«Quizá ahorita todavía estamos en tiempo de poder resolver este problema, pero hay que resolverlo y el problema es que el Gobierno no lo enfoca de esa manera», observó el economista del Banxico.
«Pemex es el mayor dolor de cabeza de este Gobierno, pero creo que parte del problema es que el Gobierno no lo ve como dolor de cabeza, sino más bien lo ve como una promesa de motor de crecimiento en el futuro», previó.
Ciudad de México, 9 de septiembre (SinEmbargo).- La recuperación de la economía mexicana al nivel del tercer trimestre de 2018 puede llevar hasta seis años, en este contexto, sostener a Petróleos Mexicanos (Pemex) puede pasar de ser un dolor de cabeza a un cáncer incurable, aseguró el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath.
El economista destacó que para que el Producto Interno Bruto (PIB) alcance el pronóstico estimado por la Secretaría de Hacienda en el Paquete Económico 2021 (de 4.6 por ciento) depende «totalmente de la reactivación del empleo y del consumo», por lo que el siguiente año es decisivo para determinar si se logrará.
Heath expuso durante el foro Inside LatAm México de la agencia calificadora Moody’s que el camino más rápido para recuperar el PIB es la coordinación entre el Gobierno y la industria privada, pero aseguró que el presupuesto entregado está basado «en supuestos difíciles de lograr» porque el estimado de una caída de -8 por ciento en 2020 es «más optimista que la más optimista de las respuestas de los especialistas encuestados por Banamex, de -8.7 por ciento».
«Quizá ahorita todavía estamos en tiempo de poder resolver este problema, pero hay que resolverlo y el problema es que el Gobierno no lo enfoca de esa manera y no ve que debe de solucionar el problema de Pemex», planteó en el foro.
En palabras del economista, a título personal, «Pemex es el mayor dolor de cabeza de este Gobierno, pero creo que parte del problema es que el Gobierno no lo ve como dolor de cabeza, sino más bien lo ve como una promesa de motor de crecimiento en el futuro, lo cual es prácticamente imposible. El Gobierno se tiene que dar cuenta tarde o temprano y tiene que buscar un arreglo definitorio, estructural, permanente, si no, este dolor de cabeza que ahorita es un dolor de cabeza enorme, va a pasar a ser una migraña y posiblemente después a un cáncer incurable».
Estimó que la recuperación económica del país llevará de dos a seis años, pero esta depende de que las exportaciones, el empleo, el consumo y la inversión mantengan un ritmo dinámico. Sobre todo el tema del consumo «hará toda la diferencia» para determinar el avance del PIB.
Sin embargo, la inversión fija bruta también será un factor a destacar, pues está acompañada de la desaceleración en el rubro que inició en 2017. Además este factor se enfrenta a un entorno de incertidumbre, debilidad y falta de estado de derecho.
Sobre la creación de empleos el economista destacó que al no haber un seguro de desempleo, una gran parte de la población que perdió su puesto de trabajo se quedó en las filas del desempleo elevando la tasa al 26 por ciento, por lo que «será clave el apoyo del Gobierno y la solidaridad y coordinación con el sector privado».
«Esto lleva a pensar en otro 2021 muy complicado, ya no por las cuestiones de la pandemia de 2020, sino por la recuperación que marcará si será de dos o seis años», apuntó.