El unicel se utiliza para fabricar vasos y platos desechables, lo preocupante es que tarda cientos de años en biodegradarse. Este nuevo producto ocupará poco tiempo en los depósitos de basura, pues tanto hongos y bacterias tardarán un par de meses en comérselo.
Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).- Alfredo Maciel, científico de la UNAM junto al maestro Abel Humberto Cortés Arce, trabajan en el desarrollo de una espuma biodegradable que podría sustituir al poliestireno o unicel. ¿Cómo? A partir de semillas de tamarindo.
El unicel se utiliza para fabricar vasos y platos desechables, lo preocupante es que tarda cientos de años en biodegradarse. Este nuevo producto ocupará poco tiempo en los depósitos de basura, pues tanto hongos y bacterias tardarán un par de meses en comérselo.
Maciel declaró que «se generará agua y dióxido de carbono, pero no lixiviados», por lo que no contaminarán las aguas. Sin embargo, crear espumas permanentes es una tarea complicada. Las espumas del mar, de uso diario y para lavar ropa tienen una vida corta, por lo que ambos científicos crearon una más estable.
TODO GRACIAS A LAS SEMILLAS DE TAMARINDO
México produce 39 mil toneladas de tamarindo al año, de los cuales una tercera parte de este fruto son semillas. Se calcula que 12 mil toneladas son desechadas, y en algunos países son utilizadas como alimento de ganado.
Estas semillas contienen un polisacárido (polímero) hecho de glucosa (monómero), como los almidones.
A este polisacárido, ambos especialistas le injertaron químicamente acrilato de etilo, un monómero (polimerizado por sí solo es como un hule), y así produjeron un copolímero constituido por los dos monómeros: el acrilato de etilo y la glucosa.
Esta espuma puede servir para sustituir el poliestireno expandido en la elaboración de vasos y platos desechables, de igual manera para empaques de aparatos electrodomésticos, así como equipo científico. Otros usos que se le puede dar es para cajas de pescado y aislantes térmicos.
Los científicos ya cuentan con varias muestras y el siguiente paso es escalar su producción a nivel industrial.
Al igual que la espuma biodegradable, una vez que esta seco el laminado espumado, es moldeado en un medio acuoso: ya no requiere ser disuelto en agua ni en acetona, o tíner.
“Los vasos y platos hechos con este laminado pueden contener cualquier líquido y alimento, y desecharse sin ningún problema, porque los hongos y bacterias que están en el ambiente los degradarán”, aseguró Maciel.
Además, existe otro proyecto que está en lista de espera, se trata de los listones para regalo biodegradables, que de igual manera son fabricados a partir de semillas de tamarindo.