Ciudad de México, 9 de septiembre (SinEmbargo).– El pasado 5 de septiembre, el Congreso de Michoacán aprobó declarar las corridas de toros y la charrería como patrimonio cultural, sin embargo organizaciones civiles pedirán al Gobernador del estado, Salvador Jara Guerrero, que utilice el veto de bolsillo para impedir que los toros sigan siendo torturados.
Los defensores de animales solicitarán al mandatario que también impida la charrería en el estado, ya que de ser aprobada la declaratoria, recursos públicos serán utilizados para promover y subvencionar ambas prácticas. Al respecto, Josemaría Férez Gil, coordinador de la campaña nacional Por un México Sin Tradiciones Crueles, de la organización AnimalNaturalis, dijo a SinEmbargo que la agrupación que representa y otros defensores de animales “estamos solicitando al Gobernador Jara que ejerza el veto de bolsillo para evitar que esta declaratoria se publique en el Diario Oficial del Estado”.
Férez dijo que si el Gobernador de Michoacán decide hacer pública la declaratoria “vamos a convocar a una consulta ciudadana para conocer la opinión de todos los michoacanos y ver si es un tema que realmente apoyan, porque existen encuestas que revelan que más del 80 por ciento de los entrevistados rechaza la tauromaquia, entonces consideramos que no deben destinarse recursos públicos para apoyar una actividad que es solamente de unos cuantos empresarios”, explicó.
AnimaNaturalis expresó en un comunicado que “es importante señalar que la declaratoria como Patrimonio Cultural no impide la eventual prohibición de las corridas de toros y de la charrería en el estado que ciudadanos y asociaciones están luchando por obtener”.
El defensor de animales agregó que el gobernador tiene la capacidad de regresar a la Cámara de Diputados la legislación, sin embargo, el Secretario de Gobierno de Michoacán, Jaime Darío Oseguera Méndez, dio a conocer en días pasados que la declaratoria no sería revocada.
En ese sentido, el activista reiteró que “es necesario lanzar una convocatoria conforme a la Ley de Participación Ciudadana de Michoacán y que la decisión que ahí se tome sea vinculatoria, si la gente quiere corridas de toros pues se sigan existiendo pero estamos seguros que la mayoría las va a rechazar y las autoridades deben dejar de actuar por intereses personales y escuchar a la población”.
“LOS NIÑOS APRENDEN VIOLENCIA”
El encargado de la campaña comentó que el próximo año el Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) vendrá a revisar el cumplimiento de la Declaratoria Internacional de los Derechos de la Infancia y dijo que “en este momento también va revisar la incidencia que tienen los menores de edad en la tauromaquia” y agregó que en el año pasado ordenó al gobierno de Portugal prohibir la entrada a los niños a las corridas de toros, por lo que espera que en la revisión para México se tomen medidas similares.
Entorno a este tema, el activista dijo que las corridas de toros desensibilizan a los menores de edad, pues aseguró que este espectáculo es presenciado por niños de cuatro años de edad «quienes están expuestos a la brutal violencia hacia los animales».
“Los padres que llevan a sus hijos les enseñan cómo matan a un toro con violencia y les dicen que eso es arte, pero que ellos [los menores] no deben lastimar a un perro, cuando los toros son seres herbívoros que en su hábitat natural resultan ser pacíficos”, destacó.
Josemaría Féllez, aseguró que el Gobernador del estado no ha emitido ningún tipo de pronunciamiento y acusó que en la sesión donde se aprobó la tauromaquia como patrimonio cultural sólo habían 32 diputados, además de que la votación no estaba incluida en la orden del día, aseguró.
“SÓLO UNA MINORÍA LO ACEPTA”
En el dossier que será presentado a los legisladores, los defensores argumentaron que “las corridas de toros no son eventos a los que acceden las mayorías, apenas dos de cada 10 han asistido alguna vez. La asistencia a la fiesta brava decrece: en cuatro años disminuyó de 28 por ciento a 19 por ciento el número de personas que habían presenciado un espectáculo de tauromaquia”, según datos de la Encuesta Nacional en Vivienda de Parametría.
De acuerdo con el documento, el gusto por la fiesta brava tampoco es compartido por la mayoría, pues el 73 por ciento de los encuestados dijo que las corridas taurinas no son de su agrado, posición que ha aumentado de marzo del 2007 a la fecha.
En la encuesta elaborada por Parametría en 2013, el 79 por ciento de los entrevistados describe las corridas de toros como un evento donde se maltrata a los animales y sólo 11 por ciento considera que la tauromaquia es un deporte o un arte, respectivamente.
Según los activistas, la opinión en contra de la tauromaquia en México se ha incrementado: “En un estudio realizado por Parametría en 2011, 57 por ciento de los mexicanos encuestados estaban a favor de la prohibición del espectáculo taurino, pero para septiembre de 2013, las opiniones aumentaron 16 puntos porcentuales a 73 por ciento”, comentaron.