Latinoamérica es la segunda región más desigual del mundo después del África subsahariana, dijo el director del PNUD para América Latina y el Caribe a AP, a pesar de que desde el 1990 al 2015 la pobreza en la región se redujo a la mitad. Los países no pueden enfocarse en crecer económicamente a cualquier coste, sino que deben concentrarse en ser más inclusivos, destacó el organismo de la ONU.
Por Claudia Torrens
NUEVA YORK, 9 de diciembre (AP).- Latinoamérica ha registrado una importante reducción de la pobreza en las dos últimas décadas. Entonces, ¿por qué se vive un descontento generalizado que ha llevado a miles de personas a salir a protestar a la calle?
Un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) explora los motivos y concluye que se debe a una nueva clase de desigualdad, ya no tan marcada por el nivel de ingresos, sino más bien por la falta de equidad, de desarrollo ambiental, de transformación tecnológica y de educación.
“La desigualdad en un contexto de crecimiento económico, como lo hubo, generó aspiraciones que no han sido satisfechas”, dijo Luis López-Calva, director del PNUD para América Latina y el Caribe durante una entrevista con Associated Press.
“Se hacen más evidente estas otras manifestaciones de la desigualdad, como la segregación, la falta de movilidad social, la falta de voz en la política. Los países son más ricos, pero igualmente desiguales”, agregó.
Latinoamérica es la segunda región más desigual del mundo después del África subsahariana, dijo López-Calva, a pesar de que desde el 1990 al 2015 la pobreza en la región se redujo a la mitad.
El informe sobre Desarrollo Humano 2019, titulado “Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI”, destaca que los países no pueden enfocarse en crecer económicamente a cualquier coste, sino que deben concentrarse en ser más inclusivos. Por ejemplo, el informe, que es global, destaca que en los países con desarrollo humano muy alto las suscripciones a servicios de banda ancha fija están creciendo a un ritmo 15 veces más rápido que en los países con desarrollo humano bajo.
También destaca que por ejemplo en Estados Unidos los hijos de familias profesionales escuchan hasta tres veces más palabras que los niños que viven en familias que reciben prestaciones sociales, lo que repercutirá en las puntuaciones de exámenes que hagan posteriormente en su vida.
“Así pues las políticas dirigidas a corregir esta situación deben empezar a aplicarse en el momento del nacimiento o incluso antes. Dichas políticas incluyen inversiones en la educación, la salud y la nutrición de niños y niñas de corta edad”, señala el reporte, que será presentado en Colombia el lunes.
En las últimas semanas países como Chile, Colombia o Ecuador han experimentado masivas protestas en sus ciudades debido a descontento generalizado por falta de respuestas de los gobiernos a las necesidades de la población.
Bolivia es uno de los países que el informe señala ha alcanzado el grupo de naciones con alto desarrollo humano. En ese grupo también está México, Perú, Ecuador o Colombia. Chile, Argentina y Uruguay están en la categoría de países con muy alto desarrollo humano, aunque cuando uno ajusta por índices de desigualdad, a Uruguay le va mejor que a Chile, dijo López-Calva.
“¿Cuál es el mensaje ahí? El mensaje ahí es que Chile se tiene que preocupar más por la desigualdad. Las comparaciones son más útiles por el mensaje que dan que por cual país está arriba de cual”, explicó.
En el ranking, Noruega es el país del mundo con mayor desarrollo humano y Níger con el menor. Respecto a países latinoamericanos, Chile lidera en la lista mientras que Honduras queda en último lugar de ese grupo.
El informe recomienda reforzar las políticas antimonopolio, que considera fundamentales para corregir los desequilibrios de poder en el mercado. También dice que la tributación debe financiar alternativas a un estilo de vida con altas emisiones de carbono. Destaca la promoción de la igualdad de género y empoderamiento de la mujer.
“El llamado es a una política pública mucho más activa,” señaló López-Calva. “No hay desarrollo sin crecimiento, no hay desarrollo sin equidad, sin igualdad y sin inclusión y no hay desarrollo sin sostenibilidad ambiental”.