La cuarta edición del Festival Letras en Tepic se realizó del jueves 31 de enero al lunes 4 de febrero con la presencia de 135 escritores, artistas, periodistas e intelectuales nacionales e internacionales, así como del estado de Nayarit, quienes participaron en diferentes mesas de reflexión, diálogos, conversatorios, charlas con estudiantes de escuelas públicas, conciertos, presentaciones y firmas de libros.
Ciudad de México, 9 de febrero (SinEmbargo).- Juan Villoro está en la puerta del hotel y recibe a todos los escritores recién llegados. “Estoy aquí, en la comisión de bienvenida”, dice. Precisamente, en la noche de la primera entrega del Festival de las Letras en Tepic, Juan y el poeta Hernán Bravo Varela, hará un homenaje a Amado Nervo.
Fue un número entre musical y poético que la gente aplaudió en la Plaza del Bicentenario, con los músicos Guillermo Zapata El Caudillo del Son, Armando Correa y Eladio Suárez.
“En el jardín azul de tu extravío” se titula el homenaje y lo cierto es como había dicho unos días atrás Lorena Elizabeth Hernández, la creadora de este Festival, “Tepic es la casa de Juan”.
Al correr de los cuatro días, Tepic fue la casa de muchísimos escritores. El tiempo un poco frío a la noche, el sol ardiendo al mediodía y mucha gente en la carpa donde estuvieron desde Beatriz Gutiérrez Müller hasta Margo Glantz, desde Paco Ignacio Taibo II (con su discurso de los libros baratos y todo su empuje para renovar el Fondo de Cultura Económica) hasta Mario Bellatin (tratando de explicar en qué situación estaba el FONCA).
Hubo como dos Festivales. Uno fue el de algunos periodistas tratando de agarrar a los funcionarios para que les dieran una nota exclusiva y el otro transcurriendo, sobre todo en las escuelas, donde Claudia Marcucetti, con su Donde termina el mar (Planeta) fue la estrella.
Al principio, en los dos primeros días, tanto la esposa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como Paco Ignacio Taibo II y Mario Bellatin llamaron la atención de los medios. En las mesas todos hablaban de Daniel Goldin, de la biblioteca Vasconcelos, del Fonca y de qué haría la “no primera dama”.
En principio, Beatriz fue a presentar su gran libro El Tepic literario de Amado Nervo y sus contemporáneos, coeditado por la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), a través de su editorial Alí Chumacero, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), la Universidad Autónoma de México (UAM) y ediciones del Lirio.
El trabajo es de tesis de Gutiérrez Müller y se muestra un estudio sobre la revista mensual de literatura, variedades y anuncios del mismo nombre que se publicó durante el año de 1907, fundada por Solón Argüello, de origen nicaragüense.
“Esta es la historia de ustedes los nayaritas, en este libro hay desde anuncios de venta hasta las noticias que en ese tiempo eran de gran importancia para los ciudadanos; es un testimonio histórico que devolvemos a Nayarit y aún más porque Tepic ha demostrado históricamente ser una ciudad letrada, prueba de ello es que esta revista existía”, dijo la escritora e historiadora.
Con respecto a los medios, no dio entrevistas a los periodistas de la ciudad, pero sí hizo algunas para la Universidad de Nayarit. No quiso dar conferencias de prensa y se mostró bastante reacia a cualquier contacto con la gente que hacía el Festival. ¿Qué hacer si calzáramos sus zapatos?
PACO IGNACIO TAIBO II Y SU FCE
Taibo II fue uno de los más seguidos y en todo contexto defendió su Fondo de Cultura Económica, con esa fuerza y energía ya conocidas. El viernes, en Mocorito, comenzó su campaña para bajar los libros, algo que en la gala de lectura de la primera noche del Festival, una persona le agradeció personalmente.
Precisamente, en esa gala no había llevado ningún libro y le pidió a una persona del público que le acercara un libro de él. Temporada de zopilotes, ese hermoso testimonio sobre Gustavo Madero y cómo los traidores se hicieron con la patria, fue leído por Paco.
Las galas de lectura son otro acierto de este Festival, donde la gente conoce la voz de los autores y conoce los acentos y las cosas a destacar de sus libros.
Bef, Alberto Chimal, Julieta García, Mario Bellatin, Margo Glantz, Gastón García Marinozzi, Alejandro Zambra y Élmer Mendoza, fueron algunos de los que leyeron con voz firme y clara, demostrando que la literatura mexicana vuela alto, en esto que ha sido el primer festival del año.
VOLPI, BELLATIN Y UN CURSO EN LA UNIVERSIDAD
El jueves hubo un curso en la Universidad, llamado Atrévete a escribir, donde la gente (sobre todos los de la carrera de Comunicación) expresaron su libertad para expresar los sueños relacionados con la literatura. Ponerse en contacto con los alumnos es un goce permanente, porque uno conoce a cada uno de ellos con sus emociones y también a esas cosas de la vida que impiden la escritura.
Dice el poeta Óscar David López: “No es la palabra en sí, sino la escritura lo que nos une” y también “lo que nos separa”. Ese grupo muy interesado en las letras, otro testimonio que hay que agradecer al Festival. Una mujer que hace documentales y graba para sus hijos, que los lleva a museos, una señora que escribe poemas y que ya tiene terminada una novela, una profesora de Comunicación que habla como ensayista y que de hecho debería escribir ensayos, ponerlos a debatir en el ancho mundo de la literatura, las sombras de la joven que la perseguía al baño y era ella misma, todo parece ser material de ficción.
Algo a lo que se refirió Jorge Volpi cuando discutió con Emiliano Monge, Lorea Canales y Mario Bellatin en Los límites de la ficción; el oficio de escribir.
“El cerebro humano no tiene la capacidad de distinguir las imágenes que vienen de la ficción y las que vienen de la realidad. Muchas veces esa línea se borra y no sabemos si algo que creemos fue real o no”, dijo el autor del Premio Alfaguara Una novela criminal.
“Cuando leemos una novela o vemos una película realmente la vivimos como real. Somos capaces de ponernos en el lugar de esos personajes que estamos viendo, de tal manera que la ficción es tan real para nosotros como la realidad misma”, añadió.
“Trato de buscar los espacios de la realidad que aparentemente son imposibles. Es un gran reto hacer pasar la verdad por ficción. Hay textos que aparentemente son autobiográficos y sé que son totalmente falsos, pero son utilizados como elemento de seducción”, dijo Mario Bellatin.
Habló de hecho de su reciente libro Carta sobre los ciegos para uso de los que ven (Alfaguara), donde contó que el adiestrador de perros en realidad existe y de hecho tuvo que ir a sacar fotografías y grabarlo una vez que había terminado su novela. “Para comprobar que existía”, argumentó, quien por otra parte dijo que “nunca hice textos periodísticos, no sé qué es eso para mí”, se rió.
Emiliano Monge fue uno de los escritores más escuchados, junto con José Gordon, quien se presentó con Fernando Rivera Calderón para los niños de Tepic el viernes. Ellos hablaban y uno paraba la oreja para saber algo más.
LOS NÚMEROS FINALES
La cuarta edición del Festival de Letras de Tepic benefició a 35 mil personas, lo que representó un incremento de 5 mil al año anterior.
El Festival va a tu escuela fue para 15 mil estudiantes de 37 colegios y se vendieron a través del Librobus un promedio de 150 ejemplares por día.
“Un pueblo sin cultura es un pueblo indefenso por lo que le apostamos a la culturay como lo dijimos hace casi dos años, este Festival llegó para quedarse”, dijo el Gobernador del estado, Antonio Echevarría García, cuya administración organiza el Festival Letras en Tepic. Este año, durante el encuentro se anunció la construcción de una biblioteca comunitaria en el municipio de Tuxpan, a partir de un proyecto de la arquitecta Fernanda Canales y para la que serán donados mil libros como parte de la Estrategia Nacional de Lectura que puso en marcha el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador en Mocorito, Sinaloa.
La cuarta edición del Festival Letras en Tepic se realizó del jueves 31 de enero al lunes 4 de febrero con la presencia de 135 escritores, artistas, periodistas e intelectuales nacionales e internacionales, así como del estado de Nayarit, quienes participaron en diferentes mesas de reflexión, diálogos, conversatorios, charlas con estudiantes de escuelas públicas, conciertos, presentaciones y firmas de libros.
Durante el Festival, Educal logró superar al aire libre las ventas que tiene en museos y centros de arte con un promedio de 150 ejemplares vendidos diariamente; los autores más solicitados fueron el propio Villoro y Paco Ignacio Taibo. En el Fondo de Cultura Económica (FCE) los libros más vendidos fueron El instante amarillo, de Bernardo Fernández “Bef”; El libro salvaje, de Juan Villoro y La oveja eléctrica, de José Gordon.
¡Hasta el 2020!