Según el Gobierno de la CdMx, el gorila sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras estaba sedado, se intento reanimarlo sin éxito. Se quiere saber si la muerte fue por negligencia médica o por error humano.
México, 9 julio (EFE).- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) investigará la muerte del gorila Bantú, ocurrida la noche del miércoles cuando iba a ser trasladado del Zoológico de Chapultepec a Guadalajara, para saber si hubo negligencia médica, informó hoy la institución.
«Los inspectores federales solicitaron a la dirección del zoológico el historial clínico, el protocolo de manejo y el reporte de necropsia del ejemplar de gorila», aseveró la Profepa en un comunicado.
También se entrevistará al personal involucrado en el traslado del gorila, de 1.75 metros de altura y 220 kilos de peso, quien iba a ser llevado con fines reproductivos a Guadalajara, donde interactuaría con dos hembras de su especie.
Todo ello con el fin de determinar «si la muerte fue causada por una negligencia médica o error humano en la aplicación del protocolo», precisó la procuraduría ambiental.
De acuerdo con la versión ofrecida por el Gobierno de la Ciudad de México, el gorila sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras estaba sedado y los especialistas intentaron reanimarlo por más de 30 minutos.
Las muestras de sangre del animal serán analizadas por el laboratorio de patología del Zoológico de Chapultepec, el de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria.
«Entre los hallazgos de la inspección, se encontró que al ejemplar le fueron aplicadas dos dosis de anestésico, una de 3.15 mililitros y otra de 1.5 mililitros, ambas dosis aplicadas por vía intramuscular», reportó la Profepa.
Los resultados de los laboratorios de patología estarán listos en aproximadamente un mes y así se determinará si se tuvo o no la diligencia requerida para efectuar el traslado en «condiciones que evitaran o disminuyeran la tensión, sufrimiento, traumatismo y dolor del ejemplar».
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) del Gobierno capitalino anunció la suspensión temporal del director general de Zoológicos y Vida Silvestre, Juan Arturo Rivera.
Esto «hasta que sean entregados los hallazgos de la necropsia y quede demostrado que no hubo mal manejo de los protocolos establecidos para el traslado del animal», aseveró la Sedema en un comunicado.
Marielena Hoyo, activista y exdirectora del Zoológico de Chapultepec, afirmó a Efe que la muerte de Bantú, quien era el único gorila de tierras bajas occidentales en zoológicos de México, estuvo rodeada por una «cadena de errores» en el protocolo.
Dijo que el animal no fue anestesiado por el médico responsable de grandes primates y que hubo un exceso de participantes en el traslado -20 personas-, ya que el gorila estaba acostumbrado a tratar con un máximo de «tres o cuatro trabajadores a lo sumo».
Además, era un animal de hábitos diurnos, por lo que no resultaba conveniente movilizarlo por la noche; no estaba familiarizado con la jaula en la que iba a viajar y su reducido tamaño no habría permitido monitorearlo durante el proyecto o realizar labores de socorro su hubiera sido necesario, defendió la activista.