Está previsto que Elsa, que ya tiene garras afiladas e instintos de cazadora, se mude a un recinto en el parque de tigres en marzo, con una tigresa mayor como vecina, pero por ahora es es cuidada por en casa de una pareja.
Berlín, 10 de enero (AP) — Elsa, de cuatro meses, nació en un circo ambulante y fue rechazada por su madre. Ahora, la pequeña tigresa siberiana vive atendida por una pareja humana, y está creciendo deprisa.
Monica Farell y Saad Rose, que gestionan un parque con 13 tigres y cinco leones cerca de la costa Báltica en Alemania, cuidan de Elsa en su casa. Allí le dan leche de felino en biberón, junto con pollo, ternera y yemas de huevo.
«Es un trabajo a tiempo completo, como con un bebé», señaló Farell a la agencia dpa. Eso incluye llevar a Elsa a pasear por el bosque o por la playa.
Está previsto que Elsa, que ya tiene garras afiladas e instintos de cazadora, se mude a un recinto en el parque de tigres en marzo, con una tigresa mayor como vecina.