La organización exhortó a los gobiernos a impedir que los conflictos continúen generando “hambre catastrófica” y a garantizar que los organismos de ayuda puedan operar en las zonas de conflicto y alcanzar a los necesitados. También pidió a los países donantes que financien “inmediata y totalmente” los esfuerzos de la ONU para mitigar el hambre.
Estados Unidos, 9 de julio (RT).– El número de personas que murieron de hambre en el mundo se multiplicó por seis en el último año, superando a los decesos por COVID-19, revela un nuevo informe de la organización Oxfam publicado este viernes, que enumera a la guerra, la pandemia y el cambio climático como las principales causas de la crisis.
El informe, titulado «El virus del hambre se multiplica», señala que hasta 11 personas mueren cada minuto de hambre y desnutrición, en comparación con unas siete personas que fallecen cada minuto a causa de coronavirus.
Oxfam cifra en 155 millones las personas en todo el mundo —20 millones más que el año pasado— que viven actualmente en niveles de crisis de inseguridad alimentaria o peor.
“Las estadísticas son abrumadoras, pero debemos recordar que estas cifras son personas que se enfrentan a un sufrimiento inimaginable. Incluso una persona es demasiado”, dijo la presidenta y directora general de Oxfam América, Abby Maxman.
CAUSAS PRINCIPALES
La guerra y los conflictos siguen siendo la principal causa de esta crisis, siendo responsables de dos tercios de las muertes relacionadas con el hambre. La ONG nombra a países devastados por la guerra como Afganistán, Etiopía, Sudán del Sur, Siria y Yemen entre los peores puntos de desnutrición del mundo.
Por otro lado, la pandemia y los choques económicos que ha causado, así como la escalada de la crisis climática, han llevado a decenas de millones de personas al hambre, indican los autores del documento. A esto hay que sumarle que los precios mundiales de los alimentos también se han disparado en un 40 por ciento, el aumento más alto en más de 10 años.
«En la actualidad, las incesantes pugnas que se suman a las repercusiones económicas de la COVID-19 y al deterioro de la crisis climática, han llevado a más de 520 mil personas al borde de la inanición”, añadió Maxman. “En lugar de luchar contra la pandemia, las partes en conflicto se han atacado entre sí, asestando un golpe fulminante a millones de personas ya de por sí maltratadas por las catástrofes meteorológicas y las crisis económicas”.
Más allá de los países afectados por conflictos, la inseguridad alimentaria se ha intensificado en lo que la organización benéfica describió como «epicentros emergentes del hambre», como la India, Sudáfrica y Brasil, algunos de los países más afectados por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, incluso naciones con sistemas alimentarios relativamente resistentes, como Estados Unidos, se han visto afectadas por la pandemia y los recientes choques climáticos, señala el informe.
[pdf-embedder url=»https://www.sinembargo.mx/wp-content/uploads/2021/07/The-Hunger-Virus-2.0_media-brief_SP.pdf» title=»The Hunger Virus 2.0_media brief_SP»]
El informe enumeraba países denominados como “los peores sitios de hambre”, entre los cuales estaban Afganistán, Etiopía, Sudán del Sur, Siria y Yemen, todos ellos envueltos en conflictos armados.
«LO PEOR AÚN ESTÁ POR LLEGAR»
Los grupos vulnerables, como las mujeres, las personas desplazadas y los trabajadores informales, son los más afectados por la crisis.
Este aumento de las muertes relacionadas con el hambre se produjo en un año en el que el gasto militar mundial aumentó en 51 mil millones de dólares, lo suficiente para cubrir seis veces y media lo que Naciones Unidas calcula que necesita para combatir el hambre. Mientras tanto, la riqueza de las diez personas más ricas del mundo aumentó en 413 mil millones de dólares el año pasado, 11 veces el costo estimado por la ONU para garantizar la asistencia humanitaria mundial.
“El hambre sigue sirviendo como arma de guerra, que priva a los civiles de alimentos y agua, y obstaculiza la ayuda humanitaria. La gente no puede vivir con seguridad ni encontrar alimentos cuando sus mercados son bombardeados y las cosechas y el ganado son destruidos”, dijo Maxman.
«Lo peor aún está por llegar, a menos que los gobiernos aborden urgentemente la inseguridad alimentaria y sus causas fundamentales», alertó Oxfam.
Mientras tanto, el calentamiento global y las repercusiones económicas de la pandemia han provocado un aumento del 40 por ciento en los precios de los alimentos a nivel mundial, el incremento más alto en más de una década. Este encarecimiento contribuye de manera significativa a que decenas de millones de personas se vean sumidas en el hambre, según el informe.
-Con información de AP