El pasado miércoles, Estados Unidos entregó a Chile cientos de documentos clasificados relacionados con la muerte de Letelier y de su secretaria, Ronni Moffitt, que prueban que Pinochet ordenó su asesinato.

«Con estos nuevos antecedentes en mi poder, buscaré los elementos jurídicos adecuados para que la justicia chilena tenga interés en reabrir el caso», explicó la hermana y abogada querellante del político asesinado en declaraciones al portal Emol.

Letelier expresó su confianza de que con base en estos documentos desclasificados sea posible continuar con la búsqueda de los responsables que participaron en el «complot».

«Siempre he insistido en la necesidad de una investigación profunda que nos lleve a determinar la intervención de que han tenido en este crimen de terrorismo de Estado», señaló Letelier.

La abogada, que siempre ha estado pendiente de la posibilidad de la reapertura del caso, aseguró que, durante todo el proceso, llegó a la convicción de la «existencia de una asociación ilícita para encubrir crímenes como el del ex Canciller».

Asimismo, aseguró que siempre tuvo la seguridad que «detrás de ellos estuvo la figura de Augusto Pinochet».

«Nunca hemos dudado que fue él quien se concertó y dio las órdenes para ello», recalcó.

Por su parte, el senador socialista Juan Pablo Letelier, hijo del ex Canciller asesinado, afirmó hoy en declaraciones a la radio Cooperativa que los documentos prueban la existencia de «evidencias que comprometen judicialmente a Pinochet».

«Se va confirmando que aquí hubo no solamente una planificación para asesinar, sino que también para encubrir y yo creo que probablemente este segundo tema es de los eslabones que más va a comenzar a aparecer en estos nuevos documentos desclasificados», destacó.

El actual Secretario de Estado de EU, John Kerry, quien estuvo en Chile a comienzos de esta semana, entregó a la Presidenta chilena, Michelle Bachelet, un lápiz de memoria que contenía mil páginas de documentos clasificados por el Gobierno estadounidense relacionados con el asesinato de Orlando Letelier.

La documentación, a la que tuvo acceso Efe, contenía principalmente cables del Departamento de Estado de EU de la década de los ochenta.

El 21 de septiembre de 1976, Orlando Letelier fue asesinado con una bomba activada por control remoto, que se encontraba colocada debajo del automóvil en que se desplazaba.

En el autobomba también murió la ayudante estadounidense de Letelier, Ronni Moffitt, y dejó herido al esposo de esta, Michael Moffitt.

Los restos de Letelier fueron sepultados en Venezuela, pues el dictador Augusto Pinochet (1973-1990) no permitió enterrarlo en Chile. Su cuerpo fue repatriado en 1994.

El crimen de Letelier fue ejecutado por el ex agente de la CIA Michael Townley, el mismo que fraguó el atentado en el que murió el ex comandante en jefe del Ejército Carlos Prats y su señora en Buenos Aires, en 1974.