La OIT planteó en un informe que la contingencia sanitaria por la COVID-19 dejó sin empleo a 6 millones 707 mil 418 mexicanos. «En cinco meses se han destruido más empleos formales que los que fueron creados en todo 2019, lo que da indicios de que la reactivación y recuperación de los empleos no se hará de forma rápida», planteó el documento.
Alertó que más 25 millones de personas enfrentar riesgos de perder su empleo en el país.
-Con información de Efrén Flores
Ciudad de México, 9 de octubre (SinEmbargo).- Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) planteó que durante la contingencia sanitaria por la COVID-19, México alcanzó una tasa de desempleo de 11.7 por ciento, de la población económicamente activa (PEA). Este dato significaría que el desempleo alcanzó a 6 millones 707 mil 418 mexicanos.
En el informe «Panorama Laboral en tiempos de la COVID-19. México y la crisis de la COVID-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos», coordinado por Noémie Feix, la OIT además aseguró que 44 por ciento de la población ocupada está en riesgo de ver reducidas las horas de sus labores, así como de sus salarios.
«En cinco meses se han destruido más empleos formales que los que fueron creados en todo 2019, lo que da indicios de que la reactivación y recuperación de los empleos no se hará de forma rápida», planteó el documento.
Destacó que durante el inicio de la pandemia el dato de la ocupación informal anotó una disminución del 47.7 por ciento, elemento que fue leído como «una importante pérdida de trabajos informales», que no estuvo relacionada con la formalización de estos empleados.
La OIT alertó que el 44 por ciento de la PEA, es decir más 25 millones de personas empleadas en México, pueden enfrentar riesgos en su trabajo por la COVID-19. Para las mujeres el panorama es peor: el 50 por ciento de los empleos de mujeres está en riesgo.
El lunes el Presidente Andrés Manuel López Obrador confió en que, de continuar el ritmo de recuperación de empleos, en seis meses el número de afiliaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) volverá a los más de 20 millones que se registraban antes del impacto económico de la pandemia de la COVID-19.
“Es muy satisfactorio informarle al pueblo de México que ya estamos recuperando los empleos perdidos, desde agosto empezamos a recuperar empleos”, dijo el mandatario mexicano esta mañana. “Si seguimos así, yo calculo que en seis meses vamos a tener de nuevo los 20 millones 500 mil empleos que estaban registrados en el Seguro Social antes de la pandemia”, continuó.
Recordó que en el mes de agosto se recuperaron más de 90 mil empleos; en septiembre cerca de 120 mil. “Ya llevamos en dos meses más de 200 mil empleos recuperados”, aseguró al momento de puntualizar la pérdida de cerca de un millón de empleos por la pandemia desde el mes de abril, mes en el que 550 mil personas inscritas en el IMSS se quedaron sin trabajo.
Los efectos de las crisis laborales de 2000-2004 y 2008-2010 fueron severas, pero la de éste año hizo que la pérdida de empleos formales alcanzara otro peor nivel, reportó SinEmbargo el lunes. De acuerdo con las cifras de empleos registrados ante el IMSS, entre marzo y julio de 2020 se perdieron 1 millón 117 mil 584 trabajos formales, lo que equivale a una contracción de 5.4 por ciento real en comparación con el saldo de empleos registrados en febrero de 2020. Sin embargo, el meollo de la crisis laboral ocurrió en julio de éste año, cuando la pérdida de trabajos formales fue de 5.5 por ciento real con respecto al mes de febrero.
El mercado laboral mexicano atrapó más que un resfriado en marzo de éste año, cuando el Gobierno federal declaró medidas de contingencia sanitaria por la pandemia de coronavirus. El sector económico de los servicios –que incluye comercios y restaurantes– fue el más golpeado, aunque la industria y el campo tampoco estuvieron a salvo. En un mes, entre marzo y abril, dos de cada 10 personas económicamente activas dejaron de realizar actividades económicas y/o de búsqueda de empleo.
Las cifras oficiales de 2020 indican que la disminución de la actividad en el mercado laboral formal fue dramática, sobre todo si la comparamos con las de otras crisis económicas por las que atravesó el país en las últimas dos décadas.
Durante los primeros cuatro años (2000-2004) del sexenio de Vicente Fox Quesada, por ejemplo, el país lidió con una debilidad o atonía económica que desaceleró la generación de empleos formales, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La crisis laboral tocó fondo en diciembre de 2001, justo un año después de haber iniciado, con una pérdida acumulada de 606 mil 569 empleos formales, equiparable a una reducción de 4.7 por ciento real en comparación con el número de trabajos generados en noviembre del año 2000.
Unos años después –como consecuencia del proceso de colapso (2004-2006) del mercado inmobiliario en Estados Unidos– hubo una recesión internacional que sacudió a México. Entre octubre de 2008 y julio de 2010, el Gobierno del expresidente Felipe Calderón Hinojosa hizo frente a una crisis económica que afectó la generación nacional de empleos, cuyo peor momento sucedió en mayo de 2009, con una pérdida acumulada de 696 mil 438 trabajos, o bien, un déficit de 4.8 por ciento real en comparación con la cantidad de empleos registrados en octubre de 2008.
A pesar de la desaceleración del mercado laboral formal, las cifras del IMSS también indican que hay un proceso de recuperación mucho más dinámico que el observado durante los periodos de crisis de 2000-2004 y 2008-2010. Lo anterior se debe a que el desempleo y la parálisis de labores de éste año fueron consecuencias de una política pública de distanciamiento social y de suspensión de actividades no esenciales, a diferencia de lo ocurrido en las crisis anteriores, cuando el declive del mercado de trabajo se debió a problemas de oferta y demanda, o bien, a fluctuaciones cíclicas de la actividad económica.