Autoridades de Coahuila investigan la muerte del menor que comió una galleta envenenada para determinar si los padres fueron los responsables del hecho. Elementos de la Policía Investigadora acudieron al hogar de la familia para recabar pruebas y determinar si se abre una carpeta de investigación por el posible delito de omisión de cuidado.
Cabe destacar que los padres del infante no se encuentran detenidos, y el cuerpo del bebé ya les habría sido entregado para su velación y posterior sepultura.
Ramos Arizpe, Coahuila/Ciudad de México, 10 de marzo, (Vanguardia/SinEmbargo).- Las autoridades ministeriales se encuentran integrando una carpeta de investigación por el posible delito de omisión de cuidados en contra de los padres del menor de edad que murió luego de comer una galleta envenenada.
Aunque todo indica que la muerte del pequeño Manuel Alejandro, quien comió una galleta impregnada con raticida en su hogar del ejido Cañada Ancha, fue accidental, el procedimiento para deslindar responsabilidades sigue su curso.
Elementos de la Policía Investigadora se presentaron en el hogar de la familia, donde hicieron un recorrido para revisar las condiciones en las que vivía el menor, y ya con la información, integrar el informe en la carpeta.
Cabe destacar que los padres del infante no se encuentran detenidos, y el cuerpo del bebé ya les habría sido entregado para su velación y posterior sepultura, toda vez que la necropsia reveló que falleció intoxicado.
LA NOCHE DE SU MUERTE
Fue durante la noche del jueves que Jaime García descubrió el mal estado en el que se encontraba Manuel, quien habría encontrado la galleta impregnada de veneno, la cual fue colocada por su padre para acabar con los roedores.
Aunque llevó al menor de edad hasta la sala de urgencias del Hospital Ixtlero, en Ramos Arizpe, el menor no pudo con la sustancia tóxica que recorría su cuerpo y falleció minutos después de ser ingresado en el sanatorio.
Hace exactamente un mes, en Rosario, Argentina; un menor también murió por comer una galleta con raticida, que el padre preparó para controlar una plaga de roedores.
Si bien la evidencia apunta a un accidente, se investiga si hubo negligencia.
FATALIDAD
El padre del pequeño Jaime Alejandro, dijo que encontró a su hijo muy mal y a un lado un trozo de la galleta con veneno.
Pidió ayuda a su hermano para trasladarlo a la Clínica del IMSS pero en el trayecto se dieron cuenta que había muerto.