Se puede dar tanto un encarecimiento de la luz como una falta de capacidad de producción en un futuro de energía. Las perspectivas de la economía mexicana y la incertidumbre se debatirán en la Convención Bancaria que organiza la Asociación de Bancos de México.
Al sector privado también le preocupa el debate en el Legislativo es del outsourcing, que busca eliminar esta práctica laboral.
Por Martí Quintana
México, 9 de marzo (EFE).- El Gobierno de México transmite un mensaje incorrecto a los inversionistas con polémicas reformas como la de la Ley de la Industria Eléctrica y pese a que la iniciativa privada es clave para salir de la crisis, dijo este martes en entrevista con Efe el director general y vicepresidente del BBVA México, Eduardo Osuna.
«Hay unas iniciativas que no abonan claramente en la confianza de los inversionistas. (…) Entre ellas la reforma eléctrica, donde no solamente se da un mensaje de cambio de reglas sino que incrementará los costos en el sector o aumentará los subsidios» afectando la inversión pública, indicó Osuna.
El principal cambio de la reforma eléctrica, propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y aprobada por el Legislativo, es eliminar el criterio económico para despachar primero la electricidad de las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre las centrales privadas de renovables.
En consonancia con la patronal mexicana, Osuna consideró que esta reforma tendrá un «impacto» en términos del crecimiento de México: «El mensaje no es el correcto de cara a los inversionistas».
En este sentido, explicó que todo ello afectaría al BBVA porque es uno de los «principales jugadores» en la financiación de grandes proyectos de infraestructura, aunque explicó que ya están revisando los proyectos existentes «de la mano» de sus clientes.
Además, se puede dar tanto un encarecimiento de la luz como una falta de capacidad de producción en un futuro de energía.
«Si un país no puede generar certidumbre en términos de provisión eléctrica es muy difícil que decidas estar ahí», subrayó el representante de la principal entidad financiera de México.
Las perspectivas de la economía mexicana y la incertidumbre generada en los inversionistas serán debatidas esta semana, entre el jueves y el viernes, en la Convención Bancaria que organiza la Asociación de Bancos de México (ABM) en su primera reunión semipresencial.
Otro proyecto de ley muy criticado por el sector privado que ahora mismo se debate en el Legislativo es del «outsourcing»(subcontratación), que busca eliminar esta práctica laboral.
«La banca, como cualquier industria, tiene servicios subcontratados que serían difíciles de internalizar», apuntó Ozuna, y puso como ejemplo el desarrollo de software.
«El gran tema en México para incrementar el crecimiento van a ser estos mensajes de certidumbre y cómo logramos atraer inversiones del mundo en un momento en el que hay muchísima liquidez y se buscan proyectos rentables», subrayó el director de BBVA.
BANCA PARA SUPERAR LA CRISIS
Tras la caída del producto interno bruto (PIB) de México de un 8.2 por ciento en 2020, la peor crisis desde la Gran Depresión de 1932, la banca de México dio muestras de «solvencia» y «solidez» y resistió al embate de la pandemia.
Según Osuna, la banca pudo actuar con «flexibilidad» y aprendió a reaccionar «rápido» en un entorno de «crisis más frecuentes», aunque también tuvo complicaciones.
En cartera vencida, el BBVA registró un aumento del 2.2 al 3 por ciento, y la prima de riesgo se precipitó de 298 a 367 puntos. El banco tuvo en general una caída de su beneficio neto de casi el 25 por ciento, agregó.
Pese a ello, de los 1.4 millones de clientes que tuvieron problemas para enfrentar sus compromiso bancarios, cerca del 90 por ciento pudo retomar el pago de «manera natural» y buena parte del resto fue refinanciado.
En general, y pese a las pérdidas generalizadas, el sector se mantuvo en pie: «Hoy diríamos que la banca de México es un claro pilar para la recuperación económica del país».
OPORTUNIDADES Y RETOS en 2021
Para este 2021, el BBVA estima un rebote económico del 3.2 por ciento, un buen dato pero lejos del desplome del año anterior.
Aunque Osuna reconoce que el pronóstico -en sintonía con otros analistas privados pero lejos del 4.6 por ciento que estima Hacienda- puede mejorar en las próximas semanas.
Especialmente por el plan de apoyo estadounidense de 1,9 billones de dólares y si los programas de vacunación en Estados Unidos y en México avanzan a buen ritmo, lo que permitirá fortalecer de nuevo las relaciones comerciales y reabrir nuevos sectores.
La banca «sólida» de México debe apuntalar estas buenas expectativas y tiene como reto «otorgar crédito a la demanda sana».
De cumplirse los pronósticos económicos, se daría un ganar-ganar, porque según Osuna, este 2021 el sector bancario podría crecer como en años prepandémicos: «Entre tres y cinco veces lo que fue el crecimiento (general) de la economía».
Aunque el panorama es esperanzador, a pie de calle la realidad es más cruda.
Osuna estima que el número de pobres podría crecer entre 12 y 16 millones de personas, en un país donde el 41.9 por ciento de la población ya lo era.
«Justo por esto es tan relevante el incremento de la inversión en el país para demandar más mano de obra en todos los sentidos», dijo.
Otros indicadores macroeconómicos como la inflación o la depreciación del peso mexicano llegaron «controlados» a la pandemia, aunque este año no estarán «exentos de volatilidad».
UNA GESTIÓN CON «CLAROSCUROS»
La gestión de la pandemia ha sido muy criticada en México, aunque Osuna recordó que siempre hay «claroscuros» en cualquier gestión de Gobierno, y destacó que hoy día México -que no apostó por los estímulos fiscales- tiene unas «finanzas tan sanas en niveles de deuda contra PIB».
Ahora hay que «reflexionar qué nivel de apoyo deberíamos otorgar a la economía, especialmente a pymes y a los sectores de servicios, sobre todo para poder empujar una recuperación más acelerada», apuntó el directivo de BBVA México, filial del español BBVA.