Martín Moreno-Durán
09/09/2015 - 12:01 am
Ayotzinapa: así los mataron…
+Los enterraron en fosas diferentes +Una derrota histórica para el gobierno de EPN Desde el 24 de octubre de 2014, a punto de cumplirse un mes del ajusticiamiento de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, lo escribí y publiqué en SinEmbargo, con base en declaraciones ministeriales: los jóvenes fueron […]
+Los enterraron en fosas diferentes
+Una derrota histórica para el gobierno de EPN
Desde el 24 de octubre de 2014, a punto de cumplirse un mes del ajusticiamiento de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, lo escribí y publiqué en SinEmbargo, con base en declaraciones ministeriales: los jóvenes fueron asesinados en diferentes zonas cercanas a Iguala, y repartidos sus cadáveres en fosas diversas.
¿Qué relevancia tiene ahora ésta información?
Casi nada: que era física, geográfica y científicamente imposible creer y comprobar la hoy ya pulverizada “verdad histórica” que ofreció, en noviembre del año pasado, el cansino procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, y que afirmaba que los 43 de Ayotzinapa habían sido llevados a Cocula, ejecutados, quemados en una “pira humana” (sic) para, finalmente, sus restos o cenizas echadas a un río aledaño.
Imposible que así hubiera sucedido.
¿Por qué?
Por una razón irrebatible: porque los verdugos de los estudiantes narraron realmente cómo ocurrió la matanza, mediante declaraciones ministeriales ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero.
¿Y por qué no tomó en cuenta la PGR esas declaraciones de los sicarios de Guerreros Unidos?
Porque no encajaban ni respaldaban la hoy tristemente célebre “verdad histórica” que fue fabricada, acomodada y divulgada por Murillo Karam, como una “verdad” oficialista y absoluta. Manipulada, la versión oficial cometió un error grave histórico: al ofrecerla bajo la tesitura de “histórica”, se pretendía cerrar, de paso, el caso Ayotzinapa para siempre.
Sin embargo, el cálculo del gobierno – Peña Nieto, Murillo Karam y Osorio Chong como núcleo del conflicto-, fue errado: ni el caso se cerró ni, mucho menos, fue “verdad histórica” que pronto cayó por su falta de sustento científico.
En realidad, el caso Ayotzinapa sólo entró en un impasse que fue reventado, el domingo pasado, por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La “verdad histórica” quedó hecha trizas.
El montaje se desplomó.
*****
Aquel 24 de octubre de 2014, el columnista obtuvo y publicó, en este diario digital, las declaraciones ministeriales de algunos sicarios – comandados por “El Choky”, hoy aún prófugo o ya desaparecido-, y de ellas, se desprende que era prácticamente imposible que los 43 de Ayotzinapa hubieran sido llevados, todos juntos, a Cocula, asesinados, quemados y esparcidas sus cenizas en un río.
Revisemos sus testimonios que así lo comprueba:
“Yo participé matando a dos de los ayotzinapos, dándoles un balazo en la cabeza, y no son de los que quemamos, están enteritos…la forma de matarlos fue ancados (sic) y les disparamos por un lado de la cabeza”. Declaración de Martín Alejandro Macedo Barrera, sicario de Guerreros Unidos.
(Este testimonio echa por tierra la “verdad histórica” de que los 43 ayotzinapos fueron incinerados, todos, en un mismo lugar; algunos, como relata Macedo, fueron enterrados “enteritos”)
“…El Choky dio la instrucción que les diéramos piso… a algunos los mataron con el tiro de gracia y a otros a golpes ya que se pusieron muy violentos cuando estaban secuestrados, y para que no estuvieran chingando se decidió matarlos; creo que utilizaron la excavadora para enterrarlos en el mismo rancho que tenemos, a siete de esos muchachos los quemamos por instrucción del Choky…”, agrega Macedo Barrera.
(Esta declaración también desmiente a la “verdad histórica” de Murillo Karam, ya que ubica a algunos cadáveres en el “rancho” de los criminales, ubicado afuera de Iguala, y jamás llevados a Cocula).
“Choky dijo que se iban a jalar para el cerro, fue cuando el Chino me mandó que fuera a comprar diésel, a la gasolinera de la calle Zaragoza; como a los veinte minutos regresó con ellos al cerro, arriba de la colonia Pueblo Viejo para dejarles el diésel; en ese momento el Gaby junto con Choky ya habían matado a los tres ayotzinapos, les pegaron un tiro en la cabeza a cada uno…”. Declaración de Marco Antonio Ríos Berber, sicario.
(Este testimonio vulnera, igualmente, la “verdad histórica” del gobierno peñista, ya que comprueba que los cadáveres de los estudiantes quedaron enterrados en varias zonas cercanas a Iguala, y jamás se concentraron ni en Cocula, ni en un solo lugar).
Hasta aquí parte de las declaraciones de los sicarios de Guerreros Unidos.
*****
Si la PGR hubiera actuado con menos soberbia y tomado en cuenta estas declaraciones que también tenía en su poder la PGJ del Estado de Guerrero, otra “verdad histórica” hubiera sido, muy diferente a la que nos contó Murillo Karam en noviembre de 2014.
Pero como esos testimonios no se acomodaban a la “verdad histórica” del gobierno-PGR, pues los desecharon. Y hoy lo están pagando.
Su “verdad histórica” quedó despedazada.
Murillo Karam aparece como mentiroso.
Peña Nieto como un incapaz.
Y Ayotzinapa, como un caso aún no cerrado. ¡Por supuesto que no!
Y ya está por cumplir un año.
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