La crisis económica derivada de la pandemia por el coronavirus ha golpeado ya con intensidad las economías más grandes del mundo y también las llamadas emergentes. Las estimaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son un 2020 de caídas profundas y que, paulatinamente, se recuperarán hasta en 2021.
Sin crecimiento económico, los especialistas observan cuatro posibles formaciones en las gráficas del PIB: con forma de L, U, V o de W. Cada uno de esos escenarios depende de la contención del virus y las medidas de los gobiernos.
Ciudad de México, 8 de mayo (SinEmbargo).- Las proyecciones de recuperación económica dependen del comportamiento de la curva de contagios por la enfermedad COVID-19 y una posible vacuna para combatirla. Los escenarios posibles del futuro económico mundial se resumen en cuatro letras: L, U, V y W. Cada analista emplea estas letras para referirse a los comportamientos de las gráficas, principalmente a las de crecimiento.
Pero, ¿qué significan y qué impactos tendría cada una?
El 31 de diciembre de 2019, China anunció el hallazgo de una «neumonía de causas desconocidas» en la ciudad de Wuhan, ubicada en la provincia de Hubei. El nuevo coronavirus, identificado como el SARS-CoV-2, salió del país asiático y se sembró en casi todo el mundo. La pandemia, declarada por la Organización Mundial de la Salud aceleró el proceso de recesión económica que los grupos expertos de economistas previó. Ahora el mundo enfrenta una crisis sanitaria y a la par una crisis económica.
Las medidas para contener la propagación del virus requirieron el confinamiento y la suspensión, temporal, de todas las actividades no esenciales. Para obstaculizar los contagios, las medidas han sido de utilidad, pero la economía mundial no las aprecia del mismo modo. Hasta ahora, los mercados han observado una crisis de oferta y de demanda. Hay producción de ciertos elementos, pero no quien los compre.
Una crisis económica mundial es inminente. Economías como la de Italia, el país europeo mas azotado por el coronavirus con 28 mil 710 muertes, declaró una recesión técnica con una caída de 4.7 por ciento el primer trimestre de 2020 que se sumó a la del trimestre anterior. En Estados Unidos 30 millones de personas se quedaron sin trabajo en sólo seis semanas.
Las perspectivas a futuro apuntan a cuatro tipos de recuperación económica después de la crisis ocasionada por la pandemia. Las gráficas del Producto Interno Bruto (PIB), es decir de los ingresos por los bienes y servicios que generan riqueza a una región en un periodo de tiempo, pueden tener forma de L, U, V y W.
RECUPERACIÓN EN U. Las gráficas en U se dan cuando los indicadores tardan más tiempo en regresar a los niveles de los que partió, en los que estaba antes de la recesión. El periodo de recesión podría alargarse un periodo de tiempo para dar paso a la recuperación.
El periodo de crisis económica actual ya mostró que las economías el primer trimestre del año no tienen crecimiento, este estimado se prevé similar para el segundo trimestre y, en caso de que la reapertura económica y el fin del confinamiento se traduzca en mayores contagios un alargamiento de la desaceleración.
RECUPERACIÓN EN V. Es la forma más optimista de regreso al estado anterior. Se trata de una caída económica menos prolongada que la observada en la forma de U. Es decir, una rápida desaceleración y caída en recesión, pero un repunte similar al descenso observado y una llegada al nivel similar al que se partió.
Esta forma dinámica de recuperación económica, pero los analistas no ven tan probable el escenario debido a que el choque económico podría agravarse frente a las estimaciones. Conforme avanzó la pandemia, también la necesidad de alargar las medidas de confinamiento.
Francia extendió el aislamiento social hasta el 24 de abril y, pese a que algunas ciudades como Houston, en Estados Unidos o en España se han relajado las medidas y permitido ciertas actividades no esenciales, pero aún no han habido resultados contra la pandemia.
Este tipo de gráfica podría darse en caso de que la pandemia no afecte la oferta de mano de obra ni de generación de insumos. Sin embargo, los analistas apuntan a observar el comportamiento económico uno o dos años más.
RECUPERACIÓN EN W. Las gráficas en W refieren a una recesión seguida de una rápida aceleración, pero que muestra problemas sistémicos que terminan en una nueva caída, para una reactivación económica posterior. Las analistas la califican como una recuperación agitada.
En caso de que las medidas de distanciamiento social empiece a relajarse, pero esto se traduzca en un aumento de casos de contagio, como en el caso de la ciudad brasileña de Blumenau o en la isla de Hokkaido, en el norte de Japón. En estos dos casos se reabrió la economía por los pocos contagios que se reportaban, pero concluyó en un aumento del 185 por ciento de casos confirmados, en el caso de la localidad en Brasil.
Si la curva de contagios por la enfermedad COVID-19 después de crecer presente una reducción y haga esto contínuamente la recesión sería de forma W con una recuperación leve sin sostenerse. Esta forma terminaría en pérdidas para la producción.
RECUPERACIÓN EN L. La forma de recesión más temida por los economistas. Se trata de una caída económica a un ritmo menor pero sin poder retomar la noción de que tras una caída económica habrá una recuperación.
Es un escenario preocupante pues significaría una crisis profunda, hacia un escenario oscuro que tendría una recuperación lenta. Podría alargarse por años y hasta décadas por lo que podría traducirse en una depresión económica.
¿CUÁL ES EL PANORAMA FUTURO?
La mayoría de los organismos internacionales estima una probable curva en U o V. Sin embargo la recuperación económica puede darse en forma de W alargando la caída y el regreso al estado anterior en un periodo medido hasta en años. Sin embargo, hasta ahora las previsiones no muestran la temida L.
El Banco Mundial expuso que la pandemia del coronavirus provocará un crecimiento económico negativo en América Latina y el Caribe del 4.6 por ciento este año, con las caídas más pronunciadas en Ecuador y México que verán contraer sus economías en un 6 por ciento. A nivel mundial, el estimado pasó de 2.4 a 2.5 por ciento, aunque el banco alertó sobre el «rápido y generalizado» aumento de la deuda y la desaceleración de Estados Unidos y China.
La economista Jefe del FMI, Gita Gopinath, presentó el documento en el que se estimó que la región de Latinoamérica tendrá un fuerte impacto económico debido a las medidas de aislamiento y confinamiento requeridas, así como el bloqueo y los cierres requeridos para detener la propagación del COVID-19.
La estimación para América Latina y el Caribe fue una reducción del 5.2 por ciento del PIB para 2020 debido a las afectaciones en las cadenas de suministro y la demanda interna y externa. Para 2021 estimó un crecimiento de 3.4 por ciento. El PIB de Centroamérica tendrá una contracción de 3 por ciento y el de los países del Caribe, de 2.8 por ciento en promedio.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también previó una caía en la economía mexicana del 5.3 por ciento, poco más de un punto que el FMI, debido al impacto que la pandemia de COVID-19 dejará en el país. El documento “Políticas para combatir la Pandemia” bajó la perspectiva del país que estaba estimada en un crecimiento del 1.6 por ciento.
El BID determinó que uno de los países de la región mas afectados será México. después de las naciones del sur del continente. En caso de que el impacto de la pandemia sea moderado, la caída sería del 2.3 por ciento; si es fuerte, 3.4 por ciento; 4.5 por ciento si es severo y el peor escenario será el de una reducción del 5.3 por ciento del PIB.
Para la región de América Latina y el Caribe estimó una baja del 5.5 por ciento desde un crecimiento estimado del 2.1 por ciento para este año. Para países como China determinó que al tener el contagio del coronavirus contenido, su PIB tendrá una caída del 1.5 por ciento hasta el 2 por ciento; sin embargo, Estados Unidos podría tener un recorte de 1.9 por ciento en el escenario más moderado y hasta del 4.4 por ciento.
Aunque el coronavirus llegó a México a finales de febrero, los efectos de la crisis global por la pandemia fueron suficientes para arrastrar a la débil economía mexicana a una caída del 1.6 por ciento trimestral al inicio de 2020, la peor contracción de los últimos 11 años, cuando se contrajo 5.1 por ciento producto de la crisis financiera global que coincidió con el inicio de la pandemia de gripe A(H1N1).
El FMI prevé una caída del 6.6 por ciento para México, la Cepal del 6.5 y el Banco Mundial del 6, pero el Gobierno mexicano ajustó sus cifras a una reducción del PIB del 3.9 por ciento.