El actor mexicano Jaime Camil ha trabajado en series y películas en Estados Unidos, sin embargo, también será el encargado de interpretar a «El Charro de Huentitán», Vicente Fernández, en una bioserie.
Por Rafael Cores
Los Ángeles, 10 de febrero (LaOpinión).- Jaime Camil es uno de esos actores que ha dominado el crossover con su capacidad para trabajar tanto en español como en inglés, en México y en Hollywood. Hoy se estrena en cines y HBO Max Kimi, un thriller de Steven Soderbergh protagonizado por Zoë Kravitz en el que Camil es el villano.
Pero para hablar de esta película que trata de los peligros y de la intromisión en la privacidad que suponen los gadgets que nos rodean, el actor y cantante nos atiende desde Ciudad de México, donde está terminando de filmar la serie biográfica de Vicente Fernández, un proyecto de Caracol que el propio «Chente» autorizó antes de fallecer el año pasado.
“Es la historia que él quería contar, tiene su autorización, y es un privilegio, pues el nivel de maquila de una empresa como Caracol es impresionante. Ya nos encontramos en la recta final, estamos a punto de terminar”, nos cuenta Camil por Zoom luciendo el llamativo bigote que se dejó crecer para interpretar al Charro de Huentitán.
Pregunta: ¿Para ti como mexicano que significa representar a Chente y más cuando tiene poco de que falleció?
Jaime Camil: Desafortunadamente sí, pero Caracol llevaba trabajando directamente con él más de un año. Le han puesto mucho corazón y a la vez una gran búsqueda biográfica, así como mucho respeto a este proyecto. Es un honor grandísimo, así como una gran responsabilidad. Sólo me queda dar mi mayor esfuerzo y dejar que mis tablas y mi experiencia como actor me permitan hacer un trabajo digno que le guste a la gente. Y es que como sabes es complicado, porque hay comediantes que siempre están haciendo la parodia. Es muy difícil encontrar un balance donde al emular sus ademanes, o sus gestos o su forma de ser no te vayas a ir a ese lugar al que no quisieras llegar como actor. Lo tienes que mantener real, no una caricatura como la mayoría de los que lo imitan. Pero me la estoy pasando muy bien y orgulloso de todo lo que estamos haciendo.
P.: Tú eres cantante, pero una cosa es cantar y otra es poner voz a Vicente Fernández…
J.C.: Te puedo decir que en más de tres ocasiones me llegué a marear durante las grabaciones y casi a caerme cuando estaba en el estudio buscando dar estos tonos de Vicente y este poderío que tiene. Digo “tiene” porque me gusta hablar de las personas que se fueron en tiempo presente, por eso este poderío que tenía con su voz fue complicado hacerlo, si me sentí muy cansado y con dolor de cabeza, pero lo logramos.
P.: ¿Cómo fue ser el villano en Kimi?
J.C.: Fue increíble porque Steven Soderbergh es un director muy generoso con sus actores, es muy lindo. Entiende muy bien este proceso creativo que conlleva un actor y director en el set, cómo se da la creación de los personajes. Y al mismo tiempo la tiene muy clara, tiene un talento excepcional, sabe exactamente qué quiere y cómo lo quiere. Su visión es contundente, por lo que estar bajo el mando de un tipo como él es muy fácil, es un regalo como actor. Por otro lado está Zoe, quien es encantadora, profesional, disciplinada, también es muy respetuosa y muy buena compañera, muy generosa, además de que también está un gran amigo que se llama Jacob Vargas. La verdad, ya no está de moda llegar al set y ser complicado. Eso es de los 80s; quien lo haga es como si se hubiera quedado atrapado dos décadas atrás. Fue muy generoso y bonito crear esta película. Y sí pasa en la vida real que las asistentes virtuales están escuchando todo el tiempo. Si no, date cuenta cuando buscas algo y comienza a salirte publicidad sobre ello tiempo después.
P.: ¿Tú usas alguna de estas asistentes tipo Alexa?
J.C.: Yo no voy a estar viviendo así de no decir nada porque me va a escuchar mi teléfono. Las cosas son como son y ya ni modo. Es muy increíble lo que están haciendo, pero en mi caso prefiero escribir, ya que creo que las asistentes virtuales siguen siendo muy tontas. Como que todavía no te entienden muy bien lo que les pides. Por eso prefiero seguir escribiendo mis búsquedas.