Michoacán ha sido durante mucho tiempo un territorio disputado en las guerras criminales del país. Además de ser una importante zona de producción y cultivo de drogas, el estado alberga el puerto marítimo internacional de Lázaro Cárdenas, un punto clave de llegada de los químicos enviados desde Asia para producir metanfetamina y fentanilo.
Pero los eventos recientes sugieren que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) –el cual fue declarado por Estados Unidos como enemigo público en octubre del año pasado– está expandiendo aún más su organización a lo largo de la costa occidental de México, donde ya domina en estados igualmente productivos de drogas como Colima, Nayarit y Jalisco.
Por Deborah Bonello; traducido por Daniela Silva
Ciudad de México, 9 de junio (VICE).– En un video que circula por internet, dos docenas de camionetas y autos se alinean uno detrás del otro en una carretera rural, con los motores en marcha. En la parte de atrás de las camionetas se encuentran hombres armados hasta el cuello, con sus caras ocultas, con bufandas adornadas con calaveras. Otros hombres, también armados, están en la carretera. Las puertas de sus autos se abren cuando el chico que está grabando les ordena que entren. Cierran las puertas de golpe, se dan la vuelta y alguien grita: «¡Viva la Nueva Generación!».
A los costados de casi todos los vehículos están impresas las letras CJNG: Cártel de Jalisco Nueva Generación, uno de los dos grupos de drogas más poderosos de México. La descarada demostración de fuerza y el impulso de las redes sociales es parte de la última oferta del cártel por un nuevo territorio a lo largo de la costa suroeste del país: el estado natal del cártel y otros territorios al norte de Michoacán, que ahora también quiere dominar. Como resultado, se están desatando batallas con armas de fuego entre bandos criminales, y atentados contra policías y patrullas militares, casi todos los días.
«Este es un desafío para el nuevo Gobierno [del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador]», dijo Ricardo Raphael, autor, periodista y analista de seguridad.
El video surgió horas antes de un tiroteo en la ciudad de Zamora, en el estado sureño de Michoacán. En las primeras horas del domingo 26 de mayo, cuatro policías fueron asesinados y nueve más tuvieron que ser hospitalizados después de ser emboscados por lo que los medios locales denominaron como «civiles armados» en unas 30 camionetas marcadas con las siglas CJNG. Un mes antes, el jefe de la policía local fue asesinado a tiros en la misma ciudad, y el 22 de mayo, unas nueve personas murieron durante un tiroteo, supuestamente entre bandas de delincuentes rivales, en la ciudad de Uruapan, a dos horas en coche. Otros informes surgieron la semana pasada sobre enfrentamientos armados entre el CJNG y un grupo llamado Los Viagras, los cuales dejaron más muertos.
Vídeo del convoy del CJNG antes de entrar a #Zamora #Michoacán y atacar a Policías, “¡Puro #CJNG!” Gritan Sicarioshttps://t.co/HjnIB6et2l pic.twitter.com/FAwpAB1Sv8
— Blog del Narco Oficial (@blogdelnarcomx) May 26, 2019
En la misma semana, un grupo de soldados fue atacado por hombres armados en un pueblo llamado La Huacana. Los informes de prensa dijeron que los agresores (presuntos integrantes de bandos criminales) se dieron a la fuga después de intentar ahuyentar a los soldados, pero que los pobladores, quienes presuntamente actuaban en defensa de los mafiosos, detuvieron a los soldados y sus armas durante unas horas. El evento fue capturado en un video de celular. El incidente es un ejemplo de cómo el crimen organizado está incorporado y es apoyado por algunas comunidades rurales, así como de la falta del imperio de la ley.
En estos momentos, un equipo multidisciplinario realiza actuaciones en el lugar donde se reportó el enfrentamiento. En estas diligencias se cuenta con el apoyo del personal de la @SEDENAmx y la @MICHOACANSSP.
— Fiscalía General del Estado de Michoacán (@FiscaliaMich) May 22, 2019
Michoacán es uno de los estados más problemáticos de México en el contexto de la guerra contra el narcotráfico que duró más de una década en el país. Los campos de aguacate coexisten con plantaciones de amapola clandestina y mariguana. Laboratorios de metanfetamina, y cada vez más laboratorios de fentanilo, abarcan las colinas en estas tierras húmedas. Los levantamientos civiles aparecieron en los titulares de 2013 y 2014, cuando los grupos de autodefensa tomaron las armas en lo que consideraron una ausencia de protección estatal adecuada para defenderse contra los violentos y represivos cárteles de la droga que extorsionaban, violaban, saqueaban y mataban a la población local. Sin embargo, muchos miembros del cártel a menudo provenían de las mismas comunidades que se levantaron contra ellos, lo que a veces creaba alianzas sombrías entre las dos partes.
El movimiento de autodefensa a gran escala en Michoacán, que fue uno de los focos del documental nominado al Óscar Cartel Land, finalmente se derrumbó después de que fuera apropiado por el Gobierno, pero continúan existiendo pequeños grupos de autodefensa. Hipólito Mora, quien fundó uno de los grupos más destacados de autodefensa en 2013, dijo que muchos fueron elegidos y financiados por los cárteles, y que funcionaron como alas armadas de las células criminales locales. La organización de narcotraficantes del CJNG está en el proceso de intimidar y combatir a los grupos locales de trata de personas más pequeños, como Los Viagras, para que tomen el control, según Mora, por eso quieren tener tantos aliados armados como puedan. Las alianzas entre los diferentes sindicatos criminales que existieron durante y hasta la fecha, ahora están siendo declarados como terminados por los últimos ataques acreditados al CJNG.
ADVERTENCIA: IMÁGENES FUERTES
El día de Hoy en la Huacana,Michoacán.
Civiles golpean a Militares y los desarman.
Desgraciadamente si los Militares los Tocan los llevan presos.
Que poca!!! pic.twitter.com/J0FS07bpsT— Gabriel Suarez ? (@franciscodomit) May 27, 2019
«Estamos viviendo niveles de violencia que nunca hemos visto», le dijo Mora a VICE desde su ciudad natal de La Ruana en Michoacán. «Más que nada, se debe a la debilidad del Gobierno aquí abajo. Necesitan hacer más».
https://twitter.com/JesusLi_/status/1132903560428101633
Michoacán ha sido durante mucho tiempo un territorio disputado en las guerras criminales del país. Además de ser una importante zona de producción y cultivo de drogas, el estado alberga el puerto marítimo internacional de Lázaro Cárdenas, un punto clave de llegada de los químicos enviados desde Asia para producir metanfetamina y fentanilo. Pero los eventos recientes sugieren que el CJNG –el cual fue declarado por Estados Unidos como enemigo público en octubre del año pasado– está expandiendo aún más su organización a lo largo de la costa occidental de México, donde ya domina en estados igualmente productivos de drogas como Colima, Nayarit y Jalisco. La organización criminal es considerada por la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos como una amenaza tan poderosa como el Cártel de Sinaloa de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
«El mensaje de esta semana del CJNG [a las pandillas rivales] es que ‘somos mucho más poderosos y tenemos más control y armamento, así que no se metan con nosotros'», dijo Raphael. «El mensaje también es para el Gobierno federal».
Falco Ernst, investigador principal del International Crisis Group en México, ha pasado un tiempo en Michoacán haciendo trabajo de campo sobre los cárteles y su impacto en los civiles. Dijo que las células locales y criminales pueden no estar tan dispuestas a darse la vuelta cuando se enfrentan con el CJNG, para los que Michoacán no es su casa.
«Los grupos locales están profundamente arraigados en sus propias comunidades y tienen su propia inteligencia», dijo Ernst. «Ha habido intentos de apoderarse de los territorios e ingresar a esa zona, pero tanto la geografía del estado es muy accidentada y está vinculada a las poblaciones locales han hecho eso imposible de lograr eso».
Eso puede ser, pero el CJNG parece estar preparado para una pelea. Raphael anticipa que el cártel logrará una regla hegemónica –antes que compartir el poder– sobre Michoacán y dice que los otros grupos más pequeños no poseen los hombres o las armas para ahuyentarlos. «El CJNG quiere llegar a un acuerdo para controlar la zona por completo», dijo. «Son expertos en el control territorial y esa es su forma de expulsar a sus rivales».
El Gobierno federal no concedió una entrevista sobre el futuro de la seguridad en Michoacán cuando fue contactado por VICE. El Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, ha dicho públicamente que la nueva fuerza policial, la Guardia Nacional, no se enviará al estado hasta julio, dejando a los ciudadanos con la idea de que tienen que valerse por sí mismos, al menos hasta entonces. El Gobernador de la entidad, Silvano Aureoles, anunció un nuevo impulso de seguridad en la ciudad de Zamora luego del enfrentamiento violento, pero también solicitó más apoyo de las fuerzas federales.
Pero mientras el Gobierno se pone de acuerdo, ¿podría el estado ver un resurgimiento de los grupos armados civiles que mataron estas tierras hace cinco años? El analista de seguridad Jaime López espera que no: «Tener personas con armas fuera de la ley que deambulan por su comunidad siempre conduce a problemas con el tiempo».
Hasta el momento, Mora no tiene intención de volver a reunir a sus tropas civiles, aunque un pequeño número de otros sí lo han hecho. Esta vez, está apostando al gobierno, a pesar de su reacción tardía ante el nuevo aumento de la violencia.
«No me gustaría morir sin ver a un Gobierno fuerte, inteligente y dedicado a darnos la paz que necesitamos», aseguró Mora.