El verano puede ser muy esperado por muchas personas, y no es para menos, esa época del año casi siempre significa sol, playa, amigos y diversión, sin embargo, para las mascotas puede significar un verdadero suplicio. Por ello, es importante tomar algunas precauciones, así no lo pasarán tan mal.
Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo/ElDiario.es).- La llegada del verano supone el inicio del periodo de máxima insolación que sin duda tiene algunos aspectos positivos, entre ellos el aumento de la luz diaria o la invitación a pasar más tiempo en el exterior. Sin embargo, para nuestros perros, la situación se vuelve delicada, pues regulan la temperatura corporal con mucha menos eficiencia que los humanos; no pierden calor por la piel sino solo por el aliento, lo cual limita sensiblemente su capacidad para refrigerarse y les pone en serio peligro cuando las temperaturas son extremas.
Por lo tanto, estarán menos dispuestos a moverse, comerán menos y buscarán los lugares frescos y ventilados para soportar el sofoco. A continuación se explican diez pautas para ponérselo fácil, hacerles pasar un buen verano y evitar situaciones dramáticas en las que haya que acudir al veterinario, siempre esperando que no sea demasiado tarde…
PÁSEALO SÓLO CUANDO SE OCULTE EL SOL
Nuestros perros deben salir a hacer sus necesidades por lo menos tres veces al día, y lo ideal es que hagan ejercicio en estas salidas. Sin embargo, en verano debemos ser más flexibles, reducir el rato de estancia en la calle, sobre todo a medio día, y solo alargar los paseos muy de mañana y bien entrada la noche.
Es importante que el ambiente sea fresco y el perro no se agite demasiado, aunque será ella o él quien nos mostrará su predisposición al ejercicio intenso según tamaños, razas, pelaje, etcétera. En general, los perros grandes son menos eficientes en la pérdida de calor y se mostrarán más pasivos, pero hay razas pequeñas que también tienen problemas.
TEN EN CUENTA QUE NO USA ZAPATOS
Puedes hacer el ejercicio de caminar descalzo por la acera a pleno sol para darte cuenta de lo que sufren ellas y ellos. Si sacas al perro cuando da el sol, que sea siempre por la sombra y rapidito. Puedes descalzarte y probar si lo que pisa está muy caliente o no. Por la noche, si ha pegado fuerte, también pondera si el suelo puede quemarle.
HAZ QUE REDUZCA EL EJERCICIO
No le fuerces si no quiere jugar con la pelota; no cojas la bici y hagas que te siga en largos trayectos al sol, ya que puede resultarle muy incómodo… Deja que ellos te indiquen lo que les apetece hacer y si el calor aprieta será mejor resguardarse bajo la sombra.
MÁNTENLO HIDRATADO
En algunas razas –carlinos, bulldog francés e inglés, entre otras– el peligro de deshidratación y muerte es muy real si están expuestos a un fuerte calor, ya que al refrigerar por el aliento pierden mucha agua. En el resto, no poner a su disposición agua fresca y limpia es simplemente una olvido indigno de un humano que ama a los perros, no obstante pueden sufrir deshidrataciones serias.
SI ESTÁ EN LA TERRAZA, ASEGÚRATE QUE HAYA SOMBRA
Puede que les guste salir a observar al balcón o la terraza un rato, e incluso a tomar el sol un poquito. Pero eso no significa que se quieran pasar el día ahí solos y menos si no hay sombra. Dejarles horas en la terraza o el balcón e irte a la calle es una crueldad si no permites que puedan entrar a casa cuando lo deseen.
JAMÁS LO DEJES EN EL AUTO
Dejar un perro dentro de un coche más de un cuarto de hora en julio o agosto a pleno sol y con las ventanas cerradas, es igual a muerte. Dejarlo con las ventanas algo abiertas o simplemente en la sombra también puede crearles problemas. Es mejor llevarlos a donde sea que vayas. También, si los llevas en la parte trasera del coche, vigila que no les de el sol directo.
NO LE CORTES EL PELO
Aunque sean muy peludos, recuerda que no transpiran calor por el cuerpo, pero sí pueden ganar calor en exposición directa. En este sentido, el pelo les protege aunque les agobie. Lo mejor es cortarles el pelo en primavera para que en verano tengan una capa tupida, aunque no sea muy grande. Y si no, esperar a otoño.
MÓJALE SI NOTAS QUE LE GUSTA
Seguramente a tu perra o perro no le gustará mucho que le rocíes agua con la manguera o en la ducha, pero poco después del remojón los verás más contentos y animados, incluso más activos. El agua fresca, no demasiado fría, depende de la raza, les sienta en general de maravilla cuando hace calor y además al evaporarse los enfría y les ayuda a gestionar el calor. Si tienen pelo largo es aún mejor. Ahora bien, tampoco les fuerces si manifiestan disgusto.
¡CUIDADADO CON MOSQUITOS Y PULGAS!
Si planeas salir al campo, procura protegerles contra los parásitos de la zona. Asesórate en la clínica veterinaria más cercana sobre qué productos conviene usar para prevenir pulgas, garrapatas, mosquitos y otros bichos endémicos del lugar.
PON ATENCIÓN A SUS PIES Y OREJAS
Muchas plantas son literalmente muelles retorcidos que parecen pensados por la evolución para enredarse en el pelo de un animal o clavarse en el suelo.
El problema viene cuando algunas semillas se cuelan en un oído o entre las garras del pie y se clavan en la carne, produciendo inflamaciones, infecciones y mucho dolor. Vigila especialmente estas zonas después de cada paseo campestre.
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