela sobrevivió y permanece internada.