El Ejército mexicano y la Guardia Nacional decomisaron casi tres millones de balas de varios calibres, seis rifles calibre 0.5, más de 150 revólveres y rifles automáticos, docenas de granadas y 12 chalecos antibalas, entre otras drogas, cargadores y equipos tácticos. Lo asegurado, fue puesto a disposición de las autoridades competentes.
Por Parker Asmann
México, 9 de marzo (Insightcrime).- Un histórico decomiso de armas y municiones de grueso calibre, hecho recientemente por las autoridades de México en un estado en la frontera norte, pone al descubierto el verdadero poder de fuego de una facción del Cártel de Sinaloa en su intento por consolidar su control.
El 1 y 2 de marzo, el Ejército mexicano y la Guardia Nacional allanaron cuatro casas en el municipio de Navojoa, al sur del estado de Sonora, sobre la frontera entre Estados Unidos y México. La inteligencia acopiada por las autoridades indicaba que las propiedades eran realmente casas de seguridad para el almacenamiento de armas y narcóticos, según afirmó un comunicado oficial de la Secretaría de Defensa.
En el interior, los agentes descubrieron un arsenal. Los elementos decomisados incluían casi tres millones de balas de varios calibres, seis rifles calibre 0.5, más de 150 revólveres y rifles automáticos, docenas de granadas y 12 chalecos antibalas, entre otras drogas, cargadores y equipos tácticos.
Las autoridades informaron que las drogas y las armas pertenecían a «Los Salazar», un grupo local con operaciones en Sonora y conectado con «Los Chapitos», facción separada del Cártel de Sinaloa, comandada por los hijos del antiguo capo en prisión Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”.
#Comunicado. Ejército Mexicano, Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República, realizan aseguramiento histórico de cartuchos y cargadores, además de cuatro inmuebles, armas, equipo táctico, droga y vehículos en operativo conjunto.https://t.co/Ne9h35Ryha pic.twitter.com/aUXBJXBEoD
— @SEDENAmx (@SEDENAmx) March 4, 2022
Las raíces de «Los Salazar» datan de la década de 1990, cuando Adán Salazar Zamorano, alias “Don Adán”, fundó el grupo en Chihuahua. Pasó a trabajar para el Cártel de Sinaloa en Sonora antes de su detención en 2011, pero el grupo mantiene una fuerte presencia en el lugar junto a «Los Chapitos», en especial en Navojoa, cerca de la frontera con Sinaloa, al sur del estado.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
La magnitud del reciente decomiso de armas hecho por las fuerzas de seguridad mexicanas es una clara muestra del poder de «Los Salazar» y por extensión de «Los Chapitos», en su intento por dejar en claro quién tiene el control del Cártel de Sinaloa en ausencia de «El Chapo».
No cabe duda de que las autoridades confiscaron más armas en este único operativo, que lo decomisado por el Ejército mexicano a lo largo de todo 2021 en todo el estado de Sonora, que ascendió apenas a 122 armas, en su mayoría rifles, según datos oficiales recopilados por el proyecto Paren las armas estadounidenses hacia México (Stop US Arms to Mexico), que busca reducir el tráfico de armas ilegales al país latinoamericano.
Más aún, es muy probable que «Los Salazar» no tuvieran todo su arsenal guardado en esas cuatro casas, lo que indica que el poder de fuego de las facciones que operan a las órdenes de «Los Chapitos» es mucho mayor. Esas armas no sólo permite a esos grupos proteger sus actividades criminales, sino que también refuerzan su posición en medio de la actual disputa por el poder.
Actualmente son varios los grupos criminales responsables de la violencia en Sonora, incluido el llamado Cártel de Caborca, vinculado al conocido narco Rafael Caro Quintero, así como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Pero en el Cártel de Sinaloa, las tensiones que se viven entre «Los Chapitos» e Ismael Zambada García, alias “El Mayo», han derivado en muestras regulares de violencia.
Sólo el mes pasado, una comitiva de hombres armados al parecer leales a «Los Chapitos» sembró el terror en el municipio de Caborca, cerca de la frontera entre Estados Unidos y México. El ataque de varias horas dejó dos muertos y al menos cinco rehenes, según representantes del Gobierno local, varios de los cuales fueron encontrados vivos después.
Pero mientras «Los Chapitos» prosiguen sus escaramuzas en los estados de Sonora —que registró un récord de homicidios en 2021— y Baja California, las autoridades estadounidenses los han incluido entre sus objetivos militares prioritarios. A finales del año pasado, el Departamento de Estado anunció que, además de varios cargos federales por narcotráfico, el Gobierno del país del norte está ofreciendo hasta 20 millones de dólares por ayuda que conduzca a su captura.