En los últimos meses, la aparición de narcomantas en Michoacán anuncian el surgimiento de al menos tres cárteles que se suman a Los Viagras y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que aspiran a convertirse en la organización criminal hegemónica.
Por Dalia Moreno Villegas
Morelia (México), 10 mar (dpa) – Ante la aparición de mensajes y videos donde se anuncia el surgimiento de nuevos cárteles de la droga en Michoacán, las autoridades mexicanas investigan el reacomodo del mapa delictivo en esa región del oeste del país.
En los últimos meses han aparecido narcomantas en varios puntos, así como videos y mensajes en redes sociales, donde grupos como La Nueva Familia, Los Justicieros y Los Blancos de Troya se presentan como cárteles, declaran la guerra a sus adversarios y se comprometen a no meterse con el resto de la población.
El Gobierno de Michoacán tiene registrada también la operación de células delictivas como Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que aspiran a convertirse en la organización criminal hegemónica.
El Procurador de Justicia de Michoacán, José Martín Godoy Castro, dijo que no permitirán un reacomodo de grupos delictivos, después de la desarticulación de La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, y del encarcelamiento de los cabecillas.
Fuentes oficiales y académicos han identificado la parte sur de Michoacán, las regiones de Tierra Caliente, la Sierra Madre del Sur y la Sierra-Costa como las principales franjas en que los cárteles de la droga se asentaron desde los años 50.
En esa zona es también donde se focalizaron las disputas por el territorio, que en la última década ha transitado entre la tensa calma y la violencia despiadada.
De acuerdo con el investigador Luis Astorga, en su libro Drogas sin fronteras: los expedientes de una guerra permanente, en la década de 1990 en Michoacán floreció el Cártel del Milenio o de los hermanos Valencia.
En alianza con los hermanos Amezcua se dedicaron al cultivo y trasiego de marihuana y amapola, principal actividad del narcotráfico en la región en esa época.
En su Brevísima historia del crimen organizado en Michoacán, el periodista Romeo LopCam señala que los hermanos Valencia se asociaron con capos colombianos del Cártel de Medellín para introducir cocaína a México a través del puerto de Lázaro Cárdenas. Por ahí también traficaban la efedrina necesaria para sintetizar la droga conocida como «cristal».
Con la penetración del Cártel del Golfo a Michoacán, en 2000 se activó la disputa de territorios y rutas para la comercialización de la droga.
Y en la prolongada reyerta Los Zetas exterminaron al Cártel del Milenio y dieron paso a la extorsión o «cobro de piso» y a la paulatina corrupción del aparato institucional.
Entre 2001 y 2005 Michoacán fue sede del terror protagonizado por Los Zetas. Producto de una escisión surgió La Familia Michoacana, que selló su aparición arrojando cinco cabezas de miembros de Los Zetas en un bar de Uruapan, segunda ciudad más importante de Michoacán.
Con Nazario Moreno González, alias «El Chayo», la Familia Michoacana fue hegemónica hasta 2010, cuando la organización se transformó en Los Caballeros Templarios. Los principales líderes, entre ellos Servando Gómez Martínez, «La Tuta», ya están detenidos o muertos.
Ahora, las autoridades están atentas a los nuevos grupos que se han dado a conocer, para evitar una expansión.
«Como consecuencia del debilitamiento de cabezas delincuenciales antes hegemónicas, vemos la intención de células que quieren tomar el control», advirtió Godoy esta semana.
«Pero no vamos a permitir ningún reacomodo, las instituciones se van a imponer. Son remanentes de los mismos. Sabemos quiénes son, y los vamos a detener», aseguró, después de que aparecieron narcomantas en el puerto de Lázaro Cárdenas.