En 2013, Casique Fernández fue golpeado, torturado y abusado sexualmente por 43 elementos de la Policía Judicial de Quintana Roo para obligarlo a firmar una confesión en la que se declaraba culpable de distribuir droga, cobrar derecho de piso y orquestar el multihomicidio de un bar. Fue presentado ante los medios como el «El Diablo», presunto líder de Los Zetas en ese estado. Luego tres años y seis meses de prisión, dejó el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún para encontrase, nueve meses después, con la muerte.
Ciudad de México, 9 de junio (SinEmbargo).- Héctor Casique Fernández fue torturado por policías de Quintana Roo en 2013 para declararse culpable de un ataque armado a un bar que dejó siete muertos. Ayer, fue ejecutado en un restaurante de Cancún.
De acuerdo con información de medios locales, Héctor Casique fue ejecutado la tarde de ayer por integrantes del crimen organizado, quienes irrumpieron en la marisquería “Las Koras” y dispararon contra él y otro hombre. Ambos perdieron la vida en el lugar.
Los agresores lograron escapar, sin embargo, fueron alcanzados por policías municipales y federales, con quienes intercambiaron disparos que dejaron a un elemento y un sicario heridos.
Tras lo ocurrido, la Oficina del Alto Comisionado, emitió una serie de mensajes en Twitter en los que condena y lamenta la ejecución de Casique. Asimismo, hace un llamado a las autoridades a que se investigue el crimen y que se abran todas las líneas de investigación pertinentes.
El Fiscal del estado, Miguel Ángel Pech, informó este viernes que en el lugar donde Héctor Casique fue asesinado se hallaron 61 casquillos percutidos de distintos calibres, una ojiva, dos celulares y un vehículo color azul que presentaba varios impactos de bala.
Héctor Casique fue detenido de manera arbitraria el 16 de marzo de 2013 al salir de la discoteca “Mandala”, en Cancún, acusado de pertenecer al crimen organizado y de participar días antes en la múltiple ejecución en el bar “La Sirenita”.
Fue trasladado a los separos de la Policía Turística de ese destino, donde policías judiciales de Quintana Roo lo sometieron a una larga sesión de tortura de 30 horas, probada tras aplicársele el “Protocolo de Estambul”.
Dos días después, Héctor Casique fue presentado ante la prensa por el entonces Procurador del estado, Gaspar Armando García Torres, como «El Diablo», presunto líder de Los Zetas en ese estado y responsable de un multihomicidio en dicho bar, donde se celebraba una reunión del Sindicato de Taxistas.
La familia y defensa legal de Casique Fernández denunciaron que fue golpeado, torturado y abusado sexualmente por 43 elementos de la Policía Judicial del estado para obligarlo a firmar una confesión en la que se declaraba culpable de distribuir droga, cobrar derecho de piso y orquestar el multihomicidio del bar.
También denunciaron que todo fue por órdenes del entonces director de la Policía Judicial, Arturo Olivares Mendiola, a quien Héctor Casique le exigió la devolución de 75 mil pesos que pagó a cambio de una plaza en esa corporación, misma que nunca le fue concedida.
El 10 de marzo de 2014, fue liberado por primera ocasión mediante un amparo, en relación al multihomicidio en “La Sirenita”. Sin embargo, fue reaprehendido cuando salía del penal de Chetumal y sometido a un nuevo proceso en Cancún, con las mismas acusaciones, pero con un nuevo testigo que resultó ser otro de los supuestos sicarios.
En la cárcel sufrió varios atentados, e incluso se desataron motines a efecto de lesionarlo, documentó en su oportunidad la Visitaduría de Cancún de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Quintana Roo.
La familia obtuvo una sentencia en la que el Tribunal Superior de Justicia ordenó ejercer acción penal en contra de 35 miembros de la Procuraduría, que participaron en la tortura en agravio de Casique Fernández.
Luego de tres años y seis meses de prisión, Casique Fernández dejó el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún para encontrase, nueve meses después, con la muerte.