El Secretario de Gobierno de la Ciudad de México aseguró que “fue fructífera la estrategia” que se implementó durante la marcha del Día Internacional de la Mujer para evitar los planes que —a su decir— existieron para causar actos de violencia en la jornada de ayer.
Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).- El Secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, aseguró que la estrategia implementada por las autoridades capitalinas logró disuadir a los grupos de choque que participaron el martes en la marcha de mujeres con motivo del Día Internacional de la Mujer y que a su decir tenían planeado promover una serie de actos violentos.
“La decisión que se tomó fue informarle a la opinión pública, fue informarle a la ciudad, fue informarle a las mujeres, fue informarle a todas y todos que había esta amenaza de violencia. Había grupos preparados para generar la mayor violencia posible en la marcha y llegar a Palacio Nacional a generar la mayor provocación posible como ocurrió a escala en otros lugares”, aseguró Batres Guadarrama en entrevista con Álvaro Delgado en el programa Los Periodistas que se transmite en SinEmbargo Al Aire.
El funcionario capitalino indicó que se optó por dar a conocer los supuestos planes de estos grupos como parte de un plan implementado por el Gobierno de la Ciudad el cual consistió en poder colocar vallas frente a Palacio Nacional bajo el argumento de la presunta planeación de estas agresiones.
Martí Batres precisó que “fue fructífera la estrategia” porque además permitió que las organizaciones de mujeres que marcharon pacíficamente se rodearan de cordones para ubicar sus contingente evitando que fueran filtradas por los grupos violentos y porque —dijo— permitió que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) pudiera hacer los “encausamientos de los grupos que iba encontrando en los alrededor de varias estaciones del metro que traían palos, tubos, mazos”.
«Digamos que se neutralizó y se bajó el número y muy probablemente otras que pensaron llegar, no lo hicieron, ya no lo pudieron hacer porque había otras condiciones [..] Hubo mayor vigilancia y mayor presencia”, comentó el Secretario de Gobierno.
Por otro lado, Batres señaló que hubo otro tipo de protecciones y explicó que las vallas que se colocaron fueron las llamadas Heidi porque —indicó— si se hubiera optado por vallas popote las manifestantes las habrían quitado y se hubieran enfrentado a la fuerza pública y hubieran entrado en choque con las fuerzas de seguridad.
Cuestionado sobre por qué el recinto del Gobierno de la Ciudad de México no fue amurallado, como otros edificios ni atacado por los grupos de choque, Batres dijo que la estrategia de la vallas no significa que el Gobierno se “atrincherara”, sino que determinaron esa estrategia de colocar estas protecciones en puntos que generalmente son blanco de los ataques.
“Una parte importante de nuestras responsabilidades es precisamente proteger las sedes de los Poderes de la Unión, ahí tenemos hasta una responsabilidad constitucional y luego hay patrimonios artísticos, culturales, ciertos inmuebles y monumentos y patrimonios de uso público, lo que tenemos que cuidar es bastante; y luego hay empresas privadas asediadas por este tipo de manifestantes que llegan a destruirlos por ser determinadas marcas, entonces centramos nuestra atención y protección sobre estos puntos generalmente son blanco de estos ataques”, expresó.
Batres criticó que se destruyan el patrimonio que utilizan las personas más humildes como es el caso del Metro y Metrobus: “¿qué ganan con hacer estos destrozos, es decir con esto están deteniendo a un violador, a un feminicida? No tiene sentido eso y sin embargo dañan un patrimonio que es de uso cotidiano, común, del pueblo de la Ciudad de México”.
Decenas de miles de mujeres marcharon este martes en la Ciudad de México, trazando un camino morado desde el Ángel de la Independencia al Zócalo de la capital.
Las mujeres se manifestaron en la capital con consignas como «Ni una más, ni una más, ni una asesinada más», «hay que abortar este sistema patriarcal» y «el sistema opresor es un macho violador».
Aunque la protesta fue esencialmente pacífica, se realizaron pintas y destrozos de mobiliario. Además, un reducido grupo de encapuchadas intentó tumbar en diferentes momentos la valla que rodea el Palacio Nacional, en la que horas antes otro grupo de activistas escribió en letras gigantes: «México feminicida».
Ya por la noche incluso intentaron prender fuego frente.