El Departamento de Igualdad en el Empleo y la Vivienda del estado de California encontró evidencias que indican que la empresa de Elon Musk «es un espacio de trabajo racialmente segregado donde los trabajadores negros están sometidos a insultos raciales y discriminados en las asignaciones de empleo, disciplina, salarios y promociones».
SACRAMENTO, California, Estados Unidos, 10 de febrero (AP).— California demandó el miércoles a Tesla Inc. por acusaciones de discriminación y acoso a empleados negros en su fábrica de la bahía de San Francisco.
La demanda, presentada en la Corte Superior del condado de Alameda, estuvo motivada por cientos de quejas de trabajadores, apuntó Kevin Kish, jefe del Departamento de Igualdad en el Empleo y Vivienda del estado.
El departamento, que monitorea el cumplimiento de las leyes estatales de derechos civiles, “halló evidencias de que la planta de Tesla en Fremont es un espacio de trabajo racialmente segregado donde los trabajadores negros están sometidos a insultos raciales y discriminados en las asignaciones de empleo, disciplina, salarios y promociones, lo que crea un ambiente laboral hostil”, afirmó Kish en un comunicado publicado por Wall Street Journal y Bloomberg.
Los detalles de la demanda no se han hecho públicos por el momento y Tesla no respondió de inmediato a ella aunque advirtió que se iba a presentar varios días antes en su presentación anual a la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense.
Sin embargo, en una publicación en un blog antes de que ocurriese, Tesla calificó la demanda de errónea y dijo que la agencia “nunca ha planteado ninguna preocupación” sobre sus prácticas laborales tras una investigación de tres años.
Según el texto, la demanda parece centrarse en las acusaciones de los asociados de producción en la fábrica, que señalaron que los hechos ocurrieron entre 2015 y 2019. El post dijo además que la empresa pedirá al tribunal que “pare el caso y tome otras medidas para garantizar que los hechos y las evidencias son escuchadas”.
“Atacar a una empresa como Tesla que ha hecho tanto bien a California no debería ser el objetivo principal de una agencia estatal con autoridad fiscal», apuntó.
En octubre, un jurado de San Francisco concedió cerca de 137 millones de dólares a un contratista negro que dijo que enfrentó “epítetos racistas a diario” en la planta en 2015 y 2016 antes de renunciar.
Owen Diaz contó que los empleados dibujaron esvásticas y pintadas y dibujos racistas alrededor del edificio y que los supervisores no frenaron los abusos.
Tesla ha recurrido ese fallo y negó tener conocimiento alguno de las conductas racistas que Diaz afirma que ocurrieron en unas instalaciones con alrededor de 10 mil empleados.
La empresa señaló en su post que “siempre hemos castigado y despedido a los empleados que tienen mal comportamiento, incluidos los que emplean insultos racistas o acosan a otros”.
En los últimos años, Tesla ha recibido numerosas acusaciones de antiguos trabajadores por acoso sexual y discriminación racial en Fremont. Pero muchas no llegan a los tribunales porque la automotriz exige a sus empleados a tiempo completo que acepten acudir al arbitraje privado en disputas relacionadas por su puesto.