En cuanto cayó una anotación, antes de concederla y hacerla válida, el árbitro hizo el gracioso y divertido movimiento, destando las risas de los aficionados y de los propios jugadores.
Ciudad de México, 7 de septiembre (SinEmbargo/LaOpinión).- No cabe duda que en todos los deportes se cuecen habas. Durante un partido de rugby a beneficio, disputado en Australia, uno de los árbitros enloqueció por completo, se tiró al suelo y comenzó a hacer el baile de la oruga.
Sucedió en el encuentro entre el Victoria y un equipo conformado por estrellas de ese país. En cuanto cayó una anotación, antes de concederla y hacerla válida, el árbitro hizo el gracioso y divertido movimiento, destando las risas de los aficionados y de los propios jugadores.