Durante la realización de estudios fotográficos en 2015 en el Parque Nacional Murchison Falls (Uganda), científicos descubrieron una jirafa enana y tres años fue descubierta otra; en un estudio se dio a conocer que su estatura se debe a que sufren de un desarrollo óseo anormal.
Masindi, Uganda, 9 de enero (RT).- Con sus piernas largas y extensos cuellos, las jirafas son consideradas los mamíferos más altos sobre la Tierra. Es por eso que un grupo de científicos quedó sorprendido al ver por primera vez dos jirafas enanas en África, según se describe en un estudio publicado recientemente en la revista BMC Research Notes.
Los investigadores estaban realizando estudios fotográficos en 2015 en el Parque Nacional Murchison Falls (Uganda), cuando descubrieron a la primera jirafa con patas significativamente cortas, reduciendo su altura a unos 2.8 metros, casi la mitad de su estatura adulta promedio. Esta fue apodada «Gimli«, en honor al personaje ficticio de la trilogía El Señor de los Anillos.
«La reacción inicial fue un poco de curiosa incredulidad», comentó Michael Brown, biólogo de la Giraffe Conservation Foundation (GCF) y el Instituto de Conservación de la Biología del Smithsonian.
El segundo animal, que fue llamado «Nigel», fue avistado tres años después en el centro de Namibia y su altura máxima alcanzaba los 2.6 metros. En ambos casos, aunque el tamaño de sus cuellos era normal, su patas de eran inusualmente cortas, lo que hacía que pareciera la cabeza de una jirafa pegada al cuerpo de un caballo, recoge The New York Times.
GCF researchers recently spotted 2 dwarf giraffe in Namibia & Uganda. These giraffe had shorter legs compared to others of similar age. This is the first description of dwarf giraffe, which shows how little we know about these iconic animals https://t.co/XmPFGQDIYi @BMC_series pic.twitter.com/zighmCXTqm
— Giraffe Conservation Foundation (GCF) (@Save_Giraffe) January 3, 2021
DESARROLLO ÓSEO ANORMAL
Después de estudiar las proporciones de estas jirafas y compararlas con otras de edad similar, los investigadores determinaron que el enanismo de «Gimli» y «Nigel» se debe a que padecen de un síndrome conocido como displasia esquelética, o desarrollo óseo anormal. Los especialistas detallan que esa condición se ha observado en humanos y animales domésticos, pero rara vez en animales salvajes.
Estas dos jirafas son las primeras documentadas con la condición, pero los especialistas creen que su baja estatura podría afectar negativamente en muchos aspectos de su vida, como convertirlas en presas más fáciles para sus depredadores, «ya que carecen de la capacidad de correr y patear con eficacia».
Además, dado que ambas son machos, el apareamiento sería un desafío casi imposible con hembras que pueden medir hasta más de 4 metros.
«El hecho de que esta sea la primera descripción de la jirafa enana es sólo otro ejemplo de lo poco que sabemos sobre estos carismáticos animales», concluyó Julian Fennessy, director y cofundador de la GCF.