La ciudadanía que ejerció su voto el pasado 5 de julio cambió el panorama rumbo a las elecciones presidenciales de 2018, con un claro mensaje: “El votante mexicano más que premiar a algún candidato, castiga malas gestiones”, aseguró el CIDAC en un análisis sobre los comicios del domingo pasado. Los estados donde hubo alternancia son los que registraron los más altos porcentajes de participación de votantes, plantea.
Ciudad de México, 9 de Junio (SinEmbargo).– Las elecciones del pasado 5 de Julio reconfiguraron la distribución del poder político en los estados en los que se disputó la gubernatura, de acuerdo con un análisis del Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. (CIDAC).
Destaca que la ciudadanía ejerció un voto de castigo a las malas administraciones salientes, haciendo que ésta elección quedara marcada por la alternancia, principalmente en entidades que tradicionalmente habían sido gobernados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), como Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz.
“Las acusaciones de corrupción, enriquecimiento ilícito y desvío de recursos, aunadas a los bajos índices de aprobación gubernamentales en estados como Veracruz, Chihuahua, Oaxaca y Tamaulipas fueron lo suficientemente altos para favorecer a los candidatos de oposición”, asegura el análisis.
El PRI fue el más afectado por el voto de castigo, perdiendo 6 de los estados que gobernaba: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz.
“El éxito de la oposición en Tamaulipas, Durango, Quintana Roo y Veracruz no es menor, ya que por primera vez en más de ochenta años se consolidó el triunfo de un candidato ajeno al PRI”, dice.
Si bien los gobiernos cuyas administraciones fueron deficientes, dieron argumentos a la oposición para hacer promesas de campaña y les otorgaron ventaja en las urnas. Una vez ganada la elección, estas promesas se convierten en metas que pondrán a prueba su capacidad para responder los intereses de la ciudadanía que los favoreció con su voto.
La alternancia resultado de esta elección no fue vaticinada por las encuestas, el propio CIDAC había hecho este apunte en análisis anteriores, en los que señaló que contrario a los resultados de las encuestadoras, las contiendas electorales eran mucho más cerradas en el caso de algunos estados, incluso impredecibles.
CUESTIONAR A LAS ENCUESTAS, OTRA VEZ
La llegada de la elección y los resultados revelados por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP)) dan la razón al análisis, mostrando en el caso de Aguascalientes, Chihuahua, Durango y Quintana Roo resultados sorpresivos que contradicen a las encuestadoras, cuya credibilidad ha quedado en duda desde las elecciones presidenciales de 2012.
Ante el fallo de las encuestadoras, el CIDAC apunta la necesidad de cuestionar “el estado de la investigación por encuestas en México, su efecto en la intención del voto de la ciudadanía y las métricas que se necesitan para evaluarlas […] es evidente que las encuestas deben de ofrecer alternativas para medir las preferencias y ser capaces de conocer a un electorado que cada vez es más difícil de captar en las mediciones de opinión pública”.
La reconfiguración del poder político resultado de la elección no sólo se dará en los estados que alternarán el poder, sino también al interior de los partidos. El PRI ha sufrido un duro golpe a su liderazgo al ganar sólo cinco de nueve gubernaturas prometidas. El Partido de la Revolución Democrática (PRD), necesita “un cambio profundo para poder salir de una de las peores crisis que atraviesa actualmente y que se reitera en su pobre desempeño en estas elecciones” al no ganar una sola gubernatura. Mientras el Acción Nacional (PAN) consolidó su liderazgo de mano de la Ricardo Anaya Cortés, así como Morena, que logra consolidarse como partido y reforzar la figura de Andrés Manuel López Obrador.
La elección de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México tuvo resultados desalentadores,
“Con casi el cien por ciento de las actas computadas, el PREP de la Ciudad registró una participación electoral del 28 por ciento y un voto nulo de casi 8 por ciento, muy por encima del registrado en las elecciones intermedias de 2015 (6.16 por ciento) […] Como era esperado, Morena aventajó al resto de los partidos políticos con aproximadamente el 32 por ciento del apoyo electoral, seguido por el PRD y el PAN con el 28 y 10 por ciento, respectivamente”.
El CIDAC, expone la complejidad e inequidad en la distribución de lugares en la boleta entre candidatos independientes y partidos políticos. Poniendo en desventaja a los primeros.
Como resultado “la baja participación ciudadana registrada en la jornada electoral del domingo provocará una débil legitimidad de “la voluntad popular” que se discuta en el Constituyente. Con los resultados obtenidos, ni siquiera 1 de cada 3 capitalinos habrá respaldado con su apoyo a los miembros del Constituyente”, y asegura con este el análisis “la elección del Constituyente fue un ejercicio desafortunado en donde no hay claros ganadores. El Gobierno de la Ciudad desperdició un instrumento democrático y de gobierno”.
El panorama para la elección de 2018, ha dado un cambio con la jornada electoral del 5 junio, cuando la ciudadanía impueso “la alternancia como castigo” con una amplia participación electoral, dejando con ello un claro “mensaje para los partidos políticos de gobiernos entrantes y salientes: el votante mexicano más que premiar a algún candidato, castiga malas gestiones”.
Por lo que “las administraciones locales actuales y el Gobierno Federal tendrán menos de dos años para corregir sus escándalos de corrupción y opacidad, así como las opciones de candidatos que habían previsto como ‘competitivos’” con miras a la elección presidencial 2018, dice el CIDAC.
