La Guardia Civil española informó hoy de que el menor, de origen brasileño al igual que su padre, confesó ser el autor de la muerte de su progenitor, al que, según los primeros análisis forenses, pudo matar tras golpearle con un martillo en la cabeza.
Santa Cruz de Tenerife (España), 10 jun (EFE).- Un joven brasileño de 16 años ha sido acusado en España de matar a su padre, descuartizarlo con una sierra mecánica y posteriormente arrojarlo al mar en dos maletas, tras discutir con él porque el progenitor descubrió que tenía hachís.
La Guardia Civil española informó hoy de que el menor, de origen brasileño al igual que su padre, confesó ser el autor de la muerte de su progenitor, al que, según los primeros análisis forenses, pudo matar tras golpearle con un martillo en la cabeza.
El caso se destapó el pasado 7 de junio cuando los buzos de una empresa contratada por el puerto de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias) para realizar labores de limpieza, hallaron una maleta con restos humanos en su interior.
En la maleta se encontró el tronco de un cadáver al que se le había amputado la cabeza y buena parte del cuello, así como las piernas y los brazos, y se constató que estos restos presentaban una herida en el tórax causada al parecer por cuchillo convencional.
Posteriormente, submarinistas de la Guardia Civil localizaron en el fondo marino una segunda maleta, en la que se encontraban la cabeza y las extremidades del cuerpo.
Durante la investigación, un taxista afirmó que la tarde anterior había llevado a una persona portando dos maletas de peso considerable.
En el trayecto, el menor indicó al taxista que le trasladase hasta una zona cercana al mar, donde al parecer le esperaba su padre, y donde, posteriormente, varias personas lo vieron cómo cargaba solo con las maletas y se dirigía hacia el final de un dique.
Tras ser detenido, el menor reconoció que mató a su padre el pasado día 5, después de que éste le sorprendiera con un trozo de hachís y comenzaran una discusión.
La noche del domingo y el lunes se dedicó a retirar de la vivienda varios objetos manchados de sangre, como un colchón, el cuchillo, martillo y radial usados para descuartizar el cadáver.
También pintó una pared de la vivienda que había resultado manchada con sangre y relató que intentó comprar una maleta de mayores dimensiones para el cuerpo, pero al no haberla encontrado, decidió desmembrar el cuerpo y distribuirlo en las dos valijas encontradas en el mar.