Con los nuevos fármacos y la tecnología se han logrado grandes avances en el tratamiento de las enfermedades, pero también la medicina se hace cada vez más cara y por lo tanto, inalcanzable para muchos, dice experta del Hospital de Nutrición.
Por FCCyT
Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo).– En los últimos años, se ha registrado un avance en el conocimiento médico gracias a la tecnología de vanguardia, lo que se traduce en un incremento en la esperanza de vida de la población, sin embargo, es importante reflexionar acerca de si el beneficio es solo para unos cuantos, advirtió la doctora Judith Domínguez Cherit, jefa del Departamento de Dermatología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ).
“Indudablemente con el uso de nuevos medicamentos y la tecnología se han logrado grandes avances en la sobrevida de pacientes con enfermedades crónicas, pero también ha llevado a que los pacientes inviertan más en estudios de laboratorio, gabinete y medicamentos para control de efectos secundarios, lo que obviamente hace cada vez más cara la medicina y por lo tanto, inalcanzable para muchos. Al ser así, se puede pensar que un alto porcentaje de nuestra población no tendrá acceso a ella, de esta forma se podría pensar en introducir el término de medicina elitista o estamos ante lo que se denomina el consumismo médico”, dijo la especialista.
Durante la conferencia magistral “La paradoja de la medicina avanzada”, que se llevó a cabo en la sesión solemne de recepción de nuevos académicos, de la Academia Nacional de Medicina de México, la doctora Domínguez, informó que para el presente año, el gasto en salud por parte del sector público está muy por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), de acuerdo con un comunicado del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT).
Respecto a la esperanza de vida en nuestro país, se ha incrementado lentamente en la última década, en comparación con las naciones del organismo internacional.
Además, aclaró que la mayor parte del gasto de salud es pagado directamente por el paciente en la medicina privada.
La especialista en cirugía dermatológica, cuestionó qué es lo que pasa con aquellos enfermos que no pueden pagar los servicios de salud, que no tienen seguridad social o acceso a la medicina de primer contacto.
Continuó: “Existe todo un reto para tratar de aumentar la sobrevida y que esta sea de buena calidad y a bajo costo. Ya se salvan personas con enfermedades autoinmunes, donde los trasplantes de órganos salvan más vidas, el boom de biológicos mejora la calidad de vida del paciente; la medicina robótica y la nanotecnología han encontrado un nicho de oportunidad, pero por supuesto que la medicina no ha avanzado para todos».
“Se dice por ejemplo que el costo del VIH-SIDA (Virus de Inmunodeficiencia Humana-Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) que es de los más bajos, es de 45 mil pesos anuales por paciente, o el costo directo de la diabetes en México que en el 2013 fue de casi 180 millones de pesos con una carga económica anual de casi 370 millones de pesos.
En mi especialidad, la psoriasis es una enfermedad crónica incurable, donde el costo aproximado por iniciar un biológico es de casi 170 mil pesos y si el tratamiento llega a ser efectivo es de un millón de pesos al año para control de una enfermedad”, detalló la ex jefa de cirugía de dermatología del Hospital General “Manuel Gea González”.
Los avances tecnológicos han permitido mejorar la práctica médica, sin embargo, lo que no debe descuidarse es la clínica básica ejercida por los médicos, en la cual, además de un diagnóstico oportuno, fortalece la relación médico-paciente.
“¿En qué momento la tecnología le ganó terreno a la clínica? cuántas veces hemos sabido de alguien que hizo un diagnóstico por exámenes de laboratorio e imagenología y ni siquiera vio al paciente, o bien antepuso la interpretación técnica a la correlación clínico-patológica, lo que provoca iatrogenias», cuestionó.
“Al iniciar la carrera de medicina […] se debe ir con la mentalidad de poder ayudar a la gente que más lo necesita, poder curar y salvar vidas. Se estudia medicina para prevenir la enfermedad o para detectarla en forma temprana y curable. Se debe insistir en la buena relación médico-paciente, en reconocer los beneficios de la medicina clínica básica para después utilizar los avances tecnológicos de la medicina, y ofrecer una medicina equitativa y avanzada para todos nuestros pacientes”, dijo la doctora Domínguez Cherit.